El mapa de España con las playas y piscinas naturales más bonitas de cada provincia en 2025
Desde las bucólicas playas gallegas donde la montaña se fusiona con el mar hasta las calas de roca menorquinas, pasando por las playas fluviales castellanas, estas son las mejores playas y piscinas naturales de 2025. Una cuidada selección de la redacción de la revista VIAJAR para que tengas un verano pasado por agua.

Que nuestro país es un paraíso para los amantes de la playa ya lo sabemos. Los más de 7.900 kilómetros de costa que acumula el territorio español son hogar de calas, arenales y acantilados rocosos en los que perderse y dejarse encontrar.
Pero no todas las zonas de baño miran al mar. El interior de nuestro país está salpicado de piscinas naturales, pozas y pantanos que hacen que cualquier provincia tenga un lugar idílico donde refrescarse en los meses de verano. No lo olvidemos: España es el país del mundo con más playas con bandera azul, y en no pocas de ellas se navega agua dulce.
El equipo de VIAJAR ha recorrido la península huyendo del calor precoz de este verano, explorando desde las bucólicas playas gallegas donde el verde de los pinos se fusiona con el mar hasta las calas de roca menorquinas, pasando por las cascadas avilesas; para traeros la selección ya hecha y preparada para incorporar a vuestro itinerario. Estas son las mejores playas y piscinas naturales en 2025.

Andalucía
Almería: Playa de los Muertos
Aunque su nombre es un poco tétrico, el paisaje que ofrece esta playa es un paraíso. Es la muestra de que todo esfuerzo tiene su recompensa: para llegar hasta ella es necesario hacer una caminata de 20 minutos desde el aparcamiento más cercano. Pero el entorno virgen que recibe al visitante hace que merezca la pena.

Cádiz: Playa de Bolonia
Famosa por su enorme duna móvil, sus ruinas romanas de Baelo Claudia y su ambiente relajado. Es una de las últimas playas vírgenes de la costa gaditana, con aguas claras, un amplísimo arenal blanco y un bosque de pinos amparando al bañista.

Córdoba: Playa de Valdearenas en Iznájar
¿Quién dijo que en Córdoba no hay playa? El embalse de Iznájar es responsable de esta preciosa playa fluvial con chiringuito, merenderos y vistas panorámicas. En ella se practican deportes acuáticos como paddle surf, navegación y kayak.

Granada: Playa de la Rijana
Pequeña, salvaje y con un agua que parece de acuario, la playa de la Rijana es perfecta para los amantes del snorkel. Un rincón apartado de la Costa Tropical donde el tiempo se detiene entre acantilados y fondos marinos llenos de vida. No suele haber cobertura, pero ¿quién necesita WhatsApp cuando puedes nadar con peces?

Huelva: Playa de Cuesta Maneli
Una pasarela de madera entre dunas te lleva a esta playa virgen situada entre Matalascañas y Mazagón. Salvaje, tranquila y con kilómetros de arena dorada, es un paraíso dentro del Parque Nacional de Doñana. Hay que andar un rato para llegar, pero merece la pena cada paso. Aquí solo suena el viento y las gaviotas.

Jaén: Charco del Aceite
En pleno corazón de la Sierra de Cazorla, este remanso del Guadalquivir es uno de los lugares más mágicos de Jaén. Sus aguas limpias, las formaciones rocosas y la sombra de los árboles lo convierten en planazo veraniego. El nombre engaña, ¡no hay aceite, solo frescor! Ideal para una jornada de campo y chapuzón.
Málaga: Playa de Maro
Una cala escondida entre acantilados y cultivos de aguacate, con agua turquesa y ambiente tranquilo. Playa ideal para snorkel o kayak, con cuevas y formaciones rocosas de fondo. Acceso algo difícil, pero recompensa asegurada. Si te gusta lo salvaje y natural, este rincón es para ti.

Sevilla: Playa Fluvial de San Nicolás del Puerto
Formada a orillas del río Galindón, esta playa fluvial es una de las más concurridas de la zona. Con más de 350 metros de largo y un ancho de 40 metros esta se ha convertido en la opción perfecta para los que buscan sofocar el calor sin salir de la provincia de Sevilla. Una playa de interior en la que encontrarás accesos adaptados para personas con discapacidad física, baños, duchas y merenderos en medio de un precioso espacio natural. Si eres más disfrutón encontrarás un par de chiringuitos donde podrás beber y comer algo rico. ¡Planazo para este verano!
Aragón
Huesca: Salto de Bierge
Un clásico del baño natural aragonés: el Salto de Bierge es una enorme poza con cascada incluida, rodeada de naturaleza salvaje. Es fotogénico, refrescante y famoso entre senderistas y aventureros. Eso sí, en verano conviene madrugar para evitar aglomeraciones. Aguas bravas, pero momentazos asegurados.

