El faro más aislado de España es también el más impresionante: solo se puede llegar caminando 3 kilómetros por un acantilado

Situado entre las rías de Pontevedra y Vigo, su luz tiene un alcance de hasta 12 kilómetros.

El llamativo faro de color rojo al que solo se puede llegar por un sendero de 3 kilómetros
El llamativo faro de color rojo al que solo se puede llegar por un sendero de 3 kilómetros / Istock / Rudolf Ernst

De las edificaciones más características y peculiares que ha creado el ser humano, los faros -a pesar de su básica función- tienen unos diseños de lo más interesantes; cada uno tiene un estilo propio, a veces pintados de colores brillantes, más altos o más bajos, de hormigón o de ladrillos, ... Incluso el enclave en el que se encuentran varía con cada faro, pues se pueden erigir en acantilados, playas, o pequeños islotes. Pero si una cosa tienen en común todos y cada uno de los faros que encontramos repartidos por las costas de todo el mundo, eso es las espectaculares vistas y paisajes que nos ofrecen.

Los faros son construcciones únicas que se adaptan al entorno en el que se encuentran

Los faros son construcciones únicas que se adaptan al entorno en el que se encuentran

/ Istock / StreetFlash

En Galicia, entre las rías de Pontevedra y Vigo, la reserva natural de Costa da Vela se extiende alrededor de los 8 kilómetros. Es en su extremo sur que se delimita el Cabo Home, que tiene un faro en cada una de sus tres puntas. El del medio de los tres, y el más llamativo visualmente, es el faro de Punta Robaleira. De propiedad pública y construido en el 1918, es una torre cilíndrica de piedra de baja altura, con una terraza en su estructura que se abre hacia el mar, y está pintada de un vistoso color rojo que lo hace muy reconocible, además de servir como alerta por la peligrosidad de las aguas de la zona.

Adriana Fernández

Muy cerca del faro hay una cruz de piedra, levantada en recuerdo a Pepe Ruíz, un marinero que, años atrás, sufrió una avería en el motor de su barco, por lo que fue arrastrado por las violentas corrientes hacia las rocas, sin que nadie pudiera acudir en su ayuda. Esto nos recuerda aún más lo peligrosas que son estas aguas, y el cuidado que debemos tener si nos encontramos en su cercanía.

Bajando un poco por el acantilado donde se erige el faro se puede ver por entre las rocas el faro de Cabo Home, una torre de tres pisos que se eleva hasta los 18 metros de altura, pintada de color blanco, excepto la puerta, las ventanas, y algunos detalles, que están pintados de color azul marino. Muy parecido es el faro de Punta Subrido, también de color blanco y con la puerta y las ventanas de azul marino; lo que lo diferencia del de Cabo Home es que su altura es menor.

El color rojo del faro de Punta Robaleira es para remarcar todavía más lo peligrosas que son las aguas de su alrededor

El color rojo del faro de Punta Robaleira es para remarcar todavía más lo peligrosas que son las aguas de su alrededor

/ Istock / Mercedes Rancaño Otero

Son varios los senderos que recorren el espacio de Costa da Vela, llevando a aquellos que los transitan hasta las varias playas de la zona, así como a los faros que la protegen. De una dificultad muy baja, el sendero de Punta Robaleira se escinde de una de las variantes del sendero de Cabo Home, a través del cual se puede llegar igualmente a los otros faros del cabo, el de Cabo Home y el de Punta Subrido.

Los senderos que atraviesan la zona permiten a los visitantes descubrir la maravilla del entorno

Los senderos que atraviesan la zona permiten a los visitantes descubrir la maravilla del entorno

/ Istock / makasana

Los alrededores del faro

Después de maravillarse con la singularidad del faro de Punta Robaleira merece mucho la pena seguir recorriendo los senderos de Cabo Home, para poder así deleitarse con unas vistas deslumbrantes al Atlántico y gozar de un entorno natural espectacular. Son varias las parroquias y aldeas pertenecientes al municipio de Cangas que hay en Costa da Vela, en las vecindades de los faros, que puedes visitar de camino al faro: Donón, Vilanova, Pinténs, O Hío, o Nerga, entre muchas otras. En ellos, no solo podrás pasear por calles llenas de belleza, sino que podrás degustar la excelente gastronomía de Pontevedra, en la que abundan el pescado y el marisco de la más alta gama, e incluso visitar sus extensas playas de arena blanca.

La escultura de El Sireno, en la Porta do Sol de Vigo, representa la fusión entre el hombre y el mar

La escultura de El Sireno, en la Porta do Sol de Vigo, representa la fusión entre el hombre y el mar

/ Istock / Sima_ha

Dado el caso de que estés pasando varios días por allí, son casi de obligada visita las ciudades de Vigo y Pontevedra. En Vigo descubrirás la espectacular Concatedral de Santa María, construida a principios del siglo XIX y en cuyo interior se encuentra la imagen del Cristo de la Victoria; la Porta do Sol, centro neurálgico de la ciudad donde se erige la escultura El Sireno como símbolo de la fusión entre hombre y mar; o el casco antiguo, con cantidad de tiendas y restaurantes.

El Ponte da Burgo, en Pontevedra, es un puente medieval de origen romano

El Ponte da Burgo, en Pontevedra, es un puente medieval de origen romano

/ Istock / Lisi Sutil

Por otro lado, si te desplazas hasta Pontevedra podrás ir a la Plaza de la Peregrina, con la escultura del loro Ravachol y la iglesia de la Virgen Peregrina, declarada monumento histórico-artistico; también podrás visitar las ruinas de Santo Domingo, pertenecientes a un convento del siglo XIV; o cruzar el Ponte do Burgo, un puente de origen romano que cruza el río Lérez y que forma parte de la ruta del Camino de Santiago Portugués.

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