La ciudad del norte de España elegida como la mejor ciudad para irse de tapas: a orillas del río Ebro, el Camino de Santiago transcurre por ella
De profunda tradición vinícola, la ciudad ha sabido mantener su esencia histórica y cultural.

Otoño es la época del año perfecta para visitar La Rioja, cuando celebra la llegada de la cosecha de la uva y el paisaje se cubre de una paleta cromática rica en tonos rojizos, ocres y amarillos. Aunque durante los meses de verano puede llegar a llenarse más de gente, cuenta con la ventaja de no ser un destino muy masificado. Además, su sierra es una zona repleta de rutas de senderismo en las que poder disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.

La capital de ésta maravillosa región se encuentra en la ciudad de Logroño, la cual el periódico británico The Mirror dijo, a principios de este 2025, que “se parece a Barcelona pero sin el turismo masivo”. Aquí confluyen historia, cultura y modernidad, con un patrimonio monumental que evidencia tanto su pasado medieval como la influencia de diferentes estilos artísticos a lo largo de la historia.
Uno de los mayores puntos de interés de la ciudad es, sin duda, el río Ebro, que la atraviesa por su lado norte. Son cuatro los puentes que lo cruzan de un lado a otro, el Puente de Piedra y el Puente de Hierro siendo los más destacados, y los cuales ofrecen una panorámica única de Logroño. Pero lo mejor para conocer a fondo la ciudad es perderse por sus calles.
Concatedral de Santa María la Redonda
En la Plaza del Mercado en el centro del casco antiguo, entre las calles Caballerías y Portales, debe su denominación al hecho de que comparte el título de catedral con las de Calahorra y Santo Domingo de La Calzada. El monumento data de los siglos XVI-XVIII, presentando una clara transición entre los estilos gótico y barroco.

Además de su fachada, que con sus dos impresionantes torres llama la atención en seguida, el interior es igualmente asombroso, con capillas decoradas hasta el más mínimo detalle, un retablo mayor considerado uno de los más bellos de España, y obras de Francisco de Goya.
Paseo del Espolón
La plaza más emblemática de la ciudad, su nombre oficial es paseo del Príncipe de Vergara. Este es el título que ostentaba el general Baldomero Espartero, quien tuvo un papel muy importante en el campo de batalla, sobretodo durante la primera guerra carlista, y que fijó su residencia en la ciudad hasta su muerte en 1879. El centro de la plaza está dominado por una estatua ecuestre en honor al general.
Se trata de un lugar tranquilo, donde poder descansar y tomar el aire un rato, y que habitualmente sirve como escenario para conciertos y espectáculos públicos.

Calle Portales
Una de las principales arterias de Logroño, que cruza el casco antiguo a lo largo, en esta calle se encuentran algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como el Parlamento de La Rioja, la Biblioteca de La Rioja, o el palacio de los Chapiteles, el antiguo ayuntamiento de Logroño.

La calle recibe su nombre en honor a los portales de las fachadas sur de la calle, que tienen innumerables arcos de épocas diferentes. Se la conoce también como Paseo de Invierno, y aloja numerosos locales comerciales y terrazas de restaurantes donde poder tomar algo.
Parque del Ebro
Con una extensión de 150.000 metros cuadrados, este espacio verde es uno de los pulmones de la ciudad. Ubicado en el margen derecho del Ebro, es una zona perfecta para dar un paseo o simplemente relajarse junto a las aguas del río; cuenta también con áreas de juego para los más pequeños, así como un carril bici. Distribuidas por el parque hay diversas esculturas y obras artísticas, convirtiendo este espacio en una galería al aire libre alejada del bullicio del centro urbano.

Iglesia de Santiago el Real
Con entrada por la calle Barriocepo, fue construida entre los años 1513 y 1527, lo que la convierte en la iglesia más antigua de la ciudad. Su fachada está coronada por una escultura del apóstol a caballo, con fecha de 1663, mientras que en su interior se halla el retablo mayor, el cual muestra escenas de su vida: Santiago a caballo ante el obispo Esteban de Coimbra, su degollación, el traslado de sus restos a Galicia, o la aparición de la Virgen del Pilar al Santo.

En la Plaza de Santiago, junto a la iglesia, se encuentra una curiosa obra hecha en 1991, un tablero de la oca gigante, cuyas casillas están pintadas con los puentes e iglesias más importantes del Camino de Santiago.
Calle Laurel
La revista The Times nombró a Logroño como la mejor ciudad donde irse de tapas, y es que razón no le falta. En esta calle del casco antiguo, parada obligatoria de la Ruta de los Pinchos, está compuesta por una sucesión de bares, tabernas y restaurantes que ofrecen un amplio abanico de opciones gastronómicas para todos los paladares. Popularmente se conoce a la zona que la calle conforma con sus aledañas como “la ruta de los elefantes”, ya que con tantos bares, muchos salen trompa y a cuatro patas.

Por costumbre, cada uno de los bares y restaurantes ofrece una o dos especialidades, desde las más típicas como la tortilla de patatas o las patatas bravas, hasta otras con nombre propio como los rotos o el triskel, platos siempre acompañados por vinos de La Rioja, con los que maridan a la perfección.
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