El primer pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico de Ávila era el favorito de Isabel la Católica: tiene la segunda judería más importante de Castilla y es famoso por su tostón asado

Este pueblo fue la cuna de Isabel la Católica y cada año recibe a miles de visitantes para conocer su arquitectura e historia.

El primer pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico de Ávila era el favorito de Isabel la Católica
El primer pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico de Ávila era el favorito de Isabel la Católica / Istock / AndresGarciaM

En el corazón del norte de Ávila, a poco más de cincuenta kilómetros de la capital, se levanta una villa que guarda entre sus muros la esencia más pura de Castilla. Su trazado medieval, sus iglesias de ladrillo y su castillo mudéjar componen uno de los conjuntos históricos más cautivadores de la región. Ante todo, es una joya del mudéjar con monumentos emblemáticos y una historia relacionada con Isabel la Católica que capta la atención de cualquier persona interesada por la historia y la arquitectura.

A orillas de los ríos Adaja y Arevalillo, en plena llanura abulense, Arévalo se convierte en un destino único. La historia de este pueblo ha dejado un legado monumental imponente: iglesias mudéjares, palacios, conventos y puentes dan forma a un conjunto urbano sin igual. Por ello, fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1970, la primera localidad de Ávila en obtener esta distinción, y por lo que sus vecinos, desde entonces, sienten un orgullo que nadie les podrá arrebatar.

Adriana Fernández

La relación entre Arévalo e Isabel la Católica

En este pueblo, pasó parte de su infancia Isabel I de Castilla, quien halló en esta villa un refugio bajo la tutela de su madre, Isabel de Portugal. Aún hoy se la recuerda como la “Señora de Arévalo”, y su presencia se siente en lugares como el Arco del Alcocer, único vestigio de la muralla medieval, donde se alza la estatua de “la Isabelilla”, símbolo del vínculo inquebrantable entre la reina y la villa.

Qué hacer en el primer pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico de Ávila

Las calles conducen al Arco de Alcocer, también conocido como Arco de la Cárcel, la única puerta que sobrevive de las antiguas murallas. En torno a la Plaza Real, donde se ubicaban las Casas Reales que acogieron a Isabel la Católica durante su infancia, se alza a día de hoy el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Pero en el corazón del pueblo se encuentra la Plaza de la Villa, declarada Monumento Nacional en los años treinta.

Vista aérea de Arévalo (Ávila)

Vista aérea de Arévalo (Ávila)

/ Istock / AndresGarciaM

Las célebres casas de los cinco linajes se encuentran a pocos pasos: Berdugo, Montalvo, Briceño, Tapia y Sedeño. Entre ellos destaca el palacio de los Gutiérrez-Altamirano. Arévalo conserva siete templos románico-mudéjares que son una lección viva de arte medieval. Entre ellos destacan San Martín, con sus torres gemelas; Santa María la Mayor, y San Miguel.

¡Pero eso no es todo! En el extremo norte, el castillo de Arévalo es el símbolo principal: construido en el siglo XV, nunca fue residencia real, sino fortaleza defensiva. Hoy guarda el Museo del Trigo, único en el mundo, con más de 500 variedades de cereal.

La comida típica local de Arévalo, una parada obligatoria

El cochinillo asado es el orgullo local, también conocido como tostón asado: servido crujiente y cortado con un plato, como manda la tradición. Para los más golosos hay cita imprescindible con los jesuitas para probar las tortas del veedor o los bollos de manteca.

Síguele la pista

  • Lo último