El desconocido pueblo de Soria que tiene la arquitectura romana más espectacular de España: tiene un arco único, mosaicos del siglo II y una de las fachadas más bonitas de Castilla

El imperio romano tuvo mucho que ver en la creación de un gran número de ciudades españolas, pero en esta su repercusión se ve más reflejada aún.

Este precioso pueblo de Soria cuenta con muchos monumentos de origen romano
Este precioso pueblo de Soria cuenta con muchos monumentos de origen romano / Istock

"La patria del 'Cantar de Mio Cid'. La vemos desde tres o cuatro leguas, con su magnífica iglesia en medio, en luminosa, radiante silueta recortando el firmamento. Es una formidable alusión de heroísmo lanzada sobre seis leguas a la redonda". Así describía José Ortega y Gasset en 'El Espectador' un precioso pueblo escondido en el valle del Jalón en Soria. Un pueblo donde, además del Cid Campeador, la historia romana se mantiene más viva que nunca.

Se trata de Medinaceli, un lugar con encanto propio que, muchas veces, se pasa por alto. El escritor y filósofo destacó su imponente iglesia, pero es imposible pasar por alto su arco romano, único en toda España: es el único con tres vanos en todo el país. Esta arquitectura era típica de los monumentos triunfales de los emperadores y héroes romanos, pero de la antigua Hispania tan solo se mantiene este en pie y está fabulosamente bien conservado.

Adriana Fernández

Un arco romano único en España

Se ubica a más de 1.200 metros de altura y ya desde la sinuosa carretera se aprecia su forma. Se construyó en homenaje al emperador Augusto, pero lo que verdaderamente representa es el poder que tenía el imperio sobre aquellas tierras. No cuenta con ningún tipo de decoración y mide ocho metros de altura, pero lo más llamativo no es ni su ornamentación, ni su tamaño, sino que no ha sido prácticamente restaurado a pesar de ventosidad de Medinaceli.

Arco romano de Medinaceli en Soria

Arco romano de Medinaceli en Soria

/ Istock / Syldavia

En la época en la que se erigió, hacia el siglo I d.C., servía como puerta de entrada a la ciudad -el arco central se destinaba al paso de carruajes y animales y los laterales al de los humanos-. Hoy ese uso es tan solo un recuerdo, pero con algo de imaginación podemos intuir cómo fue aquella metrópolis y descubrir otros atractivos de origen romano que se esconden entre sus fronteras, demostrando que su ubicación era muy relevante para los romanos.

Los mosaicos romanos que reflejan un alto nivel cultural

La fuente de La Canal, la calzada o los colmenares son algunos ejemplos de la repercusión romana en este pueblo soriano. Pero si hay algo que destaca aún más por su belleza y por su valor son los mosaicos. Se consideran los grandes tesoros -junto al arco-. Los más antiguos son del siglo II y los más "modernos" del IV. Solo uno está expuesto en el Palacio Ducal, el de la calle San Gil, que además puede visitarse de forma gratuita.

Palacio de Ducal en Medinaceli

Palacio de Ducal en Medinaceli

/ Istock / FELIPE RODRIGUEZ

Este se creó en el siglo II, aunque fue descubierto en 1984, cuando se excavó en una vivienda con motivo de una remodelación. Destacan seis animales fantásticos entre los que se reconocen una esfinge andante, un sátiro marino, un grifo y parte de un pájaro que se cree que podría ser una arpía o una sirena. De la misma época es el de la plaza de San Pedro, con siete casetones florales, cascos de guerreros y escudos con hachas de doble filo. Este permanece oculto bajo la vivienda adyacente.

Uno de los mosaicos en el Palacio Ducal de Medinaceli

Uno de los mosaicos en el Palacio Ducal de Medinaceli

/ Wikicommons. Alberto-g-rovi

Después está el de la plaza Mayor, descubierto enter 1986 y 1989. Por su estructura y motivos decorativos, se cree que podría ser del siglo IV. En el centro representa a la diosa Ceres, que sostiene el cuerno de la abundancia y está rodeada por un contorno circular de líneas entrecruzadas. Los mosaicos romanos reflejaban la posición social de quien lo encargaba, y estos de Medinaceli, con criaturas mitológicas, indican que el propietario tenía un alto nivel cultural.

Más allá de la monumentalidad romana...

La ocupación romana dejó una gran huella en Medinaceli, pero también lo hicieron otras épocas con sus respectivas aportaciones. El Palacio Ducal, por ejemplo, es de los siglos XVI y XVII. Se encuentra en la plaza Mayor y preside una de las fachadas porticadas más espectaculares de toda Castilla. También destacan el convento de Santa Clara, la Colegiata de Nuestra Señora de Medinaceli o las casas señoriales que se reparten por sus callejuelas.

Por otro lado, cabe destacar la Colegiata de Santa María de la Asunción, un templo de estilo gótico que deslumbra por su rejería. Así como el Convento de Santa Isabel, el viejo castillo que hoy funciona como cementerio o el arco árabe, mucho más sencillo que el romano pero igualmente llamativo. Con todo esto, Medinaceli merece un buen paseo recreándose en todos sus rincones, porque la magia y la historia que desprende son realmente únicas.

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