El precioso pueblo de Zaragoza con un curioso nombre y un gigantesco castillo
Uno de los torreones de su fortificación conserva su hermosa techumbre mudéjar, considerada por algunos historiadores como uno de los monumentos más hermosos de Europa

Los pueblos de Aragón despiertan cada vez más atención de los turistas nacionales e internacionales. Los pequeños núcleos de población de Huesca, Teruel y Zaragoza reciben todos los días visitantes atraídos por su patrimonio arquitectónico, artístico o natural. Los ayuntamientos han comenzado a subirse a la ola del turismo en los últimos años y cada vez es más habitual encontrarse en cualquier red social un post o un reel mostrando a todo el mundo los encantos de todo Aragón.
Hay algunos rincones de la provincia de Zaragoza que han sufrido en las últimas décadas el fenómeno de la despoblación. Muchos pueblos han visto como perdían habitantes año tras año por la falta de oportunidades de negocio en la región y el envejecimiento. Una de las zonas que intenta sobreponerse a esta sangría demográfica es la Comarca del Aranda, que esconde alguno de los pueblos más bonitos de todo Aragón.

Imponente en lo alto de un cerro se encuentra el gigantesco castillo de Mesones de Isuela. Una fortificación construida entre los siglos XIV y XV cuenta con robusto recinto exterior, construido en piedra sillar y reforzado con seis torreones cilíndricos. Uno de los seis torreones ejerció de capilla y todavía conserva su hermosa techumbre mudéjar, considerada por algunos historiadores como uno de los monumentos más hermosos de Europa.
En total, el castillo de los Luna, uno de los mejores conservados de toda España, ocupa más de tres mil metros cuadrados de superficie donde podrían vivir perfectamente los 266 habitantes de la localidad según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El resto del pueblo
A la sombra del castillo se extiende el resto del pueblo. El casco antiguo de Mesones de Isuela mantiene el típico trazado de una ciudad medieval, desarrollándose entorno a la escarpada ladera del macizo rocoso sobre el que se asienta. Los orígenes de este pequeño pueblo del Aranda se remontan al mundo prerromano con los lusones siendo los primeros habitantes de la zona.
Tras las dominaciones romanas y visigoda el territorio aragonés es ocupado por el Islam y así se puede observar en las intervenciones arqueológicas en su castillo. Después formó parte del distrito de Calatayud tras la reconquista por parte de Alfonso I.

Dentro del casco urbano de Mesones de Isuela destaca la iglesia parroquial de la Asunción, construida en el siglo XVI, en la Plaza de la Villa. Lo que más te llamará la atención será su torre, de planta cuadrada y cuerpo superior octogonal, en la que resalta la decoración a base de rombos.
En el propio pueblo también se encuentre la ermita de San Vicente Ferrer que consta de una sola nave de cuatro tramos, con contrafuertes en ladrillo y cubiertos con bóveda de medio cañón con lunetos, definidos por arcos de medio punto.
¿Por qué Mesones?
Al escuchar el nombre de Mesones, mucha gente se interesa por su más que curioso nombre. A la localidad solo se le conoce como Mesones de Isuela, por el río que pasa a pocos metros del pueblo, desde 1916 ya que anteriormente solo se llamaba Mesones.
El nombre de Mesones viene de la época romana. En latín Mansiones "paradores, mesones", es una denominación que aldue a la presencia en el pueblo de varios establecimientos donde los viajeros podían pernoctar.
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