El pueblo más infravalorado de Asturias está construido en forma de anfiteatro: tiene una lengua única en el mundo y un importante puerto pesquero
Este pueblo de Asturias está declarado Conjunto Histórico Artístico y cuenta con un paisaje que no se deja disfrutar en cualquier lugar del mundo.

Qué será lo que tiene Asturias que nos tiene tan enamorados: sus pueblos, su costa, su gente y su gastronomía son placeres que le hacen distinguirse de cualquier otra parte. Descubrir la belleza de este pueblo es una tarea que te vamos a recomendar, ya que pocos lugares hemos visto con tanto color y mucho menos construido enteramente en forma de anfiteatro. Con vistas al mar y un idioma único en el mundo, este sitio se convierte en un sueño hecho realidad.
Es un lugar silencioso y prácticamente invisible a ojos de quienes no se detienen a mirar dos veces. Desde la carretera, el pueblo apenas se intuye, puesto que es un conjunto de tejados que se descuelgan por una ladera hasta llegar al puerto. Pero basta dar el primer paso hacia su interior para entender por qué muchos lo consideran uno de los rincones más mágicos (y a la vez más infravalorados) del norte de España. Ha llegado el momento de hablar de Cudillero, un pueblo de apenas 5000 habitantes.
Las casas, pintadas de colores vivos se apilan unas sobre otras y lo mires desde donde lo mires desprende vida a su alrededor. Desde abajo, en el puerto, las fachadas parecen custodiar el mar y las conversaciones entre los pescadores es ese eco que resuena en el ambiente de sus calles como sonido de fondo. Sí, es un pueblo marinero, pero no es como cualquiera que hayas visto hasta ahora.

Cudillero, ese pueblo invisible de Asturias que tiene un idioma propio y es mucho más de lo que parece
Este rincón del Cantábrico, capital del concejo del mismo nombre, parece que se esconde del mundo para dejarse ver solo por los más curiosos. Los tejados rojizos de sus casas se mezclan con el azul del mar y el verde de los montes, convirtiéndose en una imagen de postal irrepetible. Recibe el nombre de anfiteatro porque las casas simulan los palcos y la plaza sería la escena. Los vecinos hablan un idioma único en el mundo: el pixueto, una lengua propia que celebran cada 29 de junio durante L’Amuravela, una fiesta en honor a San Pedro.

Este pueblo es marinero hasta la médula: las redes, los timones y los murales adornan las fachadas de sus calles. Si quieres visitar este apasionando lugar, debes tener en cuenta que subir hasta los miradores de La Garita, El Picu o la Casa del Fuego es una parada obligatoria. ¡Y eso no es todo! ¿Qué pasa con la buena gastronomía que hay detrás de los pueblos marineros?
Gastronomía de un pueblo marinero: una experiencia inolvidable
Su gastronomía, como era de esperar, es una oda al mar: bugres, centollos, andaricas, percebes y requesón para el postre. El pescado fresco se cocina a la plancha, al horno o en caldereta, dejando que el sabor del mar hable por sí mismo. La lubina, el pixín (rape), el mero, el sargo o el bonito del norte en temporada se presentan como los platos favoritos. Asimismo, uno de los platos más típicos es la caldereta de pescado, elaborada con una base de marisco, tomate, vino blanco y patatas.

En definitiva, Cudillero es una forma distinta de ver la vida: su idioma, su gente, su comida, su tranquilidad, su invisibilidad... Un lugar en el que perderse para encontrarse, sin duda.
Síguele la pista
Lo último