Por ello, todos los viajeros que decidan trasladarse al archipiélago noruego de Svalbard, enclavado ya en el Polo Norte, deberán pagar a partir del año próximo una tasa ecológica de 19 a para contribuir a proteger la naturaleza frágil y los tesoros culturales de una tierra que aún conserva vestigios de las primeras expediciones polares, que se remontan a finales del siglo XVII. La cantidad recaudada a través de este impuesto, que se pagará (excepto los residentes) con cada billete de avión o barco que tenga como destino a estas islas noruegas, se integrará en un fondo encaminado a financiar iniciativas medioambientales en Svalbard, que el año pasado recibió la visita de 55.000 turistas.
Información : www.visitnorway.com