Teruel: Pozas de la Pesquera, Beceite
Cerca de Beceite, se encuentran las Pozas de la Pesquera, unas pequeñas piscinas de agua que el río Ulldemó crea a lo largo de aproximadamente cinco kilómetros. Todas son accesibles a pie o en coche a través de una buena pista que está asfaltada solo hasta la primera poza, la de Toll de l’ Olla.

Zaragoza: Pozas de Pígalo y Arba de Luesia
Es uno de los lugares más bonitos de Zaragoza, en forma de una gran poza de agua dulce (la de Pígalo) ubicada en el río Arba de Luesia. Es de fácil acceso, popular y bastante concurrida durante los meses del verano. Aquí encontrarás un escenario único: entre enormes pliegues de roca que forman auténticas paredes naturales de piedra entre las que veras a los bañostas tirandose desde las alturas. Para los que buscan mayor comodidad en la zona hay habilitada una gran zona rodeada de pinares con mesas que sirve como merendero.

Asturias
Asturias: Playa de Gulpiyuri
A pesar de que en Asturias hay más de 400 kilómetros de costa, nos hemos querido ir al interior para descubrir este pequeño milagro natural: una playa interior sin mar a la vista, formada por una cueva que conecta con el Cantábrico. Cuando sube la marea, el agua entra formando esta playa de arena blanca y paisaje kárstico, declarada Monumento Natural.

Canarias
Las Palmas: Playa de Las Canteras
Kilómetros de arena fina, arrecife natural y ambiente cosmopolita hacen de Las Canteras una de las mejores playas urbanas del mundo. Aquí se puede bucear entre peces, tomar el sol todo el año o cenar con vistas al mar. Hay espacio para todos: surfistas, jubilados nórdicos y familias felices. ¡Una joya urbana!

Santa Cruz de Tenerife: Playa de Las Teresitas
Quizás no sea el lugar idóneo para los que buscan una playa tranquila. Pero, como todo en la vida, lo bueno está cotizado. Esta playa se encuentra muy cerca de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y es, como no podía ser de otra forma, uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. Chiringuitos, socorristas, aparcamientos y aguas cristalinas y tranquilas hacen de esta una de las playas más bonitas de la isla (y de España).

Cantabria
Cantabria: Playa de Langre
El verde y el turquesa se dan la mano en la Playa de Langre. Es una de las joyas de la costa cantábrica, un arenal largo y salvaje al que se accede por unas escaleras talladas en el acantilado que bajan desde las lustrosas praderas hasta el mar.

Castilla-La Mancha
Albacete: Charco de las Canales
Uno de los pueblos más bonitos de la Sierra del Segura, Letur, ofrece mucho más que un trazado morisco. En su territorio se encuentra esta piscina natural de agua cristalina completamente rodeado de verde que parece salido de un cuento de hadas.

Ciudad Real: Lagunas de Ruidera
Agua de cristal, cascadas y deportes acuáticos: esta piscina natural lo tiene todo. El parque natural de Lagunas de Ruidera conecta más de una docena de lagunas escalonadas mediante saltos de agua, lo que lo convierte en un paraíso para el baño, los paseos en kayak o la observación de aves.

Cuenca: Pozas del río Escabas
A su paso por la provincia de Cuenca, hay un tramo en que el río Escabas forma pozas y pequeñas cascadas de aguas frías y limpias. Es una zona ideal para el baño, sobre todo en lugares como el Puente de Vadillos, donde los parajes fluviales aparecen rodeados de roca y bosque dando al paisaje un aire bucólico.

Guadalajara: Pozas de Marte
Conocidas con el nombre de Cascadas de Aljibe, son una de las más bonitas del país. Se encuentran en Roblelacasa, una pequeña pedanía con tan sólo una treintena de vecinos. Los dos itinerarios que la conforman atraviesan montes inundados de vegetación, en los que podrás encontrar maravillosos ríos y arroyos y, demás, llegan hasta las pozas más espectaculares que te puedes imaginar y cascadas imponentes que enamoran a todos los amantes de la naturaleza.
Toledo: Embalse de Cazalegas
Una opción perfecta para los que buscan una playa de interior en la provincia de Toledo. Aquí, como ellos mismos detallan, disfrutarás de “un buen baño en plena naturaleza a los pies de la Sierra de San Vicente”. Además de eso también podrás practicar deportes de agua como windsurf, canoa, vela o piragüismo. Si estás preocupado por si tendrás hueco para tu toalla, tranquilo... porque tiene una amplia zona de ribera rica en flora y fauna con espacio de sobra para que lo hagas.

