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Turismo

Castilla-La Mancha, un sinfín de rincones naturales por descubrir

Es el destino ideal para aquellos que huyen de la ciudad y sus grandes aglomeraciones, gracias a una riqueza natural desconocida que permite realizar todo tipo de actividades y descubrir la belleza de sus paisajes infinitos y sus cielos inmensos

Cielo estrellado en el Embalse del Taibilla, en la Sierra del Segura
Cielo estrellado en el Embalse del Taibilla, en la Sierra del Segura / Susana Malón

En el corazón de la Península Ibérica, Castilla-La Mancha se abre paso entre los destinos turísticos españoles como un lugar ideal para disfrutar del buen tiempo y de los largos días de verano. Desde la Sierra de Ayllón hasta las llanuras de La Mancha, cada rincón natural de esta región invita a la aventura, la exploración y la conexión con la naturaleza a través de varias actividades. Además, sus noches estrelladas, alejadas de la contaminación lumínica, hacen de este territorio el enclave perfecto para los amantes de la astronomía. Todo ello, fomentando el respeto por el paisaje, lo que convierte a la región en un referente del ecoturismo.

El paraíso del astroturismo

Entre molinos de viento, castillos centenarios y paisajes espectaculares, la tierra de Don Quijote alberga un tesoro que muchos todavía desconocen: sus cielos nocturnos. Castilla-La Mancha cuenta con más de 290 municipios declarados como Destino Turístico Starlight, un certificado que otorga esta institución –avalada por la UNESCO– a los lugares del mundo que reúnen las mejores condiciones para la observación astronómica.

Uno de los enclaves más destacados es el Parque Astronómico de la Serranía de Cuenca, con un incalculable valor geológico, florístico y ecológico; la combinación perfecta, junto con sus cielos despejados, para disfrutar de este entorno inmejorable. Otro de los más recomendados es el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, uno los paisajes naturales más bellos y desconocidos de la Península. La zona cuenta con bosques de árboles más que centenarios, además de unas 160 especies de aves.

Los Cielos de Guadalajara, una agrupación de 161 localidades entre la Sierra Norte, el Alto Tajo y el Barranco del Río Dulce, ofrece la combinación perfecta para vivir la experiencia astronómica, geológica, histórica y cultural, gracias a la variedad de fauna y flora y a los yacimientos paleolíticos, neolíticos y de otras etapas históricas. Finalmente, la Sierra del Segura, la Sierra de Alcaraz y el Campo de Montiel, La Manchuela, Cabañeros y los Campos de Hellín completan la lista de enclaves castellanomanchegos con una infraestructura turística de calidad para acoger a aquellos que deseen disfrutar de la contemplación del firmamento.

Aventura y emoción a todos los niveles

Gracias a su diversidad geográfica y riqueza natural, Castilla-La Mancha es el escenario perfecto para los amantes del turismo activo. Para los más valientes, la escalada y las vías ferratas son la mejor opción, gracias a las serranías que transcurren por paredes rocosas, equipadas con la seguridad necesaria. La vía ferrata del estrecho de Priego es una de las más accesibles, con pasarelas y puentes que permiten apreciar el paisaje desde las alturas. Además, en la región existen numerosas escuelas de escalada donde iniciarse en esta disciplina.

Si se prefiere el medio acuático, el descenso de aguas bravas por los caudalosos ríos de esta tierra (río Mundo, Júcar o Cabriel) es una de las mejores opciones para conocer los enclaves naturales de la comunidad. Además, existen entornos acuáticos más tranquilos para la navegación recreativa y el baño, como las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real y Albacete) o los embalses de Entrepeñas y Buendía (Cuenca y Guadalajara).

El senderismo y el cicloturismo son otras de las actividades ideales para recorrer la región a través de rutas por prados, valles y cumbres montañosas en los parques nacionales de las Tablas de Daimiel y de Cabañeros. Asimismo, el territorio ofrece itinerarios de varios kilómetros como la Ruta del Quijote.

El mundo subterráneo también se abre al turismo con actividades de espeleología en cuevas como la de los Chorros del Río Mundo o la de Montesinos, entre muchas otras. Por otro lado, los que prefieren emociones fuertes tienen la posibilidad de practicar disciplinas como el puenting y el parapente, en zonas como el paraje de La Muela. Todo ello, gracias al importante tejido de empresas castellanomanchegas especializadas en garantizar la seguridad con guías y materiales adecuados, apostando además por la sostenibilidad y conservación ambiental del territorio.

Descenso de aguas bravas en el Parque Natural del Alto Tajo

Descenso de aguas bravas en el Parque Natural del Alto Tajo

/ David Blázquez

Espacios naturales para explorar

Esta región sorprende por su variedad paisajística y por la biodiversidad que alberga. Desde linces ibéricos y aves esteparias hasta mariposas únicas, pasando por orquídeas silvestres o plantas carnívoras, es el destino ideal para aquellos que practican el ecoturismo de una forma sostenible.

Los espacios naturales protegidos incluyen dos Parques Nacionales, Cabañeros y Las Tablas de Daimiel, y siete Parques Naturales, como el Alto Tajo, la Serranía de Cuenca o los Calares del Mundo y de la Sima. Además, el territorio cuenta con las Reservas Naturales, los Monumentos Naturales y las tres Reservas de la Biosfera, espacios donde el visitante puede apreciar más de 350 especies de aves, flora protegida (narcisos y orquídeas), paisajes únicos (volcanes o lagunas) o simplemente dar un paseo.

Asimismo, el gobierno autonómico organiza numerosas actividades de sensibilización ambiental, con el objetivo de promover la buena conservación de los paisajes, así como el respeto a la fauna y flora autóctona. Por otro lado, gracias a la amplia variedad de empresas de ecoturismo que existen en la región, los visitantes tienen la posibilidad de disfrutar de varias visitas interpretativas del patrimonio natural para conocer y entender con detalle el valor paisajístico de esta comunidad.

Castilla-La Mancha es mucho más que una tierra con una rica historia y tradición, es un enclave natural que invita a vivir un verano de aventura y naturaleza a través del turismo activo, y exploración del paisaje y del firmamento, gracias al turismo astronómico. 

Parque Natural de la Lagunas de Ruidera

Parque Natural de la Lagunas de Ruidera

/ David Blázquez

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