El fin de semana que Teruel se vuelve una historia de amor…

Teruel es una de esas ciudades que, cuando la descubres, te sorprende, pero que aún carga con la pesada losa de viejas etiquetas que la asocian con un lugar poco frecuentado. A pesar de encontrarse en una de las áreas geográficas del país más afectadas por el aislamiento – es la capital de provincia española menos poblada -, afortunadamente, en los últimos años está ocupando, poco a poco, un papel más relevante en el panorama turístico español.

Ciudad milenaria, su destacado patrimonio es todo un orgullo para Aragón, con muchos monumentos incluidos dentro de la lista de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; una joya del arte mudéjar que merece una visita en cualquier época del año, a pesar de los rigores del clima turolense, marcado por la elevada altitud a la que se encuentra la población.

Sin embargo, si hay un fin de semana en el que Teruel se engalana y en el que es casi imprescindible una visita, ése es el tercero de febrero, momento cumbre en las festividades que se celebran cada año en esta preciosa y coqueta villa del noreste de la península.

Las Bodas de Isabel de Segura, un festejo puramente medieval

Recientemente constituida como Fiesta de Interés Turístico Nacional, las Bodas de Isabel de Segura conmemoran el acontecimiento más conocido de la población aragonesa. Allá por el siglo XIII, Juan Martínez de Marcilla – conocido como Diego Marcilla – e Isabel de Segura, caían profundamente enamorados desencadenando una trágica historia que dio lugar a la célebre leyenda de Los Amantes de Teruel.

Los eventos en los que la ciudad se vuelca con este episodio amoroso, con cientos de habitantes involucrados en la representación teatral de la trama, dan una gran difusión de la famosa leyenda. Durante varios días, con el fin de semana como punto álgido, el centro histórico se sumerge en un ambiente medieval, con su famoso mercado, las jaimas, los desfiles gremiales de la época, actividades, talleres, música, bailes... junto con los diferentes actos oficiales que escenifican en las calles y plazas los acontecimientos históricos que crearon la leyenda.

Una celebración que toma Teruel

Los festejos que giran en torno a las Bodas de Isabel de Segura aprovechan el magnífico escenario que constituye la ciudad de Teruel, llevándose a cabo a pie de calle en muchos de los rincones más emblemáticos. Es por ello que es la ocasión perfecta para conocer de primera mano las bondades de esta población aragonesa y todos sus secretos.

La Plaza del Torico, punto central de la vida turolense, la catedral y su entorno, la judería, la Iglesia de San Pedro – con el mausoleo de los amantes de Teruel -, la Iglesia del Salvador o la de San Martín, el acueducto de Los Arcos o Dinópolis, son algunos de los muchos atractivos que podemos aprovechar para visitar mientras nos mimetizamos en la atmósfera medieval y festiva.

Unos días plenos de actividades que, tras el pistoletazo de salida del pregón del viernes, alcanzan su éxtasis durante todo el fin de semana para regalarnos una de las celebraciones más mágicas y carismáticas de entre todas las que se llevan a cabo en el territorio nacional, en la que se esperan más de 17000 personas caracterizadas según la época medieval, junto con más de 500 actores y figurantes.