Escapada aventurera y romántica

En lo alto de las montañas que coronan el valle del Miera, el más agreste de los valles pasiegos, se ubican estos alojamientos únicos. El punto de partida (y de regreso) perfecto para explorar Cantabria.

Chulavista Bubble (Cantabria)
Chulavista Bubble (Cantabria) / @josefilemon

En la recta final del año, necesitamos un paréntesis de calma entre el estrés del trabajo que ya empieza a acumularse y la vorágine navideña que se perfila en el horizonte. Y, si algo ofrece Cantabria, son opciones para desconectar: recorrer a pie senderos y bosques, visitar pueblos de postal, ponernos las botas con su contundente gastronomía y entregarnos luego al relax y el descanso en estos singulares y bellísimos alojamientos.

Chulavista Bubble (Cantabria)

Chulavista Bubble, para dormir bajo las estrellas con todas las comodidades.

/ @josefilemon

Chulavista Bubble es una burbuja transparente que permite dormir bajo las estrellas, con total privacidad y con todo el confort que podamos desear: wifi, jardín con jacuzzi, barbacoa...

Chulavista Domo (Cantabria)

Chulavista Dome, un confortable alojamiento en los árboles.

/ Gabriel Horcajada

Chulavista Dome, por su parte, es un domo geodésico erigido entre 3 grandes fresnos que ofrece una inigualable perspectiva del otoño cántabro. El jardincito privado y la chimenea ponen la guinda a este encantador refugio.

Interior de Chulavista Dome

Interior de Chulavista Dome.

/ Gabriel Horcajada

Ambos alojamientos están a 16 kilómetros del pueblo de Liérganes y a menos de una hora en coche de lugares como Santander, Santillana del Mar, Cabárceno y las playas de Langre y Galizano.

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