Sossusvlei y Deadvlei, los lugares más fotogénicos del desierto más antiguo del mundo

Sossusvlei y Deadvlei, en el Parque Nacional Namib-Naukluft, son dos de los lugares más fascinantes que tendrán ocasión de visitar los aventureros que se unan a la próxima Expedición VIAJAR a Namibia. Organizada por la revista VIAJAR y Azulmarino, partirá hacia el país del suroeste africano en junio de 2025 con la compañía de Jordi Llompart.

La Duna 45 de Sossusvlei

Es, sin duda, la duna estrella de Sossusvlei, el salar ubicado en pleno desierto de Namib. Se la conoce como Duna 45 porque está justo ubicada en el kilómetro 45 de la carretera que conecta Sossusvlei con Sesriem y alcanza los 170 metros de altura. Subir por su loma es una de las aventuras más fascinantes que vivir en el desierto más antiguo del mundo, que es Patrimonio de la Humanidad.

El salar de Sossusvlei es uno de los lugares más famosos y fotografiados de Namibia y el área de dunas que lo rodea, una de las atracciones más visitadas por los turistas. Dichas dunas oscilan entre diferentes tonos de naranja, debido a la alta concentración en hierro de la arena tras años y años expuesta a la oxidación. De hecho, es una manera de saber la antigüedad de las dunas: cuanto más rojizas, más antiguas son. La citada Duna 45 no es la más alta del complejo, sino que hay otras que la superan en altura, como la llamada Big Daddy, de 325 metros, o la Duna 7, con 388.

Las dunas de arena del Namib son dinámicas y cambian de forma con el viento y las que su ubican en esta zona de Sossusvlei son conocidas como “dunas estrella” debido al viento que las moldea desde todas direcciones.

El pantano muerto de Deadvlei

Deadvlei es la hermana pequeña de Sossusvlei. Situada muy cerca de esta, Deadvlei es una salina de arcilla blanca cuyo nombre se traduce como “pantano muerto”. Este pequeño lago calcificado rodeado de dunas es famoso por su docena de árboles muertos que, tras centenares de años, ofrecen una de las imágenes más increíblemente bellas de la naturaleza.

Cuando el río Tsauchab se desbordó, se crearon charcos temporales poco profundos que permitieron el crecimiento de varias acacias, conocidas como espinas de camello. Pero cuando el clima cambió y la sequía azotó la zona, los árboles murieron porque ya no tenían suficiente agua para sobrevivir. Se cree que los árboles murieron hace 600 o 700 años, pero ahí se mantienen sus troncos, negros y chamuscados por el intenso calor, formando un bosque congelado en el tiempo. El contraste de colores en la zona es brutal: a la arcilla blanca se suman las dunas rojas, el cielo azul brillante y los árboles negros.