El pueblo de Córdoba que sobrevivió a dos asedios y fue honrado por el mismísimo César

A 30 kilómetros de la capital, esta localidad resistió con gallardía y se mantuvo fiel al emperador en la guerra civil, lo que le valió su respeto y honor.

Un curioso pueblo de Córdoba que debes conocer.
Un curioso pueblo de Córdoba que debes conocer. / Wikicommons

Para Julio César era un pueblo fiel. Y la fidelidad de este pueblo de Córdoba le valió los honores del emperador. Con gallardía, la localidad sobrevivió a dos asedios. Sus murallas se convirtieron en una fortaleza inexpugnable. Y su valioso papel en uno de los episodios más importantes de aquel tiempo hizo que viviese su máximo esplendor, gracia al impulso de César.

A 30 kilómetros de la capital de Córdoba, este municipio sigue conservando vestigios de un destacado pasado. Dos fortificaciones son prueba de la historia bélica que rodeó al pueblo. Y, aunque ninguna es tan antigua como los hechos de los que habla este artículo, los restos de la antigua ciudad iberorromana sirvieron para levantar una de las fortalezas en tiempos de la Reconquista.

Dos asedios

El pueblo honrado por el mismísimo César entró en la historia al finalizar la segunda Guerra Púnica, en el 202 a. C., pero no fue hasta el siglo I a. C. cuando vivió uno de sus capítulos más notables de su pasado. La guerra civil entre los hijos de Pompeyo y César traslada sus trincheras a Ulia, en el término de Montemayor, cuando Casio Longino, gobernador de Julio César, se refugia entre sus murallas después de sufrir un ataque.

Estatua de Julio César.

Estatua de Julio César.

/ Istock / Perseomed

En aquellas circunstancias, Ulia decidió mantenerse fiel al emperador, y los rebeldes de Pompeyo asediaron a las tropas hasta que César ordenó al gobernador de la provincia Citerior, Lépido, que interviniese y pusiera fin a los ataques. Dos años después, tendría lugar un segundo episodio. Ulia resiste durante meses, hasta que Julio César arriba por mar a Hispania para liberar a sus hombres del sitio de Cneo Pompeyo. El gobernante envía miles de soldados y caballeros para combatir a los rebeldes.

Montemayor se ha identificado siempre con aquella población a la que el gobernante romano bautizó como Ulia Fidentia, que viene a significar Ulia la fiel. Finalmente, César vence en la guerra civil y recompensa a todas las ciudades que han prestado su apoyo con exención de impuestos o la incorporación de tierras. Sus gentes son recompensadas y la localidad de Ulia recibe una serie de beneficios que hacen que emerja.

En la actualidad, Montemayor recuerda la historia de esas tierras en el Museo Arqueológico de Ulia. En el entorno de Montemayor han aflorado la mayor parte de los restos arqueológicos que cuentan, hoy en día, la historia de la antigua Ulia y de un rico pasado que gira alrededor de este pueblo de Córdoba. A lo largo de los años, el museo ha ido sumando piezas de donaciones particulares y ya cuenta con una importante colección.

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