La Valeta, Capital Cultural Europea 2018

Un museo al aire libre. Así definen a La Valeta, la capital de Malta, ese pequeño país mediterráneo de casi medio millón de habitantes que ofrece enclaves naturales asombrosos en sus tres islas y una rica historia en el corazón del "Mare Nostrum". Este año ademas la ciudad-fortaleza de los caballeros de la Orden de San Juan es capital cultural europea, un magnífico motivo para descubrir sus rincones más encantadores y un legado de siete mil años de historia.

La Valeta vista desde la ciudad de Birgu.

La Valeta vista desde la ciudad de Birgu.

/ Eduardo Grund

Más de siete mil años de historia contemplan a la isla de Malta, en realidad un archipiélago de tres islas que brilla en el Mediterráneo, como cruce de caminos marítimos, por sus numerosos e importantes vestigios históricos, que en algunos casos se han salvado casi milagrosamente de su destrucción. Fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos, normandos, caballeros de la Orden de San Juan, franceses e ingleses dejaron su impronta en esta tierra a lo largo de los siglos. De todos ellos, la poderosa Orden de Malta, que naciera en Tierra Santa, fue la más determinante entre 1530 y 1798 pues dotó a la isla de un inexpugnable sistema defensivo basado en fuertes, bastiones y murallas que hoy, casi cinco siglos después, sigue en pie, habiendo superado hasta los efectos de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

Valeta
Valeta / Eduardo Grund

La Valeta, la capital de la isla de Malta, país que pertenece a la Unión Europea desde 2004, fue testigo de esos bombardeos de la II Gran Guerra entre 1940 y 1943, con más de tres mil incursiones de las fuerzas aéreas y marítimas de la Italia fascista y la Alemania nazi. Tanto los malteses, gracias a su asombrosa red subterránea de túneles y pasadizos, como la mayoría de sus edificios históricos resistieron. Tal fue el coraje del pueblo maltés que el rey Jorge VI otorgó a Malta la Cruz de San Jorge.

Hoy la capital maltesa es una ciudad turística que merece la pena saborear, tanto si se accede a ella por mar, en alguno de los numerosos barcos de recreo y cruceros que la abarrotan, o desde el interior desde alguno de sus 68 pueblos. Surgida tras el Gran Asedio Turco de 1565, posterior a la donación de la isla por Carlos V a los caballeros de la Orden en 1530, La Valeta se benefició de la pujanza de estos monjes militares que levantaron en ella palacios, iglesias, albergues y otros edificios nobles que convirtieron a la isla en la principal entrada de la Cristiandad Occidental. Muchos de estos edificios históricos y otros no tan conocidos, como los albergues, los palacios y las iglesias –365 en el archipiélago–, son el escenario principal de Valletta2018, la capitalidad cultural europea, con más de 400 eventos y mil artistas malteses y extranjeros que festejan este año tan especial para la ciudad. Jason Micallef, presidente de la Fundación Valletta 2018, lo ha definido como "un programa para entretener, desafiar e inspirar porque el arte y la cultura abren puertas donde hay muros".

Interior de la Concatedral de San Juan, en La Valeta.

Interior de la Concatedral de San Juan, en La Valeta.

/ Eduardo Grund

La Concatedral

Las islas de Gozo y Comino también participan activamente en este año europeo de Malta, aunque es La Valeta donde se centra el mayor atractivo del programa y de la visita turística. En el recorrido por la capital maltesa, a la que ahora se accede por una nueva Gran Puerta con dos cuchillas de acero de 60 milímetros de grosor, elevadas e insertas entre el muro viejo y el nuevo, hay que deleitarse con sus calles empinadas repletas de balcones forrados por celosías de todos los tamaños, y sobre todo de su gran joya: la Concatedral de San Juan. Construida entre 1573 y 1577, este edificio maravilla al que se acerca a su interior por su estallido de color oro y los complicados diseños que la adornan en un remarcado estilo barroco. No hay que dejarse llevar por su apariencia externa, austera y poco llamativa. Nada más penetrar en su interior con forma rectangular, presidido por el trono episcopal reservado al Gran Maestre, todo sorprende al visitante: lo primero, su suelo pavimentado con 406 sepulcros bellísimos; luego, las capillas laterales asignadas a casas de la Orden y, a continuación, los cuadros de Caravaggio, expuestos en el oratorio. El pintor milanés, huido de la justicia a causa de un homicidio, se refugió en Malta y fue nombrado caballero de la Orden hasta que finalmente tuvo que fugarse por un altercado con otro compañero de la cruz blanca sobre fondo rojo. Sin embargo, en su corta estancia dejó seis bellísimas pinturas, de las que hoy se pueden admirar en este templo La decapitación de San Juan Bautista, su considerada obra maestra, y San Jerónimo escribiendo. En la primera de ellas, realizada para adornar un altar dedicado al santo, puede observarse la firma de Caravaggio, la única que se ha conservado de toda su producción artística.

Palacio del Gran Maestre

La Valeta era, sin duda, una fortaleza inexpugnable a lo largo de su perímetro amurallado gracias a los fuertes que la protegían. San Michael, San Angelo o San Elmo, este último con el cercano Hospital de los Caballeros, donde todavía se puede apreciar hoy el espacio que se reservaba a los heridos y a los enfermos dentro del edificio, suponían un muro infranqueable para el Gran Maestre y su ejército de diez mil hombres. El mandatario se alojaba en el Palacio del Gran Maestre, sede actual del gobierno de la nación y para los malteses simplemente El Palacio, muy hermoso con su colección de armaduras –algunas de ellas con un Cristo protector en el pecho y con impactos de bala–, tapices, galerías y estancias en su planta noble.

