El nuevo pueblo más bonito del mundo está en España: una villa porticada rodeada de montañas que es la escapada perfecta para el otoño
De arquitectura tradicional y con poco más de 2.000 habitantes, ya fue reconocida como Primera Villa Turística de la región.

Ya tenemos los nombres de los destinos elegidos como Mejor Pueblo Turístico del Mundo. Solo 52 aldeas privilegiadas han sido seleccionadas en la nueva edición de The Best Tourism Villages organizada por ONU Turismo, dentro del Programa de las Naciones Unidas de Turismo para el Desarrollo Rural. Y dos de los nuevos pueblos son españoles.
Uno de ellos es Agaete, en Gran Canaria, y el otro, un paraíso de montaña perdido en el norte de la península, en La Rioja. Un lugar en el que, a pesar de estar a los pies de la sierra de la Demanda, rodeado de un paisaje de altas cumbres que en invierno se cubren de nieve, no existe el frío; casi, casi en sentido literal.
Porque se trata de un pueblo famoso por sus mantas de mohair, uno de los productos más reconocibles de la región, y todo un icono textil que lleva el nombre de Ezcaray cosido en sus paños de lana desde 1930. Son los grandes herederos de aquella industria textil que dio fama a la región en el siglo XVIII.

Dónde está el pueblo español más bonito del mundo
Ezcaray es el precioso pueblo del que estamos hablando. Una villa de arquitectura tradicional que, antes de ser elegida Mejor Pueblo Turístico del Mundo, ya fue reconocida como Primera Villa Turística de La Rioja. Gracias sobre todo a su casco antiguo, de arquitectura típicamente popular, y el paisaje natural que rodea la villa.

Ubicado en la parte alta del valle del Oja, en un rincón perdido al suroeste de la comunidad, Ezcaray es un pueblo ejemplar de apenas 2.000 habitantes que conserva un entramado de callejuelas y soportales que conducen hasta preciosas plazas porticadas. El encanto es total, y el buen estado de conservación de sus edificios más emblemáticos, digno de admiración.
Qué ver en el nuevo pueblo de España más bonito del mundo
Una vista a Ezcaray debe incluir, sí o sí, su centro histórico, en el que sobresalen palacetes como los de Torremuzquiz y del Ángel. Además de la Real Fábrica de Paños de Santa Bárbara, el gran icono cultural de la villa: dio prestigio (y mucho trabajo) a la industria textil de la villa durante el siglo XVIII.

La iglesia románica de Santa María la Mayor, ampliada después durante diferentes siglos y estilos arquitectónicos, es otra de las joyitas del patrimonio de Ezcaray. De una sola nave, en su portada cuenta con un arco de triunfo manierista, y en el interior, un retablo de estilo hispano-flamenco del siglo XVI. Bellísimo.
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