5 escapadas de fin de semana para disfrutar del veranillo de San Miguel

Lugares idílicos para disfrutar los últimos días cálidos de octubre

Veranillo de San Miguel
Veranillo de San Miguel / Unaihuiziphotography

Tras las fuertes precipitaciones acontecidas en Canarias y los “coletazos” en forma de borrascas que ha dejado en la península el ciclón tropical Hermine, llega la calma atmosférica al país con una situación de estabilidad y dominio anticiclónico.

Una calma que coincide, precisamente, con el famoso “veranillo de San Miguel” que, aunque no se puede establecer como una constante científica, es cierto que nos suele regalar unos cuantos días de tiempo apacible – normalmente una semana – a finales del mes de septiembre y principios de octubre, constituyendo un pequeño intervalo que suele servir de transición entre las condiciones climáticas veraniegas y las otoñales.

Veranillo de San Miguel

Casa típica de Jávea.

/ MEDITERRANEAN / ISTOCK

No queremos dejar pasar la oportunidad de disfrutar de estos días de tiempo benigno para llevar a cabo alguna escapada, y es por ello que proponemos algunas interesantes ideas que nos pueden motivar a ponernos en movimiento.

1. Jávea: grutas, microclima y una celebración muy “de moda”

La eterna población del buen tiempo de la provincia de Alicante, donde pueden presumir de un microclima reconocido como uno de los más benignos del mundo, es un destino que va mucho más allá de este atributo.

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Su situación en el cabo de San Antonio, al amparo del macizo del Montgó, que es una de las señas de identidad del paisaje de la Marina Alta, nos lleva a fijarnos en una de las magníficas grutas marinas que nos encontramos en todo este tramo litoral de la Costa Blanca. La Cova Tallada, como se conoce, es un rincón irrenunciable de los acantilados bañados por la Reserva Marina del Cabo de San Antonio, famosa por la transparencia de sus aguas, gracias a la notable presencia de Posidonia oceánica.

Veranillo de San Miguel

Cala en Jávea

/ David Robinson / ISTOCK

Además, y por si fuera poco, en la misma localidad de Jávea están de homenaje, pues este año se conmemora el cincuenta aniversario de la muerte aquí del modisto español Cristóbal Balenciaga - una de las figuras más representativas de la alta costura –, con muestras tan importantes como la gran exposición “El siglo de Balenciaga”, que ha brindado la oportunidad de conocer su obra desde principios del verano hasta ahora.

2. Jaca y la subida a la Peña Oroel

La capital de la comarca de La Jacetania, en el extremo norte de Aragón, no es para nada una desconocida entre los círculos turísticos.

Su gran valor histórico y patrimonial, con construcciones tan sobresalientes y espectaculares como su Ciudadela, le han hecho merecedora de un gran reconocimiento y afluencia de personas.

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La Ciudadela de Jaca, con la peña Oroel de fondo.

/ Daniel Villalobos Oliver / ISTOCK

Sin embargo, no es tan frecuente que quienes visitan Jaca se animen a subir hasta uno de los iconos escenográficos del entorno de la población, la peña Oroel, un monte cuya cumbre casi alcanza los 1800 metros de altitud pero que es destino recurrente de las rutas de senderismo de los habitantes locales, dada su facilidad para ascender.

Aprovechando el buen tiempo y los cielos despejados, subir hasta la parte más elevada de la cumbre se convierte en un excelente plan, pues podremos disfrutar de unas extraordinarias vistas tanto de Jaca – a tan solo unos escasos kilómetros – como del Prepirineo. Todo ello ante la compañía de la inconfundible cruz que corona el monte, un impresionante elemento de casi nueve metros de altura.

3. Alto de La Curota y Pobra do Caramiñal, dos referentes gallegos

En la misma línea que nos ocurría con el macizo de Oroel, donde un horizonte libre de nubes nos permite admirar unas vistas infinitas, el alto de La Curota, en Galicia, es otro de esos puntos a los que podemos llegar en estas fechas.

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Pobra do Caramiñal, playa y pueblo en Rias Baixa

/ Mercedes Rancaño Otero / ISTOCK

Entre las rías de Muros y Noia y la de Arousa, y situado en la sierra del Barbanza, el alto de La Curota, a más de medio kilómetro de altitud, nos permite gozar de unas inmensas y preciosas panorámicas de las Rías Baixas.

A los pies de la sierra, del lado de la vertiente que da hacia la ría de Arousa, Pobra do Caramiñal es una población pesquera que guarda para siempre el alma de Ramón María del Valle-Inclán - al que manifiesta su reconocimiento con la existencia de un museo exclusivo de su figura -, y en la que la extensa playa del Areal nos permite darnos un chapuzón en la ensenada de Caramiñal.

4. Prades, la “villa roja”

Nos vamos hasta la provincia de Tarragona para aterrizar en las montañas de Prades, donde la población del mismo nombre representa el corazón de un sector espectacular que comparte con la bellísima e impresionante localidad de Siurana.

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Calle tradicional de Prades.

/ Besides the Obvious / ISTOCK

Prades, conocido como la “vila vermella” o “villa roja”, debido al característico color de la piedra que presentan muchos de los edificios de su casco histórico, es un conjunto realmente cautivador situado a casi mil metros sobre el nivel del mar.

Precisamente esta altitud y su disposición, hacen que sea conocido por sus bajas temperaturas en las estaciones más frías, por lo que tanto el verano como los pequeños intervalos en los que el tiempo es más benigno, son perfectos para visitarla y aprovechar para caminar por sus alrededores y descubrir joyas como la ermita de la Abellera o rincones tan espectaculares como la Roca Foradada.

5. Abarán y su mundo de norias y huertas

Hacemos nuestra incursión por el sur de España y nos adentramos en la región de Murcia, donde un meandro del río Segura nos señala el lugar donde se encuentra la mayor concentración de norias del país.

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El río Segura, cerca de Abarán

/ diego_cue

Abarán es una localidad ubicada a unas decenas de kilómetros de la ciudad de Murcia, entre Calasparra y Molina de Segura, siendo la antesala del valle de Ricote, conocido como el último reducto morisco que existió en la península.

El mayor atractivo turístico de la población son, indiscutiblemente, sus norias, algunas de las cuales aún siguen en funcionamiento. Gracias a una ruta podemos conocer este tesoro patrimonial en el que destaca la mayor noria, aún en uso, de toda Europa, que sigue regando las huertas colindantes como se venía haciendo desde antaño.

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