Una ruta por Valladolid tras la huella de dos mujeres poderosas

De Medina del Campo a Tordesillas, repasamos los rincones marcados por Isabel la Católica y Juana la Loca

Medina del Campo

Castillo de la Mota

/ Turismo de Medina del Campo

Están vinculadas a este rincón de Valladolid donde han dejado para siempre su huella. Ambas, mujeres de poderosa transcendencia, contemplaron diferentes destinos. La una no estaba llamada a ocupar el trono, pero acabó convertida en la primera reina de España. La otra, reina sin corona, estuvo cautiva por casi medio siglo, arrebatada por el desamor. Hablamos de Isabel la Católica y Juana I, más conocida como Juana la Loca.

Valladolid
Valladolid / Aneb / ISTOCK

Emprendemos una ruta por el corazón de Castilla para repasar la Historia que se cuela entre los gruesos muros de sus fortalezas, los ecos que flotan sobre sus campos amarillos, el pasado orgulloso que se esconde bajo la bruma. Una ruta tras los pasos de estas féminas en la que descubrir bellos pueblos ligados al mudéjar, degustar una gastronomía de bandera y, por supuesto, saltar de bodega en bodega siguiendo la pista del vino de Rueda.

La villa próspera

Medina del Campo
Medina del Campo / Turismo de Medina del Campo

El trayecto arranca en Medina del Campo, donde los ecos de Isabel retumban aún por sus calles y plazas. Aquí la más universal de nuestras reinas, la dama que tuvo que enfrentarse al descubrimiento de América, el conflicto sucesorio de su reino y las encarnizadas luchas nobiliarias, pasó largas temporadas.

Medina del Campo
Medina del Campo / Turismo de Medina del Campo

Cuentan que, con sus favores y privilegios, la villa alcanzó su mayor gloria. A finales del siglo XV, Medina era el centro europeo del comercio de la lana y en sus famosas ferias, aquellas que atraían a importantes prestamistas, se podía adquirir todo tipo de mercancías. De esta época quedó una curiosa costumbre que perdura hasta nuestros días: la de abrir en domingo los comercios y la banca para trasladar al jueves el día de descanso.

Imponente castillo

En la Plaza Mayor de Medina, declarada Conjunto Histórico Artístico, se erige el Palacio Real Testamentario, en el que Isabel la Católica dictó su última voluntad antes de morir en 1504. Es el lugar donde acudir para conocer la faceta humana de la reina y la influencia que desplegó tanto en Europa como allende los mares.

Medina del Campo

Castillo de la Mota

/ Turismo de Medina del Campo

La siguiente parada, imprescindible, es el Castillo de la Mota, un imponente fuerte gótico-mudéjar, cuya construcción fue finalizada en el siglo XV por los Reyes Católicos. En este recinto, ahora dedicado a actividades culturales, además de la soberbia Torre del Homenaje destaca el tocador de la reina dentro de sus estancias interiores.

Medina del Campo
Medina del Campo / Turismo de Medina del Campo

Un confinamiento cruel

Así, del esplendor de la figura de Isabel saltamos al ocaso de su hija, Juana I de Castilla, que dejó su rastro conmovedor en otra localidad castellana. Hay que recorrer un trayecto de media hora para acercarnos a Tordesillas, a orillas del Duero, allí donde España y Portugal se repartieron el nuevo mundo con aquel tratado trascendental de 1494. Es éste el lugar donde la reina loca fue confinada hasta su muerte.

Plaza principal de Tordesillas
Plaza principal de Tordesillas / curtoicurto / ISTOCK

En el monasterio de Santa Clara podemos rastrear lo que aún queda de este drama. Porque en lo que antaño fuera el palacio real de Alfonso XI se mantiene el vestigio de la capilla dorada, donde se guarda un órgano que pudo pertenecer a Doña Juana. Por supuesto, también hay que visitar el torreón de la Iglesia de San Antolín, desde cuya ventana se cuenta que solía asomarse esta desventurada mujer, acuciada por la melancolía, para contemplar la meseta castellana.

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