La ciudad de España que la Unesco ha reconocido como Paisaje Cultural por su urbanismo: tiene un palacio impresionante con jardines del siglo XVI

Es una de las ciudades más bonitas de España, con una villa de inspiración italiana y uno de los palacios más impresionantes de Madrid.

Es una de las ciudades más bonitas y preciadas de Madrid
Es una de las ciudades más bonitas y preciadas de Madrid / Istock / Salvador-Aznar

Un Paisaje Cultural lo es cuando en un territorio ha existido una interacción histórica entre los habitantes y el medio rural que habitan. Refleja la evolución e identidad de una sociedad. En él se incluyen elementos materiales como construcciones e inmateriales como tradiciones. La Unesco los define como "obras combinadas de la naturaleza y del hombre". El Paisaje Cultural del Arte Rupestre de Gobustán en Azerbaiyán o el del lúpulo del Saaz en República Checa son solo algunos ejemplos de ello.

En España hay varios de este tipo, aunque uno llama un poco más la atención. "Con sus sinuosos canales y acequias, que contrastan con las líneas rectas del paisaje rural y urbano, sus jardines arbolados y la arquitectura delicadamente modulada de sus edificios palaciales, el paisaje cultural de Aranjuez es un ejemplo de la compleja relación entre el hombre y la naturaleza", se puede leer en la página web oficial de la Unesco. Desde el año 2001, el Paisaje Cultural de Aranjuez forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Adriana Fernández

Lo que hace especial a Aranjuez

Este municipio madrileño cuenta con una singularidad única y muy definida, que ha ido configurándose "a partir de las complejas e históricas relaciones que en ella se desarrollan", tal y como explican desde el Ayuntamiento del Real Sitio y Villa de Aranjuez. Su riqueza natural junto a la potente influencia de la Corona durante años, fueron creando lo que conocemos hoy en día. Se podría decir que esto se remonta al reinado de Felipe II en el siglo XVI y a otros reinados posteriores que marcaron ciertos hitos cruciales.

La ciudad de Aranjuez vista desde un mirador

La ciudad de Aranjuez vista desde un mirador

/ Istock / GuillermoBosi

Fernando VI, Carlos III e Isabel II entre los siglos XVIII y XIX también marcaron un antes y un después en Aranjuez. A partir del XX, este paisaje empieza a abrirse para el uso y disfrute del público y deja de ser privado para la monarquía. En total, ocupa 2.047,56 hectáreas y se podría dividir en varias zonas: las huertas históricas, los paseos arbolados y los sotos (Legamarejo, Picotajo y El Rebollo), el Palacio y los jardines (Príncipe, Isla, Parterre, Rey e Isabel II) y el casco histórico de la propia ciudad.

El río Tajo a su paso por la ciudad de Aranjuez

El río Tajo a su paso por la ciudad de Aranjuez

/ Istock / angeluisma

Aunque el agua también es una parte muy importante del paisaje. De hecho, los ríos Tajo y Jarama son los ejes del Paisaje Cultural de Aranjuez. Felipe II desarrolló gracias a ellos un sistema de distribución que fue de los primeros de la ingeniería hidráulica. Esto confluye con la influencia flamenca a la hora de dividir el territorio que había descubierto el monarca en sus múltiples viajes; la influencia francesa y anglochina en los jardines; o la plasmación de la teoría arquitectónica barroca y neoclásica en la ciudad.

El palacio, uno de los elementos más importantes de la ciudad

El Palacio Real de Aranjuez es uno de los mayores encantos de la ciudad. Desde la conquista cristiana, fue propiedad de la Orden de Santiago, y no fue hasta el siglo XV cuando pasó a integrarse en el conjunto de palacios y casas de campo del Patrimonio Real. Felipe II continuó el legado de su padre, Carlos V, que pretendía convertir Aranjuez en una gran villa de inspiración italiana. Los Borbones siguieron desarrollando su gran esplendor, pasando allí toda la época primaveral.

Palacio Real de Aranjuez

Palacio Real de Aranjuez

/ Istock / TomasSereda

El arquitecto Juan Bautista de Toledo lo inició en 1564, pero fue Juan de Herrera quien lo finalizó. El edificio finalmente acabó siendo de estilo clásico, construido en piedra blanca y ladrillo. Lo más característico es su forma de U, pero también caben destacar espacios interiores como el Tocador de la Reina, el Salón de baile, el Comedor de gala y los gabinetes Árabe, el de porcelana o el Chinesco. Además, de la época del monarca se conservan varios jardines: el de la Isla y el del Rey.

Iglesia barroca de Aranjuez

Iglesia barroca de Aranjuez

/ Istock / David Andres Gurierrez

Entre sus límites está la Casa del Labrador, una pequeña casa de campo que mandó construir Carlos IV como Príncipe de Asturias. En 1798 la transformó en un lujoso palacete que es el que ha llegado a la actualidad. El palacio se puede visitar de martes a domingo entre las 10:00 y las 18:00 horas, siendo el último acceso a las 17:00. La tarifa básica es de 9 euros y la reducida de 4. Para visitar la Casa del Labrador hay que pagar 5 euros más. Pero los miércoles y los domingos hay acceso gratuito entre las 15:00 y las 18:00 horas.

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