Tokio en cinco secretos sorprendentes: un fascinante recorrido a través de sus barrios
Entre los rascacielos futuristas de Shinjuku o en la isla artificial de Odaiba, la capital del país nipón esconde infinidad de rincones y experiencias más propias de otro mundo. Recorremos sus diferentes barrios en busca de estos sorprendentes lugares que, sin duda, te harán querer explorar esta vibrante metrópolis desde una perspectiva diferente.

Equilibrar siglos de tradición con un futuro extraordinario es el asombroso presente de Tokio, una ciudad formada por barrios de identidades únicas. Desde los sosegados templos de Senso-ji o Meiji Jingu a los robots que sirven cafés en el distrito de Shinjuku, donde también se encuentra la intersección más transitada del planeta. Cada barrio de Tokio esconde inesperados secretos que fascinan tanto a aquellos que buscan la autenticidad japonesa, como a quienes se sienten atraídos por su cara más moderna.
La estatua de la Libertad de Odaiba
Odaiba es cada vez más visitada, especialmente desde que se abrió en ella el exitoso museo de arte digital Teamlab Planets, pero aún pocos saben que en esta isla artificial hay una réplica, más pequeña, de la Estatua de la Libertad. Se encuentra frente al llamativo puente Rainbow y fue colocada en 1998, en un principio de forma temporal, como un homenaje entre Japón y Francia. Además cuenta con dos hermanas en las ciudades de Osaka y Shimoda.

Kanda Myojin, el santuario dedicado a la tecnología en el barrio de Chiyoda
Espiritualidad y tecnología van de la mano en el asombroso santuario Kanda Myojin, fundado originalmente en el año 730 en otra ubicación. A él acuden muchos japoneses para hacerse con un talismán de esta temática y bendecir sus dispositivos electrónicos. Desarrolladores de videojuegos, informáticos o, simplemente, geeks tecnológicos no deben perderte esta visita en Tokio.

Una biblioteca para los amantes de la lectura y del diseño en Kodaira
A las afueras de Tokio, pero sin dejar la región de la capital japonesa, encontramos uno de los edificios más impresionantes del país. ¡Y eso es ya mucho decir! Se trata de la biblioteca de la Facultad de Arte de la universidad de Musashino, diseñada por el famoso arquitecto nipón Sou Fujimoto. Con una superficie de 6.500 m2, una fachada de cristal y espacios diáfanos donde gobierna la luz, esta biblioteca parece sacada de una obra de ciencia ficción. Más de 200.000 libros ocupan sus paredes hechas de estanterías, las mismas que configuran los distintos espacios de esta magnífica obra arquitectónica.
Gotokuji, un alucinante templo dedicado a los gatos en el barrio de Setagaya
Todos situamos el famoso gato de la suerte que mueve el brazo en China, en cambio el origen de este talismán conocido como maneki-neko se encuentra en este curioso templo del tranquilo barrio residencial de Setagaya. Miles de figuras felinas, de diferentes materiales y colores, adornan sus jardines desde que, según la leyenda, un gato salvara a un señor feudal de una tormenta allá por el siglo XVII. Compuesto por una pagoda de madera de tres pisos, este lugar de culto para quienes quieren atraer fortuna sobrevivió a los ataques de la Segunda Guerra Mundial.

El callejón de los yakitoris y un bar de científicos locos en el barrio de Shinjuku
Escondido entre los gigantescos edificios de Shinjuku, la estrecha callecita con aires vetustos de Omoie Yokocho tal vez sea el lugar más popular de nuestra lista, pero nunca hay que dejar pasarla por alto. Pequeñas tabernas y puestos dedicados al yakitori son sus protagonistas. Degustar estos deliciosos pinchos de pollo a la parrilla en este entorno cargado de autenticidad es una experiencia que nadie ha de perderse en Tokio.

Como contraste, nada mejor que terminar la noche en el Science Bar INCUBATOR, un local decorado como un laboratorio de química donde se sirven originales cócteles en probeta.
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