Así es Portixol, el barrio donde se ha rodado ‘Despechá’ de Rosalía

Que Rosalía es una de las artistas más internacionales de España es un hecho. Una fama que, en muchos casos, vuelve a poner de relieve a algunos destinos dónde decide grabar sus videoclips. El último, para su nueva canción ‘Despechá’ (todo un éxito del verano), se rodó en Portixol, un precioso barrio pesquero a tan solo un kilómetro del centro de Palma.

Portixol, de hecho, es un antiguo pueblo pesquero ahora convertido en un renovado y moderno barrio de de Palma que, en los últimos años, se ha rejuvenecido y puesto de moda entre residentes y turistas de la más grande de las Baleares.

Su fama viene, para empezar, por su nombre que significa “puerto y sol” en la lengua mallorquina. Pero también por su cercanía a la ciudad de Palma y por la mezcla de todo tipo de restaurantes y bares bohemios que la convierten en una parada obligatoria.

En un primer vistazo podemos ver que Portixol es una simbiosis perfecta ente lo antiguo y lo nuevo. Las cabañas originales de la zona se han reformado y están a la altura de los nuevos hotelazos que podemos encontrar en la zona, todos con un marcado carácter contemporáneo y urbano que emana este barrio.

¿Qué ver en Portixol?

Su mayor atractivo, sin duda, es su paseo marítimo que conecta a lo largo de 16 kilómetros Portixol y Es Molinar con Palma por una parte, y Portixol con el Arenal por otra parte. También lo es su propia playa de arena, Ses Palmeres.

Esta playa, que en realidad es una calita poco profunda y bastante tranquila, es concretamente la localización en la que se ha rodado el último éxito de la cantante catalana. En esta playa, con muy poco espacio entre el paseo marítimo y la misma, también cuenta con zonas rocosas (para los que no soporten la arena).

En esta playa una de las zonas más populares y que sirve de encuentro para los locales es el obelisco de La Gaviota, donde encontramos dos calas poco profundas que se han ido formando de forma natural durante el tiempo.

En esta pequeña cala no hay tumbonas ni sombrillas. Pero lo que si que hay es un precioso paseo con bancos y miradores para el sol y una gran variedad de cafés y restaurantes. El paisaje lo convierte en un lugar perfecto para caminar, patinar o incluso correr.