La muralla medieval más peculiar de España está en un pequeño pueblo catalán de tan solo 18 habitantes

En la comarca leridana de la Segarra descubrimos un pequeño pueblo que, para los amantes de la arquitectura medieval, es una joya. Allí vamos a visitar la muralla más peculiar de España que, además, encierra entre sus muros una interesante leyenda.

Los orígenes de Montfalcó Murallat se remontan al siglo XI, cuando se construyó sobre la confluencia del Sió como una fortaleza para proteger a los habitantes de las incursiones enemigas.

A día de hoy la muralla está perfectamente conservada, rodeando completamente el núcleo urbano. Este recinto cerrado ha permitido que el pueblo conserve su estructura original, con calles estrechas y casas de piedra que nos trasladan a épocas pasadas. Al cruzar su única puerta de acceso, la portal villa closa, los viajeros descubrirán un ambiente mágico que transporta a la Edad Media.

Explorando Montfalcó Murallat

Uno de los aspectos más destacados de Montfalcó Murallat es su tamaño compacto, que permite explorarlo en pocas horas. Dentro de sus murallas, se puede pasear por un entramado de calles que conducen a pequeñas plazas y rincones en los que se respira calma. La plaza mayor, situada en el centro del pueblo, es el centro neurálgico y un lugar perfecto para hacer una pausa y admirar la arquitectura que lo rodea.

Con el tiempo, alrededor de la muralla se construyeron una quincena de casas adosadas, es decir, que la muralla se aprovechó como pared trasera de las viviendas. El portal da a la plaza, donde también podemos ver la cisterna que a día de hoy sigue en funcionamiento y almacena el agua del pueblo.

Entre los edificios más notables se encuentra la iglesia de Sant Pere, una edificación románica que refleja la importancia religiosa del pueblo durante la Edad Media. Se construyó aprovechando una torre circular de defensa para la construcción del ábside y el edificio ha sido reformado y reconstruido a lo largo de la historia. La transformación más importante se hizo entre los siglos XVII y XVIII, de estilo gótico, cuando se construyó la torre del campanario. Finalmente, se actualizó con estilo renacentista.

Otra de las características que hacen de Montfalcó Murallat un pueblo único es la ausencia de vehículos dentro del recinto amurallado. Algo muy de agradecer cuando se pasea entre sus calles empedradas.

La leyenda de Montfalcó Murallat

Cuenta la leyenda que Montfalcó se vio asolado por los estragos de la guerra. Los enemigos sitiaron el pueblo con el fin de que la gente se rindiera cuando el hambre y la sed empezaran a hacer estragos.

A modo de burla lanzaron al interior de las murallas un mensaje invitando a la rendición con una barra de pan atada. Y, para su sorpresa, recibieron una respuesta inesperada. Los habitantes del pueblo, lejos de rendirse, les lanzaron un pescado fresco demostrando que no tenían pensado claudicar. Los enemigos abandonaron el lugar y, con el tiempo, se descubrió que había una mina que iba de Les Oluges a Montfalcó Murallat, por la cual entraban alimentos cada día.

Paisajes que cautivan en la comarca de la Segarra

El entorno natural que rodea Montfalcó Murallat es igual de impresionante que el propio pueblo. Para los amantes del senderismo, constituye un punto de partida ideal, puesto que existen varias rutas que conectan el pueblo con otros lugares de interés en la comarca de la Segarra.

Y ninguna visita a Montfalcó Murallat estaría completa sin disfrutar de su gastronomía. En los alrededores del pueblo, se pueden encontrar restaurantes que ofrecen platos tradicionales catalanes elaborados con ingredientes locales. El pan con tomate, la butifarra y los calçots son solo algunas de las delicias que el viajero podrá saborear. Además, la región es conocida por sus vinos, por lo que acompañar la comida con una copa de vino local es una experiencia de lo más completa.

En definitiva, si quieres descubrir la muralla medieval más peculiar de España, deberás trasladarte a este pequeño pueblo catalán de tan solo 18 habitantes en el que te sumergirás en una atmósfera medieval de cuento Disney gracias a un entorno natural privilegiado.