Esta espectacular cueva de Andalucía a 1.000 metros de altura ha sido declarada Bien de Interés Cultural

Perdida en el interior de la Sierra de Arana, a casi 1. 000 metros de altitud sobre el nivel del mar, se encuentra la Cueva de las Ventanas, uno de los monumentos más importantes de la Península Ibérica que ha sido nombrado Bien de Interés Cultural. Este reconocimiento —junto con su declaración como Monumento Natural de Andalucía en octubre de 2001— pone de relieve su extraordinario valor patrimonial, arqueológico, natural y turístico.

La cueva, ubicada en la provincia de Granada, se encuentra en un sistema kárstico modelado por el agua durante millones de años, con una longitud total de 1.200 metros y una altura máxima interna que roza los 38 metros. Esta magnitud espacial convierte a la cueva en una auténtica “catedral subterránea”, compuesta por varias salas majestuosas como la Gran Sala, Sala de los Desprendimientos, Sala de las Piletas y la Sala de las Columnas.

El interior mantiene una temperatura constante de aproximadamente 13°C durante todo el año, con una humedad cercana al 100 %, lo que favorece la conservación de sus llamativas estalactitas, estalagmitas, coladas y gours. Los sorprendentes efectos lumínicos, generados por su iluminación LED, crean paisajes de ensueño, especialmente en pasajes como la Sala de las Piletas que exhibe un abismo de unos 20 metros de profundidad (conocido como el "Abismo del Tesoro").

La cueva ha sido ocupada de forma intermitente desde el Paleolítico Superior -hace unos 35.000 años-, como demuestran los paneles con grabados, algunos datados por el CENIEH en esa antigüedad, mientras que otros datan de entre 8.500 y 15.000 años. Estos vestigios sitúan a la Cueva de las Ventanas entre los yacimientos con arte rupestre más elevados de España.

A lo largo de esta interesante visita, que abarca unos 500 metros del interior acondicionado, los visitantes pueden apreciar recreaciones de hogares neolíticos, enterramientos prehistóricos, herramientas de sílex y restos óseos de hienas gigantes u osos, gracias a los paneles y coprolitos exhibidos. También se exhiben restos de ocupaciones históricas posteriores: visigodos, romanos y almorávides, lo que la convierte en un testimonio viviente de la evolución humana hasta su uso como refugio ganadero hasta finales del siglo XIX.

Accesibilidad universal y turismo inclusivo

Desde 1999, la Cueva de las Ventanas ha permanecido abierta al público, equipada con pasarelas, accesos pavimentados y un tren turístico que une Píñar con la entrada de la cueva. En 2017, tras un convenio entre el Ayuntamiento y la Universidad de Granada a través del proyecto I+D ÓPERA, se convirtió en el primer Monumento Natural de España con accesibilidad universal. Incluye audioguías para personas con discapacidad visual, signoguía para personas con discapacidad auditiva y guías de lectura fácil para personas con discapacidad cognitiva.

Esta labor de adaptación ha permitido triplicar las visitas, que suelen superar las 45.000 anuales. Uno de los aspectos más sorprendentes de la cueva es su auditorio natural en las galerías inferiores, aprovechando la acústica excepcional del entorno rocoso. En él se han celebrado conciertos, bodas civiles (la primera tuvo lugar el 12 de junio de 2010) y representaciones teatrales para grupos de visitantes.

Además, un centro de interpretación en la entrada permite conocer -antes de explorar la cueva- los procesos de formación de la cavidad, la fauna prehistórica y las distintas manos que han habitado ese espacio natural durante milenios. Para aquellos que busquen una experiencia que combine aventura, ciencia, historia y sensibilidad, la Cueva de las Ventanas ofrece un relato completo de nuestra evolución.