El curioso castillo medieval que tiene forma de barco: rodeado de viñedos, hoy es uno de los museos más singulares de España
Una joyita arquitectónica que, además de ser castillo y prisión, fue clave en la historia de la Reconquista.

En medio de la Ribera del Duero y la del Duratón, se alza majestuoso uno de esos castillos medievales muy bien conservados que hoy son testimonio de la rica historia de España. Estamos en Valladolid, una tierra en la que la historia se marida con uno de los mejores vinos que se producen en la península.
Ahí se encuentra una joyita arquitectónica, levantada entre viñedos y pinares, que fue uno de los bastiones de defensa más importantes de la región durante los tiempos de la Reconquista. Todo en él es singular. Desde su construcción a su función actual. Pero vamos por partes.
Un castillo tan singular que parece un barco
El castillo de Peñafiel se levantó como una modesta fortificación en los albores del sigo X, precisamente coincidiendo con la época de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes por el control del territorio de la península. Y en ese contexto, su ubicación fue clave: en lo alto de una colina desde la que se dominaba el valle del Duero.

La función defensiva era más que evidente. Lo que no lo es tanto es su silueta, más alargada que ancha, singular y muy diferente a los castillos y fortalezas de la época. La culpa la tiene el cerro en el que se levanta, con más de 200 metros de largo y solo 33 de ancho, obligándole a adaptarse a ese entorno y terminando en una punta estrecha.
Es por eso que su forma recuerda a la quilla de un barco, dándole aspecto de enorme navío que parece surcar los mares de viñedos a este lado de la Ribera del Duero. En días de niebla, la visión parece todavía más real.
Construido en roca procedente de Campaspero, una población situada a solo 15 kilómetros de distancia, el castillo que vemos hoy no responde exactamente a la construcción original. Y es que se sabe que ha sufrido varias modificaciones y ampliaciones a lo largo de la historia, sobre todo durante el siglo XV, por parte del Maestre de la Orden de Calatrava, don Pedro Girón.

De castillo medieval, a antigua prisión militar y actual museo del vino
Lo más curioso es que, además de fortaleza, el castillo de Peñafiel ha servido para otras funciones a lo largo de su historia. Fue residencia real en tiempos del infante Don Juan Manuel, nieto de Fernando III (eso fue en el siglo XII); años más tarde, el hogar de la familia Girón. Y tiempo después, prisión de alto nivel.
A principios del siglo XX fue declarado Monumento Histórico-Artístico y, gracias a ese nombramiento, todavía hoy podemos disfrutar de uno de los castillos mejor conservados de España.

A día de hoy alberga uno de los museos más singulares de España: la Fundación Museo Provincial del Vino de Valladolid, lugar de visita obligada para los amantes del vino y el enoturismo. Dentro del marco de la Ruta del Vino Ribera del Duero, en él se dan cita la historia y la cultura del vino precisamente en una de las provincias con más tradición vitivinícola.
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