Castilla y León
Ávila: Piscina del Risquillo
La Piscina Natural de Guisando, también conocida como el Charco El Risquillo, parece haberse escapado del sudeste asiático. Enclavada en mitad de la Sierra de Gredos, tiene instalaciones, merenderos y un acceso cómodo, pero conserva el encanto y la frescura de las aguas de montaña.

Burgos: Pozo Azul
Este nacimiento de aguas subterráneas es uno de los más profundos explorados de Europa y la cueva subacuática más larga del mundo. Aunque el baño es frío (entre 9 y 11 grados) y la entrada solo se permite a expertos buceadores, su color azul intenso y su ubicación en un cañón natural lo hacen único.

León: Playa fluvial de Vega de Espinareda
Una joya del Bierzo: esta playa fluvial tiene zona de césped, agua cristalina y un monasterio románico de fondo. Un lugar perfecto para refrescarse tras una ruta por los montes bercianos. Además, tiene chiringuito, sombra y mucha paz. Si buscas relax y baño, este es tu sitio.
Palencia: Embalse de Cervera
En este embalse, además de una de las panorámicas más bonitas de la zona, encontrarás una amplia lámina de agua dulce perfecta para el baño. Sus corrientes prácticamente nulas y el entorno repleto de pinares y campos lo hacen el lugar perfecto para pasar un día en familia. En los últimos años, además, se han habilitado accesos al agua. Lo que ellos denominan “pequeñas playas” de grava donde poder colocar toallas o sombrillas. O lo que es lo mismo: se acabó pasar calor en Palencia.

Salamanca: Playa fluvial del Puente de Congosto
Esta playa fluvial la encontramos a las afueras del pueblo con nombre homónimo. Una playa a la que se puede llegar caminando a través de un precioso paseo a orillas del río o en coche, con el que tendrás que atravesar un camino de tierra. Encontrarás una gran piscina natural de unos 300 metros de longitud, en forma de presa que retiene las aguas del río Tormes. Además de aguas cristalinas aquí encontrarás también un chiringuito y una buena dosis de naturaleza.

Segovia: Calderas del Río Cambrones
Es uno de los parajes más bonitos de Segovia: unas grandes marmitas de gigante esculpidas en la roca por la caudalosa corriente del Río Cambrones. Un lugar muy frecuentado en verano para el baño por una curiosa costumbre desde hace más de un centenar de años. Sus aguas nacen a unos quince kilómetros hasta que llegan a estas calderas, donde sus numerosas fuentes convierten su caudal en el más frío de la zona. Eso sí... refrescarse no es una opción, es un hecho.

Soria: Playa Pita
Es uno de los enclaves naturales más bonitos de Soria. Un lugar en el que encontrarás una amplia extensión de arena fina, aguas cristalinas y un frondoso bosque de pinos que es perfecto para los que buscan un poco de sombra y frescura. Un lugar perfecto para practicar actividades al aire libre, bañarse y pasar un día en familia estupendo. Una playa que durante los meses de julio y agosto se llena de locales en busca del deseado descanso del sol y que, te aseguramos, te fascinará.

Valladolid: Playa de las Moreras
Los vallisoletanos que no tenían la posibilidad de ir de vacaciones al norte echaban de menos poder disfrutar del mar, por lo que en 1951 se instaló una modesta playita junto al río Pisuerga. A la playa de Valladolid no le faltan detalles y comodidades. Cuenta con baños, duchas, aparcamiento, máquinas de gimnasio, red de vóley playa y, como no podía ser de otro modo, un chiringuito muy agradable. Además, la Playa de las Moreras es el escenario de grandes eventos de la ciudad, como las orquestas de las fiestas de Valladolid o las hogueras de la mítica noche de San Juan.

Zamora: Playas del Lago de Sanabria
Cuenta con 4 playas perfectas para sofocar el calor del verano: la Playa de los Enanos, la Playa Grande o Viquiella, la Playa El Folgoso o la Playa Chica. Todas ellas son perfectas para los que buscan una de las playas de interior más bonitas y escénicas del interior de España, en el famoso Lago de Sanabria.

