Este pueblo que nadie conoce oculta el castillo más bonito de España: parece un palacio y tiene jardines y pasadizos secretos
Edificios renacentistas y barrocos, calles empedradas y uno de los castillos góticos más lujosos de toda Europa. ¿Es esta la escapada medieval definitiva?

Hay un lugar en nuestro país en el que los viajes a cuentos de Disney se hacen realidad. Si pensábamos que con el Alcázar de Segovia y su historia entrelazada a Blancanieves era una fantasía, hay un municipio navarro que ha emergido como un competidor a la altura y quizás más duro de lo que podríamos imaginar.
En Navarra hay sitios increíbles. Hace poco hablábamos de un pequeño pueblo que escondía en su interior el corazón de un rey malo… Y en este caso hablamos de un lugar que ha conservado uno de los palacios más importantes de la arquitectura civil gótica en España y en Europa. Visitar este lugar es como viajar a otro mundo lleno de fantasía, y cualquiera que recorra sus pasillos y torres se estará sintiendo como parte de una película de fantasía. Si no lo has visitado todavía, te estás perdiendo uno de los palacios más bonitos del país, así que apunta que empezamos.

Olite, lugar de reyes y palacios
Ubicado en la provincia de Navarra y a unos 40 kilómetros de su capital, Pamplona, nos encontramos con un pueblo de ensueño que debería estar en la lista de todos los habitantes del país como parada obligada una vez en la vida. Este pueblo recibe el nombre de Olite y, con una población de algo más de 4.000 habitantes, se ha convertido en el pueblo preferido de todo aquel amante de la magia y los cuentos de Disney.

Andar por sus calles es ya toda una experiencia medieval. Están perfectamente conservadas y parece hasta normal encontrarse con uno o varios edificios palaciegos de estilo gótico o renacentista. Este pueblo alcanzó una relevancia muy importante con la llegada de la corte de Carlos III de Navarra, que le aporta todo el esplendor que aún conserva gracias a la creación tan importante del Palacio Real de Navarra, en el mismo pueblo de Olite.

Y es que el castillo ya era una buena representación del nivel de la corona de Navarra por aquel entonces, pero ha sido gracias a la conservación y cuidado de este palacio a lo largo de los años lo que le ha dado al pueblo de Olite una de las atracciones turísticas palaciegas más importantes del país. La fachada del palacio es una maravilla, llena de torres y almenas, una arquitectura típica de los años en los que fue construido. Al ser sede del rey Carlos III, no se escatimó en detalles ni instalaciones: torres, jardines, galerías enormes, patios llenos de arquitectura del momento… El rey aprovechó uno de sus viajes a Francia para llevar consigo a sus mejores artesanos, que imitaron a la perfección la extravagancia que desprendían los castillos franceses de por aquel entonces.

Aunque está edificado sobre otro castillo, se utilizaron los cimientos para crear esta maravilla palaciega que terminó de construirse a principios del siglo XV. Su enormidad y presencia hicieron que se convirtiese en uno de los palacios más importantes de todo el reino y de toda Europa. Formado por torres y con una estructuración desorganizada, este palacio tiene mil recovecos en los que mirar y sorprenderte, por lo que visitarlo es de obligación pura. Fosos, estancias reales, jardines, altas murallas y quizás lo más característico de sus fachadas: un jardín vertical que las recorre de arriba abajo. En otro tiempo hubo hasta un zoológico, con todo tipo de animales con los que agasajaban al rey. Todo esto nos traslada a otro tiempo sin necesidad de una máquina del tiempo. Para poder admirar y entender la historia de Olite y su palacio, lo mejor que puede hacerse es una visita guiada al palacio. No hay mejor manera de conocer un lugar que de la mano de los expertos que conocen toda su historia. Apenas cuesta 7,50 € y merece la pena cada céntimo de la entrada

Qué más ver en Olite
Como bien quiere demostrar este pueblo: Olite no es solo su castillo. Por eso, para empaparnos de la bella villa que representa, debemos comenzar recorriendo sus calles: empedradas y llenas de patrimonios que merecen la pena visitar poco a poco. Entre su multitud de iglesias, destaca la de San Pedro. Esta edificación religiosa es la más antigua de todo el pueblo, y su portada y claustro románico hacen que sea un conjunto arquitectónico único.

En Olite hay otro palacio que debes conocer: el Palacio Viejo o de los Tobaldos. Este lugar ha sido reconstruido y adaptado para albergar uno de los lugares más especiales de Navarra: el Parador de Príncipe de Viana. Así que, si tienes la oportunidad de alojarte en sus estancias durante tu visita en Olite, la experiencia medieval será completamente inigualable.

No podemos dejar pasar una fecha tan especial como el primer fin de semana de agosto en el pueblo, que es cuando se celebran las populares Fiestas Medievales. Si antes ya era un sueño pasear por Olite, imagina que todo esté completamente decorado y ambientado en la Edad Media.
Síguele la pista
Lo último