Armería del Palacio del Gran Maestre

Armería del Palacio del Gran Maestre.

/ Eduardo Grund

La Venus de Malta

La Valeta cuenta asimismo con una interesante oferta museística, pero hay dos citas ineludibles en la ciudad vieja. La primera es el Museo Arqueológico, abierto en el antiguo Albergue de Provenza de Republic Street y a dos pasos de la Iglesia de San Francisco, con una interesante colección de piezas históricas. La Venus de Malta, a pesar de estar descabezada, la Dama Durmiente y los bloques de piedra prehistóricos, con sus llamativas espirales, son las estrellas de la colección. La segunda cita ineludible es la Casa Rocca Picola, que guarda decenas de piezas de la familia que encabeza hoy, en su novena generación, Nicholas de Piro, de 77 años de edad. Cuatro siglos de historia en los que se aprecian dos guiños españoles, un retrato de Felipe V y otro del Gran Maestre mallorquín Ramón Perellós, así como una curiosa capilla móvil para desplazamientos y un lujoso comedor adornado con mil detalles. Una visita realmente interesante.

La ciudad del silencio

Tras la visita de La Valeta, y después de dar una vuelta en barco para contemplarla desde el mar, hay que acercarse al centro de la isla para conocer Mdina, la antigua capital de los caballeros, utilizada como escenario en la primera temporada de la serie Juego de Tronos. Por esta Ciudad del Silencio vale la pena vagar por sus estrechas y ensombrecidas callejuelas para desembocar en las amplias plazas siempre soleadas y adornadas con imágenes religiosas. Solo viven intramuros 300 habitantes, pero una casa en este recinto no baja del millón de euros de precio de venta.

La ventana natural de piedra caliza Wied il-Mielah, al noroeste de la isla de Gozo

La ventana natural de piedra caliza Wied il-Mielah, al noroeste de la isla de Gozo.

/ Eduardo Grund

La bella isla de Calipso

La pequeña, verde y pintoresca isla de Gozo, la más cercana a Sicilia, reúne en sus 67 kilómetros cuadrados la esencia histórica del Mediterráneo. El hecho de que no tuviera a lo largo de su historia la misma protección defensiva que su hermana mayor, Malta, y que fuera acosada por piratas y otros enemigos, hizo que fuera devastada en varias ocasiones y que sus habitantes tuvieran que refugiarse en muchas ocasiones en la capital. La primera visita de Gozo suele ser Victoria, la capital de la isla ya en tiempos romanos, denominada así desde 1897 por el 60 aniversario de la reina Victoria. Los gocitanos la llaman habitualmente Rabat y, aunque no queda nada en ella de sus antiguas edificaciones, es recomendable dar un paseo por sus calles para ver el trabajo de algunos artesanos en el punto y el encaje y admirar balcones, palacios y, sobre todo, la basílica de San Jorge, que compite en belleza con la catedral. Sin embargo, el monumento más visitado de Rabat es la Ciudadela, ubicada en una de las colinas más altas del centro de Gozo. De origen medieval, su muralla se edificó entre los siglos XVI y XVIII y entre sus muros se levanta la catedral que no tiene cúpula, pero sí una bonita escalinata presidida por las estatuas de los Papas Pío IX y Juan Pablo II. Hoy solo viven en su recinto intramuros dos familias.

Atardecer en la bahía de Xlendi, en Gozo.

Atardecer en la bahía de Xlendi, en Gozo.

/ Eduardo Grund

Tras la primera incursión en el interior de la isla conviene acercarse a la costa, donde existen varios escenarios naturales llenos de magia y belleza. La cueva de Calipso, lugar donde se asegura estuvo Ulises, es un buen aperitivo, y más tras el derrumbamiento en Dwejra, en marzo de 2017, de La Ventana Azul, el impresionante arco natural de piedra caliza símbolo de la isla. Tras esta desgracia solo queda en la isla otro llamativo pórtico de roca caliza en Gharb. Se trata de la Ventana de Wied it-Mielan, también muy espectacular en el Valle Salado, principalmente cuando el mar ruge. Para muchos este lugar es el sitio natural más asombroso del archipiélago de Malta.

El templo megalítico de Ggantija

El templo megalítico de Ggantija 

/ Eduardo Grund

Las citas de "Valetta 2018"

Festival Internacional de las Artes. Del 29 de junio al 14 de julio. Música, artes visuales, teatro, danza, ópera, instalaciones, películas, proyectos comunitarios, eventos interactivos y participativos en una edición especial del principal festival de artes en Malta.

Festival Internacional de Jazz/Jazz on the Fringe. Del 17 al 22 de julio. Cinco días de conciertos de jazz gratuitos frente al Parlamento y la Puerta Principal.

"Aida", de Giuseppe Verdi. 11, 13 y 15 de septiembre. En la Plaza del Teatro Real de La Valeta.

Ciencia en la Ciudad. 28 de septiembre. Exposiciones relacionadas con la ciencia: street art, ciencia en la calle, música, espectáculos de títeres infantiles, conferencias...

La Noche Blanca. 6 de octubre. Música en vivo, danza, cine y teatro en una noche en la que los museos, edificios históricos y galerías de arte abren al público de forma gratuita.

Síguele la pista

  • Lo último