Ruta romántica en coche por la Toscana Aragonesa
Un itinerario de pueblos y paisajes llenos de encanto con los que saborearás la cita de los enamorados de una manera diferente y conseguirás una experiencia «a pedir de boca».

El Gobierno de Aragón ha querido sumarse a la filosofía slow, una forma de dominar el paso del tiempo que conlleva un estilo de vida que desacelera nuestro ajetreo cotidiano, y para ello nos propone, mediante la página www.slowdrivingaragon.com, una manera distinta de conocer su territorio y de viajar con la calma suficiente que nos permita disfrutar plenamente de los lugares que visitamos.

De este modo, nos plantea toda una serie de rutas por carreteras secundarias que nos conducirán a descubrir pueblos y paisajes excepcionales pero que están fuera de los típicos circuitos a los que solemos acudir. 16 rutas cuyo único requisito es el de dejar el estrés a un lado y sumirse en un mar de tranquilidad.

Precisamente una de ellas, la ruta de La Toscana Aragonesa, nos invita a vivir una experiencia llena de encanto y sosiego por pueblos y entornos naturales que evocan miradas bucólicas y escapadas llenas de romanticismo; una excusa perfecta para vivir el día de San Valentín lejos de rutinas y prisas que nos consumen habitualmente.
La ruta está planeada tomando como puntos de partida o de llegada los municipios de Calaceite y Aguaviva, con un recorrido por distintos pueblos de las comarcas de Bajo Aragón y Matarraña, y mostrándonos sugerencias tanto de lugares de interés, como de restaurantes y alojamientos.

Se aúnan así, en un mismo itinerario, distintos atractivos de ambas comarcas bajo un mismo paraguas que parte de la semejanza con la Toscana italiana (a pesar de que, tradicionalmente, se ha venido otorgando en exclusiva a Matarraña), y se presenta una ruta muy cuidada por un territorio que es paradigma del relax y la desconexión.
A lo largo de la ruta nos podremos topar con un variado repertorio de rincones magníficos como los pueblos de Calaceite, La Fresneda, Valderrobres, Ráfales o Beceite, todos ellos declarados Conjunto Histórico Artístico, que colmarán las exigencias de cualquiera que busque paseos de cuento por sus calles, donde la dominancia de las piedras de colores dorados y los tonos pardos de sus techumbres crean un remanso mágico.

Otro de los alicientes del trayecto y que no hay que perderse son las interesantes Bóvedas del Frío, antiguos pozos de hielo que constituyen construcciones subterráneas impresionantes, como las de los municipios de Belmonte de San José, Aguaviva, La Cañada de Verich o La Ginebrosa.
Por otro lado, si lo que queremos es dar un buen salto hacia atrás en la historia, un excelente plan puede ser la visita a alguno de los yacimientos de la época de los Íberos, como los del entorno de las localidades de Calaceite y Cretas.

Además, otras opciones muy recomendables que nos ofrece la ruta son las del Santuario de la Virgen de la Fuente, una auténtica joya con su magnífico artesonado, situado en los alrededores de Peñarroya de Tastavins, o el cementerio de Fuentespalda, con su espléndido conjunto de estelas funerarias.
Si, por el contrario, lo que necesitamos es el contacto directo con la Naturaleza y disfrutar de la cercanía de los bellos parajes que se esconden en estas tierras, son varios los puntos que te atraparán con sus vistas, como el salto del río Tastavins, de 20 metros de altura, en La Portellada, las colosales Peñas del Masmut en Peñarroya de Tastavins, el precioso entorno del Puente de Cananillas en Aguaviva o el célebre Parrizal de Beceite, con su espectacular ruta entre paredes de roca y sus importantísimas pinturas rupestres.

En definitiva, todo un elenco de experiencias a tu alcance en un marco incomparable de paisajes, olores y sabores donde celebrar de la mejor manera la esperada fecha del Día de San Valentín.
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