Nueva York en siete irresistibles monumentos

La urbe más icónica del mundo, la Gran Manzana, con su multitud de rascacielos y su ritmo frenético, que convierten a la ciudad en un enclave artístico imprescindible. En invierno, bañada por los copos de nieve, Nueva York se transforma en un cuento por el que no querrás de dejar de pasear para admirar desde sus grandes museos, como el MoMA, hasta sus emblemáticas esculturas, como la estatua de la Libertad, pasando por el puente de Brooklyn.

Puente de Brooklyn

El que fue el puente colgante más grande del mundo, con su conjunto de cables de acero y sus dos torres neogóticas, se ha convertido en un hito de las películas norteamericanas y una forma particular de cruzar de Brooklyn a Manhattan.

Yankee Stadium

El béisbol, uno de los deportes más populares de EE UU, es un icono del barrio del Bronx. El estadio, que se inauguró en 1923, integra las Grandes Ligas y es la cuna del equipo de los Yankees.

Estatua de la Libertad

Con 46 metros de altura y un tono verdoso, simboliza a Libertas, diosa romana. Fue un regalo de los franceses en homenaje al centenario de la Declaración de Independencia de EE UU.

Times Square

De lejos se ven sus numerosas luces de neón y sus llamativos carteles publicitarios. Comercios, teatros y restaurantes convierten a esta plaza en uno de los enclaves de la metrópoli neoyorquina.

Empire State Building

Atravesando la Avenida Lexington se puede admirar el rascacielos art déco más alto de la ciudad, con 101 plantas. Es conocido mundialmente por la película de King Kong.

Edificio Dakota

Numerosas leyendas rodean este complejo de apartamentos situados al oeste de Central Park. Con una estética muy característica del Renacimiento alemán, ha sido refugio de numerosos artistas.

El Prometeo del Rockefeller Center

En la plaza del Rockefeller Center, sobre una fuente entre el cielo y la tierra, se puede admirar la estatua de bronce fundido dorado de Prometeo, símbolo griego de protección humana.