Rutas, playas y atracciones para un verano perfecto en familia en la Costa Daurada
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Calas y senderos del Bosque de la Marquesa
Calas y senderos del Bosque de la Marquesa
www.tarragonaturisme.cat
Gracias a que la marquesa de Grau tuvo a bien rechazar una sustanciosa oferta y no quiso vender un terreno para edificar, a las puertas casi de Tarragona se preserva intacto este poco conocido pedazo de bosque mediterráneo que conserva algo del sabinar que antaño cubrió esta costa. Solo tiene acceso desde Platja Llarga y Punta de La Mora; más fácil esta última para adentrarse por sus senderos, señalizados por las franjas blanquirrojas del GR 92 que atraviesa Cataluña de punta a punta. El lugar es un espectáculo, alfombrado por pinos blancos y carrascos inclinados por la fuerza del viento que sopla desde el mar. Bajo sus copas, una indómita maraña de encinas, sabinas, madroños y lentiscos por la que, mientras se avanza por sus caminos de tierra, escuchar el trino de los mirlos, las currucas y los carboneros que la habitan.
De cuando en cuando asoma un mirador natural sobre el Mediterráneo, enfrentado a sus acantilados de amarillentas paredes de marga y también a un par de calas en las que darse un chapuzón si el calor aprieta: la de Roca Plana o Calabecs y, poco más allá, Cala Fonda, también conocida como playa Waikiki por al parecer una fiesta muy loca que se celebró aquí en los años 20, con todos sus asistentes vestidos de hawaianos. Ambas son nudistas, aunque también muy familiares, si bien no hay ni bar ni servicio alguno. Solo naturaleza en estado puro, a recorrer en solitario o con las visitas que proponen los guías del GEPEC Grupo de Estudio y Protección de los Ecosistemas Catalanes, www.gepec.cat, en cuya compañía aprender a distinguir los cantos de los pájaros, buscar lianas de zarzaparrilla ¡sí, de la que se alimentaban los Pitufos! o descubrir cómo el bosque mediterráneo se defiende en caso de incendio haciendo explotar las piñas para que sus frutos se esparzan lo más posible y asegurarse la reproducción tras el fuego.
Una cantera romana en el mar
Los romanos cortaban enormes bloques de roca tallando sus cuatro bordes y rellenándolos con madera para que, tras rociarlos de agua, se desprendieran por la presión. Cerca de Platja Llarga hay una de las canteras de donde los dueños de la antigua Tarraco sacaban las piedras. En algunos senderos del Bosque de la Marquesa se camina sobre cantos de calzada romana. La pedrera de El Médol forma parte del conjunto monumental de la antigua Tarraco declarado Patrimonio Mundial.
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Con los pescadores de Cambrils
Con los pescadores de Cambrils
www.cambrils.cat/turisme
Sorprende que en una localidad tan turística hoy como Cambrils pueda todavía verse a los pescadores remendando sus redes junto al puerto. La mejor hora, las cinco de la tarde. Es justo entonces cuando, entre un revuelo de gaviotas, llegan de faenar sus barcos de arrastre para descargar cantidades bárbaras de congrios, besugos, lenguados, lubinas, cigalas y demás delicias, como las feísimas pero increíblemente sabrosas galeras de sus fondos. De allí se llevarán de inmediato a las pescaderías del pueblo, incluida la de su Cofradía de Pescadores, que hace tiempo se organizó para comercializar sin intermediarios el fruto de su durísimo trabajo. Para verlos todavía más intensamente en acción, la iniciativa Pesca Turismo permite a los visitantes pasar un día a bordo con ellos.
Más apta para ir con niños pequeños, la modalidad de disfrutar de una jornada en un barquito que se arrima adonde andan faenando y que se reserva, igual que la anterior, a través de la Estación Naútica de la Costa Daurada. Desde la Oficina de Turismo se organizan también visitas guiadas por los rincones más curiosos de la villa y, si los chavales han prestado atención durante su experiencia en el puerto, seguro que aprueban el divertido test que les retará a contestar desde por qué la Costa Daurada se llama así hasta cuál es el pescado que lanzan por la borda los marineros. Y es que en este municipio, certificado por la Generalitat tanto con el sello de Destino de Turismo Familiar como con el de Destino de Turismo Deportivo, todo está pensado para los niños, con alojamientos y restaurantes adaptados para los más pequeños, áreas de juego incluso en las playas y una inmensa oferta de ocio entre la que destacan no solo las actividades vinculadas al mar sino también infinidad de rutas en bici a emprender en familia.
El heladero mayor de la costa
La Copa del Mundo de Heladería ¡sí, existe y se celebra cada dos años en la ciudad italiana de Rimini! coronó el pasado enero como subcampeón al equipo español, presidido por Antonio Sirvent (www.antoniosirvent.es), hijo de Cambrils y heredero de tres generaciones de maestros heladeros de Jijona. En el paseo frente al puerto abren sus dos locales, donde todo se elabora artesanalmente en su obrador y con productos 100% naturales: la yogurtería y, casi al lado, la heladería en sí, donde además de especialidades más clásicas y una horchata para tocar el cielo, atreverse con sus helados de gin-tonic o de mojito. En verano es probable que haya cola y la terraza ande a rebosar de gente, pero la delicadeza de sus sabores hace que merezca la pena esperar.
