Este es (posiblemente) el pueblo más instagrameable de toda España

A 35 kilómetros de Teruel se encuentra Albarracín, localidad en la que el tiempo se detiene. Pasear por sus calles supone un viaje al medievo en el que el visitante encontrará casas colgadas de formas sinuosas e infinidad de rincones de lo más instagrameables.

Albarracín, Teruel

Albarracín, Teruel

/ Jose Miguel Sanchez

Los albarracinenses presumen de vivir en el pueblo más bonito de España. Y no solo ellos piensan así. El célebre escritor de la generación del 98, Azorín, también dejó constancia de la belleza de este pueblo que conjuga historia, un interesante patrimonio y un legado cultural de valor incalculable. ¿Te animas a visitarlo?

Albarracín al anochecer

Albarracín al anochecer

/ fcafotodigital / ISTOCK

Lo ideal para descubrir esta joya turolense es poder dedicarle un par de días. El primero, para disfrutar del pueblo paseando por sus calles, plazas y miradores y, el segundo, para realizar una escapada a sus alrededores y conocer sus parajes naturales. Aquí os vamos a recomendar sus place to be, excursiones imprescindibles y, cómo no, dónde poder disfrutar de su gastronomía.

Casco histórico: Casa de la Julianeta y Casa Azul

Pasear por el casco histórico de Albarracín supone un viaje al medievo. Resulta imprescindible que el explorador opte por un calzado cómodo, puesto que sus calles empedradas y con un desnivel considerable requieren las mejores condiciones para disfrutar de un pueblo que bien podría parecer el set de cualquier película.

Son imprescindibles la Catedral del Salvador, el Palacio Episcopal, la Iglesia de Santa María, la Torre Blanca o el Museo Diocesano.

Vista panorámica de Albarracín

Vista panorámica de Albarracín

/ ahau1969 / ISTOCK

Entre sus calles, la de Santiago es una de las más bellas. Allí se puede admirar la Casa de la Julianeta, uno de los iconos de la localidad caracterizada por una forma irregular que bien podría haber servido de inspiración a cualquier pintor cubista. Si quieres tener la mejor perspectiva, conviene situarse en el arco que hay en la calle del Portal de Molina.

Otra casa que también merece una mención especial es la conocida como Casa Azul, perteneciente a la familia Navarro Arzuriaga y situada en la calle Azagra. Cuenta la leyenda, que uno de los hijos se enamoró de una joven andaluza, a la que conquistó. Esta se acabó trasladando a Albarracín para vivir con su amado, pero, al tiempo, comenzó a añorar la luminosidad de su tierra natal. Para evitar que pusiera rumbo al sur, su marido mandó pintar el hogar familiar de azul para que evocara la tierra, la luz y el color de Andalucía.

Calle de Albarracín

Calle de Albarracín

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Subida a la Muralla al atardecer

Resulta imprescindible disfrutar de la panorámica que hay desde la muralla. De esta construcción de origen árabe solo queda en pie una parte, pero ofrece una imagen difícil de olvidar. Se encuentra en la parte más alta de la localidad y solo se puede acceder caminando.

En las calles de Albarracín, en Teruel

En las calles de Albarracín, en Teruel

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El sistema defensivo de la ciudad está compuesto por tres castillos, el principal, el del Andador y el de Doña Blanca. Y dos zonas cercadas por las murallas. Para obtener las mejores vistas recomendamos subir por la calle del Chorro y, al llegar a la fuente, subir por las escaleras que conducirán al inicio del camino.

Sendero fluvial por Guadalaviar y Pinares de Rodeno

Los amantes del senderismo van a disfrutar recorriendo el sendero que discurre junto al río Guadalaviar. Es un trayecto de apenas un kilómetro y medio, pero resulta de lo más evocador. El sendero comienza en el Convento de las Carmelitas y se puede recorrer fácilmente en una hora.

Panorámica de Albarracín, en Teruel

Panorámica de Albarracín, en Teruel

/ Jordi_Santacana / ISTOCK

Tampoco conviene perderse los Pinares de Rodeno. Se encuentran a 5 kilómetros del casco histórico y fueron el primer Paisaje Protegido de Teruel. Se caracterizan por sus grandes rocas de tonos rojizos que se han ido moldeando gracias a la erosión y el paso del tiempo. Un espectáculo para la vista que se completa con las numerosas representaciones de pinturas rupestres, realizadas por los asentamientos de hombres prehistóricos.

Dónde comer en Albarracín

Albarracín es una localidad para pasearla, para perderse entre sus calles, para disfrutarla desde sus murallas… y, el viajero, necesitará reponer energías disfrutando de la gastronomía que ofrece esta localidad.

En la Serranía de Albarracín se realizan cada año las Jornadas Gastronómicas de las Setas, con menús degustación compuestos por platos micológicos. También se realizan las Jornadas de la Trufa, con la venta y degustación en determinados establecimientos de ese rico manjar.

Pero, volvamos a su Plaza Mayor, ya que allí se encuentran bares y restaurantes en los que picar alguna de las especialidades locales: las gachas, judías con morro, carnes en caldereta, estofado de ciervo o los dulces de Albarracín. Y, como recomendación final, el visitante no debería irse del pueblo más bonito de España sin probar las almojábanas, un postre que data de la época musulmana.

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