Villas marineras del EO: Nobleza sobre el mar

Castropol y Figueras. Las dos villas marineras de la Comarca asturiana del Eo, Castropol y Figueras, parecen diseñadas para ese viajero tranquilo, sin prisas, que busca los placeres que regalan sus históricas arquitecturas, su exquisita gastronomía, paisanajes auténticos, naturalezas sinceras y climas serenos. Todos estos componentes se conjugan en este espectacular y noble rincón del Principado.

La villa de Castropol y el estuario del río Eo
La villa de Castropol y el estuario del río Eo / Gonzalo Azumendi

Su pasado romano y castreño, las historias de piratas y de incendios devastadores, los barcos para la Armada española construidos en carpinterías de ribera, los tesoros hundidos en la ensenada de la ría, la fábrica de papel reconvertida en orfanato durante la Guerra Civil española... son relatos en piedra, hierro y madera que tejen la apasionante historia de estas dos villas ribereñas que abrazan la ría del Eo. Desde hace cientos de años, en el extremo occidental asturiano, donde los colores de la Naturaleza son más intensos, se miran frente a frente Castropol (capital del concejo) y Figueras, las dos villas marineras de una de las seis Reservas de la Biosfera que posee Asturias: la Comarca de Oscos-Eo y Tierras de Burón.

Iglesia de Santiago Apóstol en Castropol
Iglesia de Santiago Apóstol en Castropol / Gonzalo Azumendi

Además, este concejo costero ostenta varios hitos naturales incluidos en la Red Regional de Espacios Naturales Protegidos, siendo uno de los mejor conservados del Principado de Asturias. No hay que olvidar que la ría del Eo es una Reserva Natural Parcial, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), y también se encuentra inscrita en la Lista de Humedales de Importancia Internacional. ¡Lo tiene todo!

Castros y orgullo medieval

El municipio de Castropol posee la más alta densidad de castros catalogados en Asturias y hunde sus raíces en la llamada Pobla de Reboredo, la primera puebla del Principado de Asturias. Es el municipio más occidental de Asturias, con una amplia rasa costera, y la gran mayoría de sus habitantes habla la lengua eo-naviego. La bellísima capital del concejo está ubicada en un montículo, a una altitud media de 10 metros sobre la ría, posee un Conjunto Histórico Artístico catalogado en el año 2 004 como Bien de Interés Cultural (BIC) y su Comunidad vecinal fue Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar en el año 1 997.

Parque de Vicente Loriente en Castropol, con el monumento al marino Fernando Villaamil
Parque de Vicente Loriente en Castropol, con el monumento al marino Fernando Villaamil / Gonzalo Azumendi

La villa de Castropol atesora diversos edificios que bien merecen una parada y cuya aproximación nos ofrece una visión conjunta de su pasado marinero, guerrero y culto. En el antaño llamado Campo de Tablado, o de Santa María, se conserva la capilla del Santa María del Campo (siglo XV), superviviente al terrible incendio del año 1 516, y en su entorno, los palacios de Valledor, de los Marqueses de Santa Cruz de Marcenado (siglos XVI-XVIII) y la Casa de las Cuatro Torres (siglo XVIII).

Anexo a todo ello, y con un gran aparcamiento aledaño, el conjunto modernista del Parque de Vicente Loriente presidido por el imponente monumento al marino Fernando Villaamil (1 911), y por el elegante Casino-Casa de Cultura, sede también de la afamada Biblioteca Popular Circundante, fundada en el año 1 921 y considerada una de las mejores de España, atesorando obras literarias de lo que fue el Instituto de Libre Enseñanza. No en vano, Vicente Loriente fue un indiano castropolense que creó el Partido Independiente de Castropol, consagrado a la lucha contra los caciques conservadores, al cambio de la vida política y a la mejora de la educación y la cultura de la Asturias occidental.

