VIRGO Un viaje al subsuelo de Aranda de Duero a través de sus bodegas

La capital de la Ribera alberga 135 bodegas, algunas de las cuales pueden visitarse en un auténtico viaje al centro de la Tierra

Bodega de Las Ánimas, Aranda de Duero

Bodega de Las Ánimas

/ Turismo Aranda de Duero

La belleza de Aranda de Duero y su arquitectura medieval esconde un secreto bajo tierra. En el subsuelo de la ciudad, encontramos 7 kilómetros de galerías excavadas entre los siglos XII y XVIII, a una profundidad de entre 10 y 12 metros. Lugares de reposo para el vino que se convertiría en uno de los más prestigiosos del mundo: los de la DO Ribera del Duero.

La historia de Aranda de Duero está marcada por el cultivo de la vid y profundamente enraizada con el producto de la misma: el vino. Tanto es así que durante la Edad Media casi cada familia poseía una bodega bajo su hogar, que le permitía almacenar su producción vinícola en cubas que prácticamente ocupaban el espacio de las naves. El horadado subsuelo arandino contaba con casi 7 km de túneles o galerías. Y gracias a las zarceras (respiraderos de ventilación) se lograba mantener unas condiciones de temperatura y humedad constantes a lo largo de todo el año, independientemente de la climatología exterior.

Bodega de Las Ánimas, Aranda de Duero

Bodega de Las Ánimas

/ MIGUEL A. MUNOZ ROMERO

Un entramado de bodegas –de las que actualmente se conservan 135– que en 2015 obtuvo la calificación de Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de ‘Conjunto Etnológico’.

Bodegas, Aranda de Duero

Bodegas en Aranda de Duero

/ Turismo Aranda de Duero

Descender entre 10 y 12 metros a cualquiera de ellas, en mágica penumbra, es como emprender un emocional viaje al centro de la Tierra; hasta el mismísimo corazón arandino. Pero también es admirar el esfuerzo y la tenacidad de unas gentes que, con sus propias manos, construyeron esos habitáculos en los que, con mimo y paciencia, se iban gestando sus vinos.

Bodegas, Aranda de Duero

Bodegas en Aranda de Duero

/ Turismo Aranda de Duero

Para poner en valor esta gran seña de identidad de Aranda de Duero se creo el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino, situado en un edificio del siglo XVIII, en plaza Mayor. Y formando parte del mismo, la Bodega de las Ánimas (calle Santa María, frente a la iglesia), concebida como un espacio museístico en el que, a través de la recreación de diferentes escenas y los aperos de labranza, ayuda a comprender y valorar el trabajo realizado en otras épocas para la elaboración y producción de vino.

Catedrales del vino: cinco bodegas espectaculares para el paladar... y los ojos
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Otras bodegas subterráneas que pueden visitarse

La Bodega Histórica Don Carlos (calle Isilla, 1), cuyo origen se remonta a finales del siglo XIV y principios del XV, ofrece visitas guiadas con posterior degustación. La Bodega las Caballerizas (calle Cascajar), rehabilitada en 2015, realiza periódicamente visitas teatralizadas. Y también puede visitarse la bodega del restaurante El Lagar de Isilla (calle Isilla, 18).

Bodegas, Aranda de Duero

Bodegas en Aranda de Duero

/ Turismo Aranda de Duero

Terminada cualquier visita a estas bodegas subterráneas, nada mejor para descansar, reflexionar sobre la experiencia y dar capricho al paladar que degustar el plato principal arandino: el Lechazo Asado de Aranda de Duero.

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