Cataluña
Barcelona: Playa de Castelldefels
Amplia, con dunas protegidas y vistas a la sierra del Garraf, Casteldefells es una de las mejores playas del área metropolitana de Barcelona. Aunque urbanizada, tiene tramos tranquilos, buena conexión en tren y espacio más que suficiente para desconectar y disfrutar de una buena playa sin ir muy lejos.

Girona: Cala Pola
Una cala de postal escondida entre acantilados y pinares, Cala Pola es uno de los secretos mejor guardados de la Costa Brava. Aguas cristalinas, ambiente tranquilo y un paisaje de escándalo. Ideal para los que buscan desconexión sin renunciar al encanto mediterráneo. Lleva bocata, porque no querrás moverte en todo el día.

Lleida: Pantano de Sant Antoni
En la confluencia de los Pirineos y la llanura, este embalse es perfecto para deportes acuáticos o simplemente para remojarse con vistas. Sus aguas limpias y su entorno de montaña lo convierten en un paraíso para quien busca naturaleza sin agobios. Ideal para ir con la nevera portátil y pasar el día.

Tarragona: Cala Fonda o Waikiki
Si pensabas que ya lo habías visto todo en las playas catalanas, es que aún no has puesto un pie en Cala Fonda. Esta cala escondida en la costa de Tarragona, también conocida como “Waikiki”, es el lugar que te imaginas cuando piensas en aislarte un rato del mundo y disfrutar de la esencia mediterránea. Lejos de los chiringuitos abarrotados y de las sombrillas que se pisan unas a otras, Cala Fonda es el sueño hecho realidad para quienes buscan sol, mar y naturaleza… pero sin público.

Comunidad Valenciana
Alicante: Cala Granadella
Hay que desplazarse hasta Jávea para descubrir esta cala de roca y grava, de aguas turquesas y protegida por pinos. Se encuentra algo alejada del centro, lo cual dificulta su acceso a los turistas locales, pero ayuda a preservar su tranquilidad.

Castellón: Cala del Moro de Alcossebre
Pequeña y poco frecuentada, esta desconocida cala se encuentra enclavada en la Sierra de Irta, un espacio natural protegido. La rodea la vegetación mediterránea, lo que la hace perfecta para los que aman las playas en las que el verde y el turquesa se dan la mano. Es tranquila, con arena fina, agua clara y sin construcciones alrededor.

Valencia: Playa del Saler
La Playa del Saler es un auténtico paraíso de la ciudad de Valencia. Situada en el Parque Natural de la Albufera, esta playa combina hermosos paisajes, dunas vírgenes y aguas tranquilas, ideal para aquellos que buscan unas horas de desconexión. Su entorno natural está en perfecto estado de conservación y sus finas arenas se extienden a lo largo de varios kilómetros, con innumerables dunas bordeadas de una vegetación exhuberante. Sus calmadas aguas permiten también la práctica de deportes acuáticos como el windsurf o el kitesurf. Además, cuenta con algunos chiringuitos y restaurantes a pie de playa para probar la deliciosa gastronomía valenciana.

Extremadura
Badajoz: Playa de Cheles
Mirando sobre el río Guadiana se levanta el pantano de Alqueva. Es ahí donde se ha acondicionado esta Playa de la Dehesa o de Cheles. Ubicada junto a la frontera con Portugal, este arenal cuenta con servicios, zona de baño delimitada y chiringuito. El entorno es amplio, natural y perfecto para pasar el día junto al agua en verano.

Cáceres: Pozas de Jarandilla de la Vera
En la comarca de La Vera, famosa por sus gargantas, Jarandilla tiene varias pozas naturales donde el agua desciende limpia de la sierra. Las más conocidas están cerca del puente romano y sus aguas de un turquesa que fascina ofrecen zonas amplias de sombra.

Galicia
Lugo: Playa de las Catedrales
Con sus impresionantes arcos y cuevas tallados por el mar, esta playa es un espectáculo natural que deja sin palabras. El mejor momento para visitarla es con marea baja, cuando pasear entre sus formaciones es como entrar en una catedral gótica de roca. Lleva calzado cómodo y reserva hora: es un templo natural muy demandado.

A Coruña: Playa de Mar de Fóra
Situada a espaldas de la población de Finisterre, esta playa salvaje de fuerte oleaje es un arenal ideal para pasear y admirar el paisaje mientras seguimos sus pasarelas de madera hasta alcanzar su mirador. Abierta a mar abierto, es una parada obligatoria en el Camino de los Faros, antes de llegar al faro de Finisterre.

