El tractor del mar, la curiosa historia que atesora la isla Burgh

El suroeste de Inglaterra cuenta con su propio Monte Saint-Michel, una isla que aparece y desaparece en función de las mareas y a la que se llega en un transporte muy peculiar

El tractor del mar en la isla de Burgh

El tractor del mar.

/ Thomas Faull/iStock

Bigbury-on-Sea es un bonito pueblo en la costa sur de Devon, en el suroeste de Inglaterra. Su playa es paraíso para surfistas, windsurfistas y kitesurfistas. Siguiendo la línea de costa remata su playa la llamada isla Burgh, un trozo de terreno que, por obra de las mareas, a veces es isla, a veces está pegado a Bigbury. 

El tractor del mar en la isla de Burgh

El tractor del mar.

/ Thomas Faull/iStock

Cuando la marea está baja se puede acceder a la isla, a unos 250 metros de la playa de Bigbury, por una calzada que la une a la playa, bien en coche o andando. Pero el momento más divertido llega cuando la marea está alta y solo se puede llegar a Burgh a través del llamado tractor del mar, la estrella de la zona. 

El tractor del mar en la isla de Burgh

El tractor del mar, junto al hotel y el pub de la isla de Burgh.

/ Thomas Faull/iStock

Este tractor hidráulico es único en el mundo. Diseñado en 1969 por un hombre llamado Robert Jackson por 9.000 libras (unos 10.000 euros), hoy transporta a visitantes a la isla Burgh por dos libras por trayecto, unos 2,2 euros. Ahora bien, hay que tener en cuenta que el tractor del mar solo funciona cuando las condiciones atmosféricas son propicias. 

El tractor del mar en la isla de Burgh

'Aparcado' en la orilla.

/ Thomas Marchhart/iStock

El trayecto se convierte en una aventura, ya que el tractor atraviesa la playa con las ruedas sumergidas en el fondo de arena mientras el conductor y los pasajeros se sientan en una plataforma en lo alto. La potencia del motor de un tractor Fordson se transmite a las ruedas a través de motores hidráulicos. 

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El tractor del mar haciendo un trayecto rumbo a la isla de Burgh el 4 de abril de 1935.

/ Reg Speller/Fox Photos/Getty Images

El hotel de Agatha Christie

Una vez en la isla, un hotel, el Burgh Island Hotel, icono del art déco, lleva recibiendo visitantes desde 1929. Cuenta con 25 habitaciones, varias suites, tratamientos de spa, juegos de billar, tenis y cróquet… Algunas de sus habitaciones homenajean a personajes ilustres que o bien visitaron la isla o bien la utilizaron como escenario para algunas de sus obras.

El tractor del mar en la isla de Burgh

El tractor del mar en la actualidad.

/ Sebastien-Coell/iStock

Es el caso de Agatha Christie, que cuenta con una habitación propia (o más bien casa), llamada Beach House, donde la escritora dio forma a sus novelas Maldad bajo el sol y Diez negritos. También los Beatles se alojaron en el hotel, al igual que Winston Churchill, Eduardo VIII y Wallis Simpson, Josephine Baker…

Isla de Burgh

Isla de Burgh con el hotel en primer término.

/ Roger Mechan/iStock

Fue en la década de 1890 cuando la estrella del music hall George H. Chirgwin construyó una casa de madera en la isla Burgh donde daba fiestas los fines de semana para sus invitados. En 1927, la isla fue vendida al cineasta Archibald Nettlefold, quien construyó un hotel al estilo art déco del momento y lo convirtió en uno de los más populares de su época. 

El tractor del mar en la isla de Burgh

Vista de la isla de Burgh.

/ nicolamargaret/iStock

Paseos por la isla

La isla también es perfecta para dar agradables paseos, desde su playa lisa al norte de la isla hasta las rocas escarpadas al oeste o la llamada Piscina de Sirenas en la zona sureste y hasta los restos de una ermita. El paseo se puede hacer en unos 20 minutos. Además, se pueden observar miles de aves marinas y también mariposas, zorros, conejos, lagartijas, erizos… Y para los que prefieran el calor del amor en un bar, la isla Burgh cuenta con un pub histórico, el Pilchard Inn., desde 1336.

Isla de Burgh

Vista aérea de la isla de Burgh.

/ Tom Dowsett/iStock

La piscina de las sirenas

Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando esta piscina natural de la isla Burgh se protegió con rocas. Hoy ofrece la posibilidad de darse un baño en total privacidad. 

El tractor del mar en la isla de Burgh

El tractor del mar en marcha.

/ Roger Mechan/iStock

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