El pueblo blanco andaluz con el documento romano más antiguo de España: una placa de bronce que actualmente se expone en el Louvre de París
Dentro del Parque Natural de los Alcornocales, este pequeño pueblo es conjunto histórico-artístico desde 1984.

Durante varios siglos, la región del sur de la península ibérica fue testigo de la presencia e influencia que los romanos ejercieron; fue después de un largo y complejo proceso de conquista que terminó con la creación en el año 27 a.C. de la provincia de la Bética, que abarcaba gran parte de la actual Andalucía. Bautizada en honor al río Betis (el actual Guadalquivir), fue una de las provincias más importantes del Imperio; en el siglo I a.C. fue uno de los principales centros de operaciones de la guerra entre Julio César y Pompeyo Magno, y dio a Roma dos de sus más importantes emperadores, Trajano y Adriano, además de ser lugar de nacimiento de figuras de primer orden, como el filósofo Séneca o el poeta Lucano.

Una de las ciudades que conformaban la provincia era Lascuta, en las cercanías del pueblo de Alcalá de los Gazules. Se cree que el origen de esta ciudad es libio-fenicio, a razón de las monedas encontradas con inscripciones en ambos idiomas; pero por lo que se conoce más este asentamiento romano es el Bronce de Lascuta, una placa de bronce que contiene el que sería el documento en latín más antiguo de España, un decreto pretoriano en latín fechado del año 189 a.C., y que actualmente se conserva en el Museo del Louvre.
Estos no son los únicos vestigios que la presencia romana dejó en Alcalá de los Gazules; en el pueblo también encontramos los restos del puente romano que cruza el río Barbate, o los depósitos abovedados con cubierta de medio cañón de la Fuente de la Salada.
La belleza de Alcalá de los Gazules
Con una población de más de 5.200 habitantes, Alcalá de los Gazules es una pequeña joya escondida en la provincia de Cádiz.
Hay dos yacimientos arqueológicos de suma importancia cerca del pueblo: “La Mesa del Esparragal”, el yacimiento romano donde se encontró el Bronce de Lascuta, y “La Taja de los Huerros”, donde se hallaron grabados rupestres y utensilios y herramientas que datan del Peleotlítico Superior. En la villa también quedan los restos de una torre visigoda que fue construida con restos constructivos romanos.

El patrimonio histórico y arquitectónico de la localidad es de igual importancia al patrimonio arqueológico, con monumentos tan destacados como la Iglesia de San Jorge, construida en el siglo XV en estilo gótico, o el Castillo de Alcalá de los Gazules, un imponente castillo del siglo XIII que ofrece una panorámica espectacular de la zona. A poca distancia del centro del pueblo se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Todos los Santos, una ermita construida sobre un antiguo humilladero del siglo XVI que conmemoraba la victoria sobre las tropas musulmanas.
Senderismo por el Parque Natural de los Alcornocales
Al encontrarse en el interior de este parque, esta zona ofrece una gran variedad de rutas para los más amantes de la naturaleza. Una de las más populares es la Travesía del Aljibe, un recorrido de 10,6 kilómetros que une tres senderos del parque (subida al Picacho, subida al Aljibe, y La Sauceda) y que recorre preciosos paisajes de montañas y bosques. Otra ruta, de menor dificultad y duración, es la Ruta de los Molinos, con un recorrido lineal de 1,6 kilómetros que, en su día, vivió un continuo trajín de personas y bestias de carga.

Para aquellos que busquen una experiencia un poco diferente, en la zona también hay una amplia oferta de paseos en burro andaluz, rutas a caballo, o actividades de piragüismo.
Una degustación de la gastronomía local
Alcalá de los Gazules es conocido por sus productos de caza, tanto mayor (venado o jabalí), como menor (conejo o perdiz), de los que se puede disfrutar tanto a la plancha, como a la parrilla o en maravillosos estofados.

Son base de sus platos más representativos los productos de la tierra, como los espárragos trigueros o las berzas. De entre los platos más conocidos resaltan el gazpacho caliente y la sopa de espárragos; mientras que entre los postres destacan la “torta de pellizco”, los dulces de almendra y buñuelos.
Pero si hay un producto que destaca por sobre el resto es el queso de cabra, elaborado con leche de cabra payoya de manera ecológica, y que ha conseguido numerosos premios tanto a nivel nacional como a nivel internacional.
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