10 cascadas alucinantes sin salir de España

Unos cuantos portentos de la naturaleza que son capaces de dejarnos con la boca abierta.

Las 10 cataratas más impresionantes del mundo

Monasterio de Piedra (Zaragoza)
Monasterio de Piedra (Zaragoza) / Shutterstock

En España no es difícil encontrar una cascada, un salto de agua o una catarata. La espectacularidad visual de estos elementos naturales, algunos con caídas que superan los 200 metros, y la peculiar banda sonora que producen nos animan a visitar estos lugares en cualquier ocasión. A continuación, explicamos cuáles son los 10 enclaves más impactantes de España en los que el agua cae de forma extraordinaria. 

El Salto del Nervión (entre Burgos y Álava)

Comenzamos con la caída de agua más larga de España. Con 22 metros y un cierto parecido al Salto Ángel de Venezuela, tiene una particularidad geográfica curiosa: el agua sale desde Burgos, pero cae en Álava. Está considerada, además, el nacimiento de la ría de Bilbao. Puedes aprovechar esta visita para ir también a la cercana cascada de Gujuli, que cuenta con más de 100 metros de longitud.

Salto del Nervión (entre Burgos y Álava)
Salto del Nervión (entre Burgos y Álava) / Shutterstock

Cola de Caballo (Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca)

Algo tiene el agua cuando la bendicen, dice el refranero nacional. Pues bien, según el periódico británico The Guardian, este paisaje acuático al que se puede llegar desde el entorno de la localidad de Torla, en la comarca oscense del Sobrarbe, es la mejor cascada natural del mundo. Su energía es poderosa y llena de esplendor la sensibilidad de sus observadores.

Cola de caballo en el Parque Nacional de Ordesa y Mnte Perdido (Huesca)
Cola de caballo en el Parque Nacional de Ordesa y Mnte Perdido (Huesca) / Shutterstock

Salto de Orbaneja del Castillo (Burgos)

El rasgo más carismático de este flujo serpenteante de agua es que se ubica en pleno casco urbano, entre casonas medievales localizadas en un cañón natural. La población es considerada Conjunto Histórico y presenta una musicalidad sonora inconfundible.

Salto de Orbaneja del Castillo (Burgos)
Salto de Orbaneja del Castillo (Burgos) / Shutterstock

Monasterio de Piedra (Zaragoza)

Este parque de agua es una de las principales atracciones turísticas de Aragón. Se trata de un lugar de ensueño en el que la naturaleza fluvial y el patrimonio arquitectónico se fusionan. En torno a un antiguo monasterio cisterciense reconvertido en hotel y spa, podrás disfrutar de un sugerente sendero que circula entre impresionantes lagos, bosques, cascadas y saltos de agua. El lago del Espejo, la cascada Cola de Caballo —con más de 90 metros de altura—, Trinidad, La Caprichosa —que parece el velo de una novia— y Los Fresnos son sus principales reclamos.

Monasterio de Piedra (Zaragoza)
Monasterio de Piedra (Zaragoza) / Shutterstock

Chorreras de Despeñalagua (Guadalajara)

Los pueblos negros de Guadalajara ofrecen en La Mancha magníficos espacios naturales como este salto de agua situado en Valverde de los Arroyos. En sus inmediaciones encontrarás una serie de cascadas escalonadas que serpentean entre las rocas y la vegetación de forma deliciosa.

Chorreras de Despeñalagua (Guadalajara)
Chorreras de Despeñalagua (Guadalajara) / Shutterstock

Los Chorros del río Mundo (Albacete)

Sin abandonar esta comunidad, puedes descubrir en un paisaje kárstico formidable este salto acuático con alrededor de 80 metros de altura. El arranque del agua se produce de golpe, en un fenómeno llamado reventón que muestra un importante torrente inicial. El resultado embellece este espectáculo natural ubicado en el Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, en plena Sierra de Albacete.

Los Chorros del río Mundo (Albacete)
Los Chorros del río Mundo (Albacete) / Shutterstock

Nacimiento del río Cuervo (Cuenca)

También en tierras manchegas puedes localizar este nacimiento fluvial donde convergen distintos manantiales que unen sus finos hilos de agua entre el musgo del terreno. Desde Vega del Codorno llegarás a diferentes miradores ideales para contemplar este espectáculo incomparable.

Nacimiento del río Cuervo (Cuenca)
Nacimiento del río Cuervo (Cuenca) / Shutterstock

Cascada del Caozo (Cáceres)

En el extremeño valle del Jerte, el río Caozo se desliza entre las piedras de granito, los robles y los fresnos durante más de 30 metros. Desde los observatorios y las rocas salientes, casi se nota el agua en su caída. A continuación, baña los campos de cerezos y adquiere una tranquilidad bucólica y regeneradora.

Cascada del Caozo (Cáceres)
Cascada del Caozo (Cáceres) / ABB Photo/Shutterstock.

Cascada del Peñón (Burgos)

Terminamos este recorrido en la provincia donde lo hemos empezado. La zona norte reúne decenas de cascadas, entre las que figura este salto de agua conocido también como cascada de Pedrosa de Tobalina. Se halla en la comarca de Merindades y cambia radicalmente según la estación del año. En los meses más fríos, derrocha caudal y energía. Cuando llega el calor, se convierte en una refrescante piscina natural.

Cascada del Peñón (Burgos)
Cascada del Peñón (Burgos) / Shutterstock

Cascada de A Toxa (Pontevedra)

La aldea de Meza es el punto de partida para visitar la poza y el mirador desde donde se admira la mayor cascada gallega.

Cascada de A Toxa (Pontevedra)
Cascada de A Toxa (Pontevedra) / Shutterstock

Con 60 metros de caída prácticamente vertical, en un curioso entorno pétreo en el que la luz conforma distintos coloridos, es un salto de agua de menor envergadura, aunque su belleza minimalista le otorga una gran poder de atracción.

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