El castillo que te transporta a la Edad Media: en un pueblo de 4.000 habitantes con torres y jardines de cuento

Residencia de la Corte del Reino de Navarra, fue uno de los palacios más lujosos de su tiempo.

El castillo medieval de cuento que te transporta directamente a la Edad Media
El castillo medieval de cuento que te transporta directamente a la Edad Media / Istock / makasana

Situado en la actual comunidad foral de Navarra, el Reino de Navarra fue una entidad histórica que, durante varios siglos, desarrolló un papel muy importante en la Península Ibérica. Sucesora del anterior Reino de Pamplona, el Reino de Navarra mantuvo su independencia hasta la conquista militar por parte de Fernando el Católico en el año 1512.

El Reino de Navarra mantuvo su independencia hasta su conquista el 1512

El Reino de Navarra mantuvo su independencia hasta su conquista el 1512

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Durante los siglo XII y XIII, en la localidad de Olite, el Rey Sancho VII convirtió una antigua fortificación romana en un castillo defensivo, el cual sus sucesores Teobaldo I y Teobaldo II siguieron modificando, por lo que acabó siendo bautizado como Palacio de los Teobaldos. Tiempo después, con la llegada de Carlos III El Noble en el 1388, el Palacio de los Teobaldos fue reformado y actualizado para adaptarse a las modas europeas. Así nació el conocido Castillo de Olite, cuyo nombre oficial es Palacio Real de Olite, el que fuera residencia de la Corte del Reino de Navarra.

Adriana Fernández

El Palacio de los Reyes de Navarra

Tras la llegada de Carlos III, quien quería una corte a la francesa, el castillo sufrió unas completa transformación, con una torre de guarda con tres coronas (como las de las leyendas artúricas), y donde se decía que “tenía tantas habitaciones como días del año”. Debido a esto, la fama del nuevo Palacio Real de Olite llegó a todos los rincones de Europa, siendo incluso considerado uno de los palacios más espectaculares del siglo XV.

El original Palacio de los Teobaldos fue remodelado para adaptarse a las modas europeas de la época

El original Palacio de los Teobaldos fue remodelado para adaptarse a las modas europeas de la época

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En el complejo del palacio se encuentra también la Iglesia de Santa María la Real, construida en el siglo XIII y cuya fachada principal es una de las obras cumbres de la escultura gótica navarra. Juntamente con el Palacio de los Teobaldos (actualmente conocido como el Palacio Viejo), y con el Palacio Real, forma uno de los complejos medievales mejor conservados de Europa, declarado Monumento Nacional en 1925. Además, desde 1966, el Palacio Viejo alberga el Parador de Turismo “Príncipe de Viana”.

Después de la invasión de Navarra, el palacio cayó en un paulatino deterioro, culminado por los incendios a los que se vio sometido en el 1813, durante la Guerra de la Independencia, cuando fue incendiado con el fin de evitar que sirviera como bastión para las tropas francesas. En 1937 la Diputación Foral de Navarra empezó su rehabilitación, todo con el objetivo de recuperar su esplendor original y devolverle su encanto de antaño.

Declarado Monumento Nacional en 1925, el palacio fue rehabilitado en 1937

Declarado Monumento Nacional en 1925, el palacio fue rehabilitado en 1937

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A través de las cuatro visitas que ofrece el Castillo de Olite (libre, guiada, guiada familiar, y teatralizada), podrás descubrir las diferentes salas que esconde este maravilloso castillo de cuento: el patio de armas, que antiguamente fue un jardín; la sala de los murciélagos, con arcos góticos que sujetaban los jardines colgantes de la reina; la galería del rey, con una elegante tracería gótica; o la galería de la reina, con un precioso jardín.

El palacio fue la Residencia de la Corte de Navarra a partir de la llegada de Carlos III el Noble

El palacio fue la Residencia de la Corte de Navarra a partir de la llegada de Carlos III el Noble

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Las torres que coronan el palacio son también de visita obligada, ya que todas ellas ofrecen unas vistas impresionantes sobre Olite. Las más destacadas de las siete que hay son la Torre del Homenaje, la más alta de todas, con una escalera de caracol compuesta de 136 escalones; la Torre del Aljibe, que suministraba agua corriente al castillo; la Torre de las 3 coronas, que presenta tres cuerpos; y la Torre de los Cuatro Vientos, desde donde los reyes presenciaban los tornos.

Un elemento curioso que se encuentra en el castillo es el “huevo”, un pozo de 8 metros que se utilizaba como depósito de nieve para poder conservar los alimentos.

El pueblo de Olite

Ubicado en el corazón de Navarra, el pueblo de Olite es uno de los pueblos medievales más bonitos que existen, cuyo casco antiguo traslada a aquel que transcurre sus calles hasta la Edad Media. Rodeado por una muralla con 20 torres, este casco antiguo recibe el nombre de “cerco de dentro”; debido al crecimiento de la población, la ciudad se extendió hacia el sur, dando lugar al “cerco de fuera”.

Olite se divide en el "cerco de dentro" y el "cerco de fuera", delimitados por la muralla

Olite se divide en el "cerco de dentro" y el "cerco de fuera", delimitados por la muralla

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Además de el Palacio Real, esta preciosa villa medieval cuenta con muchos otros puntos de interés, como la Plaza de Carlos III el Noble, alrededor de la cual se alzan algunos de los monumentos más importantes, como el mismo Palacio Real, las Galerías Medievales, el ayuntamiento, y la Torre del Chapitel, una de las entradas al recinto romano.

En la plaza del Fosal se erige la Iglesia de San Pedro, la más antigua del pueblo, construida en el siglo XII con una mezcla de estilos románico, gótico y barroco. Resalta su torre gótica, con una altura de 52 metros y coronada por una aguja octogonal. En su interior se encuentran un claustro románico del siglo XIII, un retablo mayor, un sepulcro gótico, y una talla gótica de Santiago con su bastón de peregrino.

Olite está reconocido como la capital del vino de Navarra

Olite está reconocido como la capital del vino de Navarra

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Para los amantes del vino, una parada obligatoria en Olite es el Museo del Vino, en el antiguo palacio del Santo Ángel. Distribuido en 4 plantas, este museo hace un viaje a través de la tradición vinícola de navarra y los procesos de elaboración de los vinos de la región. La visita al museo se puede combinar con visitas a alguna de las muchas bodegas y viñedos que hay en los alrededores de Olite, conocido como la capital del vino de Navarra.

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