Villa Rosita o casa-palacio de los Bermúdez, ejemplo de arquitectura indiana en Castropol
Villa Rosita o casa-palacio de los Bermúdez, ejemplo de arquitectura indiana en Castropol / Gonzalo Azumendi

Pero el monumento en sí es la imagen que ofrece, en conjunto, el pueblo de Castropol, emergiendo sobre la ría, con su silueta oval coronada por la torre de la iglesia de Santiago apóstol y avistable desde Figueras y Ribadeo, mostrando, al atardecer, desde esta vecina localidad gallega, una imborrable imagen en tonos rosados. Como sorpresas espontáneas e irrepetibles, Castropol y su ensenada regalan magníficos monumentos naturales, como el islote arbolado del Turullón o el gran banco de arena llamado El Tesón. En cuanto a las playas de la localidad, Castropol ostenta un Monumento Natural: la playa de Penarronda. De sus aguas emerge el Castelo, una formación rocosa erosionada en su interior, que fue bautizada con el nombre de “peña redonda” y, de ahí, Peñarronda. Su margen derecha está reservada para los aficionados a la práctica del surf.

Vista desde el paseo costero que conecta Castropol con Figueras, con la singular silueta del islote de Turullón
Vista desde el paseo costero que conecta Castropol con Figueras, con la singular silueta del islote de Turullón / Gonzalo Azumendi

Y aparte de las típicas fiestas patronales en honor a Santiago Apóstol (25 de julio), Castropol es famosa por colorear vivamente sus calles con las flores que conforman las muy conocidas alfombras florales en la festividad del Corpus Christi. Otro de los atractivos es el cultivo de ostras en bateas en la bellísima ensenada de La Linera.

El arrullo de las fuentes

Figueras es otro de los dieciocho puertos pesqueros de Asturias y la villa de mayor población del concejo de Castropol. Fue villa conservera, aunque no por mucho tiempo, y con una reconocida tradición en astilleros de ribera. En la actualidad, más contemporáneos, aunque con una larga experiencia, los Astilleros Gondán fabrican barcos para el siglo XXI. También Figueras posee ejemplos de arquitectura muy interesantes, testigos mudos de la evolución de esta villa marinera, como su iglesia parroquial, patrocinada por el Gremio de Mareantes, dedicada también a Santiago Apóstol, y la ermita de la Atalaya, con factura del siglo XIX y enclavada en un lugar de observación y de paso (cerca del Puente de los Santos).

Playa de Peñarronda
Playa de Peñarronda / Gonzalo Azumendi

Otros testigos arquitectónicos que conforman el paisaje urbanístico de Figueras son el Palacio de los Pardo Donlebún, cuya torre central data del siglo XVI y que preside el Puerto Deportivo, y las ruinas del Fuerte de Arroxo, que data del siglo XVII. De entre los edificios más contemporáneos cabe destacar el bellísimo Chalet de Doña Socorro, de marcado carácter indiano y de estilo art nouveau, actual Hotel Palacete Peñalba.

Hotel Palacete Peñalba
Hotel Palacete Peñalba / Gonzalo Azumendi

Y dentro del marco educativo que caracterizó a este municipio destacan las Escuelas Laicas, actual Fundación Villamil inauguradas en 1 917, y la Torre del Reloj (1 927), actual Biblioteca Pública Municipal. Sobre el puerto, el llamado Pósito de Pescadores (1 932), sede de la Cofradía de Pescadores, se ha reconvertido en una atractiva terraza hostelera.

Fuentes Urbanas

Dentro de la arquitectura menor resulta curiosa la importancia de las fuentes urbanas en Figueras, todas ellas con usos diversos: están la de El Pelamio (curtido de pieles), Rapalacóis (pelado y limpieza de lacones y jamones) y la de A Ribeira (lavadero). Como producto de los enfrentamientos bélicos acaecidos en el siglo XVIII existe un yacimiento submarino en la ensenada de Arnao: un navío del siglo XVIII y catorce cañones que duermen en los fondos arenosos de la bahía. Y en cuanto a la arquitectura natural, lo más llamativo y visible cuando baja la marea, ubicado frente a Figueras, es el islote de arena de A Berlinga. Aunque el hecho más importante para la comarca fue la construcción, en 1 987, del Puente de los Santos, en la separación de 600 metros que une Asturias, partiendo de Figueras, con Ribadeo (Lugo).

Embarcaciones diversas en el puerto de Figueras
Embarcaciones diversas en el puerto de Figueras / Gonzalo Azumendi

La Reserva Natural Parcial de la ría del Eo da asimismo para mucho. Es punto de reunión y observación de aves, donde viven y se reproducen especies interesantes de la comunidad de marisma. Además, con marea alta se pueden realizar relajantes paseos en lancha o en kayak, así como practicar deportes de vela. La creación del Club Naútico de Figueras aporta un número importante de pantalanes destinados para barcos de recreo.

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