Cascadas, un misterioso laberinto y un arco de piedra natural en medio del camino: la ruta de senderismo más espectacular de España está en el País Vasco
Se trata de un sendero imprescindible para hacer en Euskadi, con un recorrido circular de unos seis kilómetros.

Al este de Vitoria-Gasteiz, ya casi en el límite con Navarra, se encuentra una ruta de senderismo que cautiva desde el inicio. Está en el corazón de la sierra de Entzia (sierra de Urbasa por el lado navarro), muy cerca del puerto de Opakua.
La ruta atraviesa un bosque espeso en el que se van sucediendo diferentes acontecimientos. Algunos tan curiosos, que parecen puestos ahí a propósito como para sorprender y alimentar el misterio a cada paso, como cuando lees un cuento de hadas.
La ruta, circular y con unos seis kilómetros de distancia, apenas presenta dificultad, por lo que es ideal para hacer en familia. En condiciones normales, se puede realizar en menos de dos horas y media, sin contar el tiempo que uno se va deteniendo para contemplar los paisajes que se van presentando ante los ojos.
Desde un bosque frondoso de hayedos, a misteriosos laberintos, un arco de piedra natural en medio del camino, un crómlech milenario o incluso una cascada espectacular. Pero vayamos por partes.

La misteriosa ruta de senderismo de Euskadi
En medio de este paisaje natural, uno de los lugares más sorprendentes y llamativos de la ruta es precisamente ese arco natural que aparece como por arte de magia en medio del camino. Una formación rocosa esculpida de manera natural por el tiempo que hay que pasar por debajo.
De hecho, es esta estructura de piedra la que da nombre al trazado, Ruta de Zalamportillo, pero no es la única sorpresa que se presenta por el camino. Muy cerca del arco hay una zona en la que se alzan majestuosos varios monumentos megalíticos, principalmente dólmenes y crómlech, lo que confirma la antigüedad de este valle kárstico y la importancia que tuvo en el pasado.

Dos laberintos en medio del bosque
Otra de las paradas imprescindibles en la Ruta del Arco de Zalamportillo son sus laberintos, porque no hay uno, sino dos, en este trazado tan singular. El laberinto de Arno, junto al arco de Zalamportillo, y el laberinto de Katarri, dos emocionantes entornos en los que la imaginación vuela alto.

Un bosque de hayas, un lago y hasta una cascada de cuento
Por si fuera poco, la ruta también pasa por un lago majestuoso, una balsa flanqueada por pinos y abetos que nos lleva directos a un paisaje nórdico o finlandés sin salir de España. Es la balsa de Iturbarz, un enclave más que bucólico. Como el bosque de hayas situado hacia el final del sendero. Un lugar mágico que, además de sombra, ofrece un paisaje de película perfecto para poner el broche a esta magnífica ruta.

Quien se quede con ganas de más, puede poner rumbo a las cascadas de la Tobería, otra de las grandes sorpresas que esconde la naturaleza a este lado del mapa. Lo único que hay que tener en cuenta es que están en el vecino concejo de Andoin, por lo que son la excusa perfecta para ponerse de nuevo en marcha en otra ruta de senderismo.
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