El pueblo más antiguo de Extremadura: historia visigoda, Bien de Interés Cultural y un imponente conjunto histórico con catedral y murallas únicas

Fue ciudad romana, sede visigoda y plaza fuerte medieval. Hoy, con su catedral, su castillo y su recinto amurallado, sigue siendo uno de los conjuntos históricos más impresionantes y menos conocidos de Extremadura.

Un pueblo con mucha historia, patrimonio y vida.
Un pueblo con mucha historia, patrimonio y vida. / Istock / LORENZO LOPEZ PHOTOGRAPHY

Pocos lugares en España pueden presumir de un pasado tan largo y tan bien conservado. Coria, en la provincia de Cáceres, es considerada la población más antigua de Extremadura. Su historia comienza mucho antes de Roma, con asentamientos prerromanos, pero fue bajo el Imperio cuando alcanzó nombre y esplendor. Los romanos la bautizaron como Caurium, una de las ciudades más importantes de la Lusitania.

Adriana Fernández

Aún se conservan restos de aquella época, especialmente en sus murallas. Parte de los sillares que hoy rodean el casco histórico pertenecen al trazado romano original, aunque fueron reforzados por los árabes y restaurados en la Edad Media. Caminar junto a ellas es sentir a todos aquellos que caminaron durante siglos a través de las mismas calles; una experiencia didáctica y, al mismo tiempo, inspiracional.

Entre tanta piedra...

La silueta de Coria se reconoce desde lejos por su muralla de piedra, perfectamente conservada y declarada Bien de Interés Cultural. A lo largo de sus más de cuatro hectáreas de recinto amurallado, se abren puertas monumentales como la Puerta de San Pedro o la Puerta del Sol, que aún conservan los arcos de medio punto originales.

Catedral de Santa María de la Asunción en Coria, Cáceres, Extremadura.

Catedral de Santa María de la Asunción en Coria, Cáceres, Extremadura.

/ Istock / LORENZO LOPEZ PHOTOGRAPHY

Dentro del recinto se levanta la Catedral de Santa María de la Asunción, uno de los templos más bellos y singulares de Extremadura. Su construcción comenzó en el siglo XV, sobre una antigua basílica visigoda, y combina estilos gótico, renacentista y plateresco. Visitantes y propios se quedan sin palabras ante su portada sur, una auténtica filigrana en piedra, y ante su retablo mayor, obra del escultor Jerónimo de Ávila.

Puente Romano y Catedral, Coria, provincia de Cáceres, Extremadura, España.

Puente Romano y Catedral, Coria, provincia de Cáceres, Extremadura, España.

/ Istock / Richard Semik

Junto a la catedral, el Castillo de Coria recuerda su época más defensiva. Fue mandado construir por el duque de Alba en el siglo XV y su torre del homenaje, de casi 30 metros, ofrece una de las mejores vistas del valle del Alagón; una auténtica maravilla que no te dejará indiferente, palabra de amante del turismo interior.

Un pueblo de alma antigua

Durante la Alta Edad Media, Coria fue una de las principales sedes episcopales visigodas de la península. De aquella época proceden piezas arqueológicas y litúrgicas conservadas hoy en el Museo de la Catedral, como cruces, cálices y fragmentos de mosaicos. Tras la invasión musulmana, la ciudad se convirtió en una importante fortaleza fronteriza, disputada durante siglos hasta su definitiva reconquista en el siglo XII.

Vista aérea del paisaje de drones en Coria, Extremadura, España.

Vista aérea del paisaje de drones en Coria, Extremadura, España.

/ Istock / francisco javier miranda cerro

Su entramado urbano aún conserva ese aire medieval; pasear por la Plaza de España, detenerse frente al Palacio Episcopal o caminar hasta la Puerta del Carmen, desde donde se ve el río y los campos infinitos, es como leer una novela histórica sin abrir un libro.

Un Bien de Interés Cultural con vida propia

El casco antiguo de Coria fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1993, aunque su protección monumental como Bien de Interés Cultural se remonta a décadas antes. Pero lo mejor de Coria no es solo su patrimonio, ¡es que sigue viva!. A diferencia de otros conjuntos monumentales convertidos en escaparates, aquí las calles están habitadas, las tiendas abren a diario y la vida de pueblo se palpa nada más poner un pie en Coria.

Detalle de la fachada plateresca de la Catedral de Coria en Cáceres.

Detalle de la fachada plateresca de la Catedral de Coria en Cáceres.

/ Istock / FELIPE RODRIGUEZ

Además, Coria es la capital de la comarca del Valle del Alagón, una zona fértil y verde, rodeada de huertas y dehesas. El entorno invita a perderse entre caminos rurales, visitar miradores naturales o seguir la ribera del río hasta los antiguos molinos harineros.

Carácter extremeño

Coria también tiene sus tradiciones, y con carácter. La más famosa es el San Juan de Coria, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, donde se celebran encierros y festejos populares en honor al patrón. Durante esos días, la ciudad vibra con música, toros y calles engalanadas.

Catedral de Santa María de la Asunción en Coria, Cáceres, Extremadura, España.

Catedral de Santa María de la Asunción en Coria, Cáceres, Extremadura, España.

/ Istock / LORENZO LOPEZ PHOTOGRAPHY

Coria no necesita artificios para impresionar. Tiene murallas romanas, una catedral gótica, restos visigodos y un castillo renacentista, todo en apenas unas calles. Y, lo más importante, mantiene su pulso; suena a campanas, huele a piedra vieja y sabe a historia. Es uno de esos lugares que te recuerdan por qué viajar dentro de España sigue siendo fascinante. Porque todavía hay pueblos donde el pasado no es pasado, sino presente. ¿A qué esperas para disfrutar de un buen turismo de interior?

Síguele la pista

  • Lo último