La mejor ruta de senderismo de España se llama Faro del Caballo y es perfecta para hacer en noviembre
Descubre una de las rutas más bonitas de España, donde disfrutarás del camino pero también del destino final, el impresionante Faro del Caballo.

Un faro al borde de un acantilado daba la bienvenida a los barcos que llegaban por el Cantábrico. Avisándoles de que, pronto, hallarían esa tierra tan buscada y apreciada por aquellos que no la pisan durante meses. Ahora no recibe a los navíos, sino a las personas que van en busca de alcanzar su silueta y sentirse como un marinero en tierra, aunque llegande a él a pie y no atravesando el mar. Se llama Faro del Caballo y el camino hacia él es una de las mejores rutas de senderismo de España. Perfecta para hacer en noviembre.
Con los años se ha convertido en un símbolo indiscutible de Cantabria, sobre todo del municipio en el que se ubica, Santoña, y se muestra como una meta después de recorrer una espectacular ruta entre bosques, acantilados y playas vírgenes. El faro, al que se accede bajando 736 escalones, comenzó a funcionar el 31 de agosto de 1863, bajo un proyecto que buscaba mejorar la seguridad marítima en una zona especialmente accidentada. El lugar escogido ofrece una vista extraordinaria sobre el mar, por lo que es el punto ideal.

Precisamente fue la ubicación la que dificultó su construcción. Los famosos escalones los labraron los presos del Cuartel del Presidio de Santoña, por lo que son testigo de horas de trabajo y esfuerzo bajo el sol cántabro. El faro se dividía en dos bloques, la vivienda del farero, un edificio rectangular en dos alturas; y la torre del faro, la estructura más emblemática. El nombre lo tomó del punto más elevado de la zona, el Alto del Caballo, cuyo nombre, a su vez, deriva de la forma que presenta, que recuerda a la de un caballo.

Aunque lleva sin funcionar desde mediados de la década de 1990, continúa siendo uno de los mayores atractivos de la provincia, recibiendo miles de visitantes cada año que van en busca de las leyendas más misteriosas de la zona. Se habla de fantasmas que habitan en sus ruinas y de tesoros escondidos bajo sus cimientos, pero lo que verdaderamente atrae a los caminantes es la belleza del entorno, así como el impresionante camino que hay que recorrer para llegar a él.
La ruta hacia el Faro del Caballo
La villa marinera se encuentra en lo que un día fue una isla frente a la desembocadura del río Asón que se une al Cantábrico formando el Monte Buciero, también conocido como el Peñón de Santoña. Allí se cierra la bahía y ahí mismo comienza el camino, en la iglesia de Santa María del Puerto. Se debe ascender por la Calle Monte hasta el Fuerte San Martín, del siglo XVII. Entre este y el Fuerte de San Carlos se encuentra el monumento de la Virgen del Puerto, construida allí en 1996 para velar por los marineros.

La carretera -a partir de este punto solo accesible para residentes- se convierte en un camino de piedra cada vez más empinado, al borde de la ría frente al arenal de Laredo por donde se observa navegar a los veleros de aficionados. El camino continúa por el bosque de encina y laurel, con decenas de miradores entre medias para detenerse a contemplar unas vistas únicas, como desde la Peña del Fraile, en cuyo interior se hallan restos prehistóricos. Poco más adelante, nos topamos con la Casa de la Leña, donde el bosque alcanza su tramo más húmedo y sombrío.

Tras una hora caminando, frente a nosotros se erigen dos señales: hacia la izquierda se va al Fuerte del Mazo rodeando todo el Monte Buciero y a la derecha se llega al Faro del Caballo. Entonces descienden, casi de forma vertical, las célebres, al tiempo que temidas, escaleras. Aunque son 736 escalones y hay que estar preparado para bajarlos -y después subirlos-, hay varias zonas de descanso que permiten al caminante detenerse a contemplar las increíbles vistas antes de alcanzar uno de los faros más bonitos de España.
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