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Rutas marinas en l'Hospitalet del I'nfant
Rutas marinas en l''Hospitalet del I''nfant
www.hospitalet-valldellors.cat
Con raíces, tallo, hojas y hasta flores, la posidonia no es un alga sino una planta con todas las de la ley, aunque crezca bajo el agua. Los fondos de l''Hospitalet de l''Infant atesoran una suculenta tajada de este hábitat marino endémico del Mediterráneo. De hecho, sus praderas protagonizan las tres rutas subacuáticas que se han ideado en este municipio para los amantes del esnórquel. Basta pertrecharse de unas gafas y un tubo de bucear y poner rumbo hacia la playa de l''Almadrava o la del Arenal. Por todas ellas se han instalado bajo el mar unos paneles, marcados con una boya de color, donde se van aportando fotos e información sobre las muchas especies que pueden verse por cada escenario: erizos, cabrillas y sargos entre las praderas de posidonia; estrellas de mar y caracoles medio enterrados entre los fondos de arena; y desde anémonas hasta mojarras y doncellas emergiendo entre las grietas y las pequeñas cuevas de la ruta conocida como Les Roques.
Los tres itinerarios pueden recorrerse por libre o, si se prefiere, en compañía de guías que se contactan a través de la Oficina de Turismo. ¿Más mar? En la escuela de vela del Puerto Deportivo o, a través de la Estación Náutica, desde alquilarse una moto de agua, un barco o unos kayak para surcar la costa en familia hasta decidirse por las aquí muy populares excursiones de paddle surf. De nuevo pueden emprenderse tanto a su aire como con monitor y una embarcación de apoyo, y pocas son tan apetecibles como bordear sobre la tabla la preciosa playa virgen del Torn hasta llegar a la cueva del Llop Marí, accesible solo desde el agua.
Mar y montaña en un municipio muy particular
Bajo el paraguas de L''Hospitalet de l''Infant i la Vall de Llors se engloban las localidades costeras de L''Hospitalet de l''Infant y l''Almadrava, tres más desperdigadas entre las abruptas sierras que se trepan hacia su interior Vandellòs, Masboquera y Masriudoms, amén de un onírico reguero de aldeas abandonadas. Imprescindibles playas tan sorprendentemente salvajes como la naturista del Torn o, tierra adentro, los senderos entre los roquedos y los bosques a emprender en bici, a caballo o a pie. Y una propuesta de lo más didáctica para los niños, el Centro de Interpretación del Aceite, donde ver funcionar la maquinaria original del viejo molino de Vandellòs mientras unos paneles audiovisuales explican los secretos del oro líquido que se degustará al final de la visita.
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El Camino de Ronda de Salou
El Camino de Ronda de Salou
A ratos junto a la arena y otros directamente sobre los roquedos y acantilados en los que rompen las olas, sus pasarelas de madera se extienden a lo largo de dos kilómetros y medio de fachada marítima: desde la explanada de els pilons, donde antaño amarraban sus barquitas los pescadores, hasta el final de la sorprendentemente salvaje Platja Llarga, aunque luego puede continuarse otros tantos más por senderos señalizados del otro lado del Cap Salou.
Este Camino de Ronda, aunque ahora acondicionado para ser recorrido en una excursión muy fácil de emprender en familia, es en realidad el mismo por el que siglos atrás vigilaban los encargados de dar la voz de alarma cuando asomaba alguno de los barcos piratas que arramplaban con todo lo que pillaban y se llevaban como esclavos a sus vecinos. A su paso quedan a la vista los muros del antiguo lazareto en el que guardaban la cuarentena los llegados del mar que pudieran traer alguna enfermedad contagiosa, así como los nidos de ametralladoras que se plantaron en la Guerra Civil para prevenir un posible ataque desde el agua, pero sobre todo preciosas panorámicas desde el faro o rincones como Cala Llenguadets o la Platja dels Capellans. Hoy cuesta creerlo, pero esta playa fue el antiguo puerto natural de Salou. No había otro en toda la costa catalana desde el cabo de Creus hasta el delta del Ebro, de ahí que su importancia fuera tal que Jaume I concentrara en sus aguas a la flota que le acabaría arrebatando Mallorca a los sarracenos.
Miniclubs, juegos y más ofertas para niños
Avalada por el sello Turismo Familiar, en la capital turística de la Costa Daurada todo, o casi, está pensado para unas vacaciones en familia: desde hoteles y restaurantes con oferta infantil y hasta juegos tanto por sus arenales como en el anchísimo paseo colmado de palmeras que bordea su playa urbana del Llevant. Esta última con estilosos chiringuitos en los que comer muy bien sin salir de la playa, al igual que ocurre en el que tiene la de Ponent cuenta en verano con un miniclub donde dejar unas horas a los niños al cuidado de monitores. A su vera, las fuentes cibernéticas que al anochecer invitan a disfrutar de su ya clásico espectáculo de luz y sonido. Y como Salou también posee la distinción de Destino de Turismo Deportivo, no faltan ocasiones para practicar volley-playa, actividades náuticas, tirolinas o acercarse al rocódromo del parque Bosc Aventura o recorrer el carril-bici junto al mar por el que pedalear hasta la vecina Cambrils.