El pueblo a una hora de Roma que te dejará con la boca abierta con su patrimonio medieval

En la italiana región de Lazio descubrimos un pequeño pueblo de montaña construido en la Edad Media que enamora a todo aquel que lo visita.

Percile, el pueblo medieval a una hora de Roma que enamora a todo el que lo visita.
Percile, el pueblo medieval a una hora de Roma que enamora a todo el que lo visita. / Istock / e55evu

Roma es uno de los destinos europeos más demandados y cualquiera que haya pisado la Ciudad Eterna sabrá muy bien por qué. Cada piedra, cada ruina y cada edificio es un libro abierto a la Historia, esa que se escribe con mayúsculas y de la que todos formamos parte. Ahora bien, Roma es caos, bullicio y una sucesión de ‘places to be’ que deja poco tiempo para practicar la filosofía del ‘dolce far niente’.

Adriana Fernández

Si tienes la suerte de estar en Roma y ya has descubierto tanto los monumentos imprescindibles como algunos rincones más desconocidos es momento de plantearte una excursión a tan solo una hora de la ciudad para descubrir un pueblo medieval que te dejará con la boca abierta. ¿Te animas a descubrir Percile?

Percile: joya medieval a una hora de Roma

Inmerso en la vegetación del parque de los montes Lucretili, en un espolón a casi 600 metros sobre el nivel del mar, Percile aparece según uno se va a acercando por la carretera SR314 en dirección a Licenza y Rieticomo como un escenario de cuento. Un pequeño pueblo de montaña que bien podría ser el decorado de cualquier película Disney, con intrigas medievales, princesas cautivas y luchas entre caballeros.

Las calles de Percile te transportarán al Medievo.

Las calles de Percile te transportarán al Medievo.

/ Istock / e55evu

A pesar de ser un asentamiento desde tiempos inmemoriales, Percile conserva el espíritu de un pueblo medieval, con sus calles estrechas y casas de piedra vista. Lo primero que llama la atención del viajero cuando pone un pie en el pueblo es la cantidad de fuentes que salpican su término municipal de tan solo 17 kilómetros cuadrados. Encontramos, por ejemplo, la fontanella vecina a la iglesia, la de la plaza Garibaldi, otra en la via Romal y, quizá, la más bella en la plaza Manccini. Y no podemos evitarlo, pero con tanta fuente nuestra mente viaja al pueblo de Teruel con el mismo número de fuentes que de habitantes.

Paseamos por Percile y nos cruzamos con alguno de los poco más de 200 habitantes que viven en este paraíso medieval. Los percilesi son gente amable y sencilla; nada que ver con la idiosincrasia romana. Y, precisamente porque viven alejados del bullicio de la Ciudad Eterna, cuentan con sus propias tradiciones y costumbres. 

En Percile parece que el tiempo se haya detenido: slow life en estado puro.

En Percile parece que el tiempo se haya detenido: slow life en estado puro.

/ RoyFokker

Destacan, por ejemplo, la Sagra de la Ramiccia (que se celebra en diciembre) y está dedicada a los finísimos fettuccini elaborados con 1.500 huevos. Una oda a los carbohidratos que no deberías perderte si eres un enamorado de la pasta. Si no tienes la suerte de que tu visita coincida en esa fecha, siempre podrás disfrutar de la mejor pasta de Roma, que se come en este pequeño y baratísimo local cerca del Vaticano. Pero volvamos a Percile para disfrutar de otra de sus festividades, la fiesta de los lagos (en mayo) que da la bienvenida a la temporada de excursiones al aire libre. 

Percile es la escapada perfecta para huir del caos romano.

Percile es la escapada perfecta para huir del caos romano.

/ Istock / e55evu

Volvemos al pueblo situado a una hora de Roma que te dejará con la boca abierta y descubrimos el palacio Borghese, majestuoso edificio que hoy alberga el ayuntamiento. También nos maravillamos con la iglesia de Santa Lucía, construida en el siglo XVI adosada al palacio y que acoge a la patrona de la localidad o la iglesia de Santa Anatolia, cuyo interior presenta valiosos frescos del siglo XVII. Otra joya que no conviene perderse es la iglesia de Santa Maria della Vittoria, con una ermita anexa, que data del siglo XII.

Lagos kársticos en Percile

Ya hemos mencionado la fiesta de los lagos, pero no hemos hablado de ellos. Los lagustelli se encuentran a poca distancia del pueblo y son dos lagos kársticos en una zona húmeda protegida. Realizar una pequeña ruta senderista por las inmediaciones permite al viajero descubrir fauna casi extinta, como el zorro, el gato montés, la ardilla de los Apeninos o el halcón peregrino. Los amantes de la botánica y naturalistas también van a gozar gracias a la presencia de plantas ‘raras’, como el styrax común, utilizado desde la antigüedad para la preparación de incienso, y con la alternancia de matorral mediterráneo y plantas típicas de los Apeninos, como el haya que crece por encima de los 800 metros.

El otoño nos deja unos colores espectaculares en los dos lagos kársticos de Percile.

El otoño nos deja unos colores espectaculares en los dos lagos kársticos de Percile.

/ Istock / e55evu

Por último, por si todavía necesitas más argumentos para visitar Percile, es interesante descubrir que los percilesi tienen un índice récord de vejez (como en la isla japonesa de Okinawa) y esto se puede deber, entre otras cosas, a su forma de vida rural y a una alimentación basada en productos de la tierra como los espárragos silvestres o las castañas, imprescindibles en cualquier 'antipasto' que se precie.

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