Una ruta por la Grecia que no te esperas
Más allá de Santorini y Mikonos hay una Grecia recóndita que está deseando ser visitada por los viajeros que huyen del turismo de masas
Playas solitarias, calas escondidas o inolvidables puestas de sol. Hay una larga lista de destinos desconocidos en el país heleno, perfectos para los que huyen de los lugares abarrotados y prefieren unas vacaciones personalizadas para no perderse ni el mínimo detalle. Una alternativa para los más curiosos es la agencia especializada Vamos a Grecia, que acaba de abrir su primera oficina en Madrid, y ofrece una visión a medida de este destino, con el objetivo de mostrar el país tal y como lo ven y lo viven los griegos. Recorramos algunos de los maravillosos lugares que esconde este territorio.
Sifnos, un secreto bien guardado
Empezamos la ruta por la pequeña isla de Sifnos, se encuentra en el mar Egeo, y pertenece al archipiélago de las Cícladas. Su cuidad principal en la antigüedad tenía el nombre de la isla, pero actualmente se denomina Apolonia.
Se trata de una isla pequeña, con tan solo 70 kilómetros de costa y posee un paisaje árido y montañoso, el más típico de las Cícladas. Apolonia, su capital, se encuentra inundada de casa blancas, pequeñas ermitas y calles empedradas. La tranquilidad y la belleza de sus tierras enamora a todo el que la visita.
Serifos, para los amantes del deporte al aire libre
Se trata de otra pequeña joya de las islas Cícladas, y el lugar ideal para disfrutar de actividades al aire libre como senderismo, escalada, bicicleta de montaña o buceo. También hay lugar para la tranquilidad, nada mejor que tumbarse sobre la arena de sus solitarias playas y darse un chapuzón en sus aguas transparentes.
Serifos cuenta con 22 playas, que comunican unas con otras. Pero además esta isla contiene el Monasterio fortificado de Taxiarchion. Se encuentra al norte su interior parece simular un pequeño pueblo griego. Desde el balcón, unas vistas privilegiadas al mar Egeo y a la Isla de Sifnos.
Folegandros, la diminuta isla griega
Es la más pequeña de las islas Cícladas y hasta hace no mucho tiempo ni siquiera había electricidad. En ella se respira tranquilidad, tanto que parece que el tiempo se detiene cuando paseas por sus callejuelas. Si te pierdes por su interior encontrarás burros cargando con paja, increíbles iglesias y por supuesto, calas remotas y completamente vírgenes. También es un buen lugar para disfrutar de la gastronomía griega.
Ítaca, la patria de Odiseo
Nos trasladamos ahora a esta pequeña isla griega del mar Jónico, y como su propio nombre indica, pertenece al grupo de las islas Jónicas. Se encuentra al noreste de la isla de Cefalonia, su capital es Vathí y tiene una de las bahías naturales que sirven como refugio a embarcaciones del mundo. Es un lugar que merece la pena ser visitado, es conocido, entre otras muchas cosas, porque en los poemas homéricos, Ítaca es la patria de Odiseo.
Corfú, para los amantes de la fotografía
En las islas Jónicas, Corfú ofrece una encantadora mezcla de arte, cultura e historia que permite al visitante bucear en la auténtica mitología griega. La historia de la isla está repleta de batallas y conquistas en un lugar de ensueño en el que su peculiar orografía, acantilados y frondosos bosques la convierte en el destino ideal para aquellos que buscan la fotografía perfecta.
Cefalonia, la hermana mayor
Cefalonia, la más grande de las islas Jónicas, presenta los ingredientes perfectos para perderse en una de sus recónditas playas, pasear entre su vegetación exuberante y descubrir su rico patrimonio cultural e histórico con vestigios de la Segunda Guerra Mundial.
Rodas, posee una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo
Pertenecientes a las Islas del Dodecaneso y de igual belleza encontramos Rodas, famosa desde la antigüedad por ser la sede del Coloso de Rodas, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Su ciudad medieval, yacimientos, museos y recintos arqueológicos hacen de Rodas la apuesta perfecta para los apasionados de la historia y mitología.
Skópelos y Skiathos para los amantes de 'Mamma Mía'
Son sin duda uno de los destinos elegidos por los amantes del séptimo arte. Pasear por algunos de los escenarios de la mítica Mamma Mía es posible si viajamos a estas dos islas que forman parte de las islas Espóradas. Rememorar una de las escenas más recordadas de la película en la pequeña ermita de Agios Ioannis, ubicada en Skópelos, en el momento de la boda; pasear al lado del mar cual Meryl Streep o tomar algo en el puerto de Skiathos donde también se grabaron fragmentos de Mamma Mía es todo un imprescindible para los amantes del cine.
Pero estas islas son mucho más que el enclave de una emblemática película. Son bosques que parecen bañarse en el mar y playas de ensueño para los que buscan unas vacaciones en un remanso de paz.
Síguele la pista
Lo último