5 escapadas de última hora para apurar el tiempo de verano
Planes cercanos y asequibles para los últimos días con luz
Porque en breve la sombra del invierno llegará para cubrirlo todo, apuremos los días de buen tiempo con estas escapadas al alcance de todos los bolsillos:
1. El último baño en las Lagunas de Ruidera
Más allá de tratarse de todo un espectáculo visual, conviene saber que este parque natural asentado en medio de los campos de Albacete y Ciudad Real tiene un alto valor geológico. Tanto que a menudo lo comparan con Plitvice, la maravilla líquida de Croacia: en términos científicos, ambos constituyen la mejor representación de lagos formados por la acumulación de carbonato cálcico.
Nada extraña que sea considerado una de las Siete Maravillas Naturales de España. Por eso no puede haber mejor lugar para darse el último baño antes del invierno que este conjunto de quince lagunas conectadas entre sí a través de cascadas que enlazan unas con otras como vasos comunicantes. Y que además están abrazadas por un manto de frondosos bosques.
2. Madeira para rozar las nubes
Desde una costa salpicada de acantilados, hasta miles de kilómetros de canales o levadas, pasando por rutas señalizadas sobre majestuosos picos o a través de fantasmagóricos bosques de laurisilva. Los amantes del senderismo deben conocer este vergel en medio del océano, en el que se esconde una de las mayores explosiones de naturaleza del Viejo Continente.
Madeira, a la que es fácil llegar en vuelos directos desde Lisboa, es ideal para un escapada de última hora. Además la belleza no es menor en el resto de las islas que conforman el archipiélago: Porto Santo (habitada también) y Desertas y Selvagems, dos pequeñas ínsulas mantenidas como parque natural. Todas están tapizadas de increíbles plantas subtropicales y de bellos paisajes que se elevan sobre las nubes.
3. Asturias y la paz absoluta
Sumergirse en la naturaleza más pura siempre es un buen plan para apurar el verano. Y de esto Asturias sabe mucho. Por ejemplo, en el Parque Natural de Redes, situado en pleno corazón del principado y agraciado con uno de los paisajes más deslumbrantes del norte. Montañas, bosques, lagos, cascadas que se desploman atronadoras y una belleza natural que le ha hecho merecedor del título de Reserva de la Biosfera. Un viaje perfecto para los adictos a la calma. Vacas y verdor infinito es lo que encontrarán.
4. La Gomera: que no acabe la playa
Qué mejor que apurar los días de sol en la tierra de la eterna primavera. La Gomera es la quintaesencia del archipiélago canario: cálida, volcánica y hermosa. Una isla pequeñita y variada, alejada de las hordas turísticas, definitivamente óptima para una escapada completa. Su arrugada orografía de crestas y barrancos, sus milenarios bosques de laurisilva y sus bellas playas de arena negra conforman una especie de continente en miniatura.
5. Sigüenza o la magnífica sencillez
A apenas hora y media de Madrid, en la sierra norte de Guadalajara, aguarda un paisaje de piedra y campo, de encinas y quejigos, que envuelve a uno de los emplazamientos medievales más bonitos de la península. Hablamos de la villa de Sigüenza, la ciudad episcopal y universitaria que esconde en su riqueza histórica un tesoro detrás de cada esquina. Visitarla, antes de los fríos, augura una escapada desconexión, aderezada también ¿por qué no?, con un tributo al paladar. Aquí se come de maravilla.
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