Secado de incienso en Vietnam, un espectáculo bañado de rojo

En Vietnam, el secado de incienso es un proceso ancestral que combina misticismo, tradición y un espectáculo onírico que se queda impregnado en la retina del explorador más impasible. 

Secado de palitos de incienso en Vietnam

Secado de palitos de incienso en Vietnam

/ Pham Hung

Cuando el humo del incienso sube al cielo, representa que las peticiones llegan a su destino para su aprobación por una entidad divina. Los vietnamitas encienden estas barritas de resinas aromáticas vegetales para honrar a sus antepasados y rezar por un año nuevo de felicidad, salud y prosperidad.

En un pueblo tan espiritual como el vietnamita, el secado de incienso constituye un espectáculo único y el mejor ejemplo de constancia, meticulosidad y amor por las cosas bien hechas. Está presente en su cultura, desde el nacimiento hasta la muerte. En el imaginario popular, cuando se enciende un incienso se abre una conexión entre el mundo real y el más allá.

Secado de incienso de forma tradicional en Vietnam

Secado de incienso de forma tradicional en Vietnam

/ Son Nguyen / ISTOCK

Es tradición que cada familia elabore los inciensos con distintos aceites esenciales y diferentes ingredientes naturales; de ahí, la singularidad de cada aroma. También hay una serie de rituales que los vietnamitas siguen como auténticos mantras. Por ejemplo, siempre se encienden inciensos impares para rezar ante un altar, generalmente tres. Estos simbolizan el Cielo, la Tierra y el Hombre.

Proceso de elaboración

Algo tan universal como una barrita de incienso lleva aparejado un gran trabajo artesanal. Las materias secas se machacan. Cada familia escoge la proporción de los diferentes ingredientes que le confieren su singularidad. El polvo se mezcla con una resina para, inmediatamente después, pegarse a los palillos de bambú, también secos y pintados de rojo.

Lo que puede parecer una acción mecánica no es tal, ya que se requieren grandes dosis de paciencia y mucha habilidad, a base de movimientos repetitivos para compactar el incienso y que no se acabe desmenuzando.

El secado de incienso deja panorámicas visualmente muy placenteras

El secado de incienso deja panorámicas visualmente muy placenteras

/ wichianduangsri / ISTOCK

A continuación, los inciensos se ponen al sol y, gracias al calor, se potenciarán aun más sus aromas. Si el sol aprieta con fuerza, tan solo se necesitará un día para su secado. Eso sí, si el tiempo no acompaña y llueve, los inciensos mojados no servirán para nada, aunque la realidad es que muchas familias, para no echar a perder su producción, acaban secándolos con difusores de aire caliente.

Celebrando el Año Nuevo Lunar

Meses antes de la llegada del Tet, o Año Nuevo Lunar, en Vietnam se preparan a conciencia. Hay que decidir que aromas escoger para hacer de sus inciensos algo único. En algunos casos, se suelen incorporar hasta más de una treintena de aceites esenciales, resinas aromáticas vegetales (como pueden ser la mirra o el ámbar), polvos de maderas, fibras vegetales, hojas secas, raíces o diferentes flores. El aroma resultante será algo único e inimitable. Ninguna familia revelará detalles de su composición.

Secado de incienso en Vietnam

Una mujer coloca los inciensos estratégicamente para sus secado

/ Pham Hung / ISTOCK

Semanas antes de que llegue el Tet la actividad es frenética. La venta de incienso se dispara, ya que cada familia debe honrar a sus antepasados y atraer la prosperidad gracias al encendido. Las calles se llenan de diferentes aromas, el humo sube al cielo desde cada rincón, desde cada casa, desde cada templo…. Un espectáculo mágico que permite la conexión entre el mundo de los vivos y de los muertos, entre el mundo real y el más allá, entre el pasado y el presente.

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