Ourense: Playa fluvial de A Cova
Es la zona de baño más conocida de Ourense, un lugar animado con un arenal que aprovecha una curva del río Miño para crear un lugar tranquilo e ideal para el baño. Aquí, además de unas aguas perfectas (aunque un poquito frescas) te encontrarás rodeado de un paisaje natural en el que predominan los viñedos. En esta playa fluvial también puedes hacer deportes de todo tipo: paddle surf, kayak, pedaletas o, simplemente, pasear por los senderos del entorno. O, si eres más disfrutón, puedes acercarte al restaurante que se encuentra a los pies de la misma playa. ¡Planazo!

Pontevedra: Playa de Rodas, Islas Cíes
No es que sea una de las playas más bonitas de España. Es que es, según diversos medios internacionales como ‘The Guardian’, una de las más bonitas del mundo. Estos medios la han catalogado como “un paraíso de arena blanca y fina con aguas cristalinas”. No es para menos, pues se enmarca en un entorno natural protegido, el de las Islas Atlánticas. Una opción perfecta para los que buscan una playa bonita y un emplazamiento único en el mundo. Eso sí... tendrás que resistir a sus aguas, unas de las más frías que hemos probado en nuestra vida. Pero merece la pena.

Islas Baleares
Islas Baleares: Cala Macarella
Aguas turquesas, arena blanca y rodeada de pinos: Cala Macarella es la joya menorquina por excelencia. Acceder a ella implica caminar un poco, pero el premio es una de las calas más espectaculares del Mediterráneo. Es como estar en el Caribe sin salir de España. Lleva cámara, porque vas a querer fardar en Instagram.

La Rioja
La Rioja: Embalse de La Grajera
Aunque La Rioja no tiene mar, tiene este embalse rodeado de zonas verdes, perfecto para un respiro veraniego. Ideal para pasear, remar en kayak o tumbarse al sol con vistas al viñedo. Un plan tranquilo a solo unos minutos del centro de Logroño. Aquí se viene a desconectar… y luego a tapear con un buen vino.

Madrid
Madrid: Piscinas naturales de Las Presillas
Tres piscinas naturales alimentadas por el río Lozoya, con vistas al pico Peñalara y césped para tumbarse al sol. Es la escapada perfecta desde la capital para refrescarse sin pisar la costa. Si vas en finde, madruga, ya que no vas a ser el único con esta brillante idea. ¡Plan de sierra y bocata obligatorio!

Murcia
Murcia: Cala Cerrada
Pequeña, de difícil acceso y con aguas transparentes, esta cala es una joya escondida del litoral murciano. Rodeada de formaciones rocosas, es ideal para hacer snorkel o desconectar del mundo. No hay cobertura, ni falta que hace. Aquí mandan el silencio y las olas.

Navarra
Navarra: Embalse de Alloz
Es uno de los lugares favoritos de los navarros para soportar el sofocante calor del verano. Ubicado entre los valles de Yerri y Guesalaz, este es uno de los embalses más importantes de Navarra. Un pequeño mar de aguas salinas alimentado por los ríos Salado y Ubagua. Aquí podrás practicar deportes y actividades acuáticas como vela, windsurf, paddle surf, piragüismo o hidropedales para los que buscan un poco de turismo activo. Si te quieres bañar también hay áreas acondicionadas para ello: Lerate y Ugar. ¡Uno de nuestros favoritos para el verano, sin duda!

País Vasco
Álava: Pozas de la Tobería
Es un camino que requiere cierto esfuerzo: hay que adentrarse entre hayedos y senderos para llegar a las cascadas de la Tobería. Este conjunto de decenas de saltos y pozas ubicado en el entorno de Entzia parece salido de una película de ciencia-ficción. La mayor pega es que el baño está restringido para conservar el ecosistema, pero el paisaje es de cuento y el paseo hasta allí vale la pena.

Vizcaya: Playa de Barinatxe
‘La salvaje’, así denominan los locales a la Playa de Barinatxe, uno de los arenales vizcaínos con más tradición naturista, sobretodo en su parte oeste. En ella, el mar y la montaña se dan la mano para dibujar paisajes tan impresionantes como este.

Gipuzkoa: Playa de Itzurun
Famosa por sus espectaculares acantilados en forma de flysch, esta playa es un regalo geológico del Cantábrico. Ideal para surfistas, paseantes empedernidos o fans de Juego de Tronos. La mezcla de olas bravas y paisajes de otro planeta hacen que el plan perfecto sea; bocata, buena compañía y atardecer.

Ahora sí... no tienes excusa para pasar un verano sofocado. ¡Disfruta!
Síguele la pista
Lo último
