El paraíso en la Tierra existe y está escondido en México: este rincón del país aúna surf, espiritualidad y 'slow travelers'

Desde Puerto Escondido hasta Zicatela, recorremos la costa del estado de Oaxaca, en México, en un viaje de sol, mar y misticismo.

Oaxaca, México, es un paraíso en la Tierra
Oaxaca, México, es un paraíso en la Tierra / Istock / StreetFlash

Extensas playas de oro, olas bravas y atardeceres mágicos dibujan los paisajes del litoral del Pacífico. Para disfrutarlos en su máxima expresión hay que dirigirse al colorido estado de Oaxaca, en México, donde varios pueblos dan forma y carácter a este pedacito místico de costa. Su espíritu bohemio y su compromiso con la sostenibilidad los han convertido en epicentro del slow travel, ofreciendo algo más que unas vacaciones. Porque aquí la única premisa es bajar revoluciones hasta relajarse por completo para así poder conectar con la esencia de la vida.

A esta sugerente proposición hay que sumar las atractivas posibilidades para meditar, surfear, probar la gastronomía local y practicar yoga. Sí, hemos encontrado el paraíso escondido en la Tierra. Escondido estuvo hasta que hace apenas unos meses construyeron una carretera para comunicarlo, en tan solo tres horas, con la capital oaxaqueña. Ahora cada vez son más los viajeros que alcanzan Puerto Escondido, la localidad que da la bienvenida a la costa recordando que, aunque ya no esté tan oculto, sigue siendo un reducto de calma.

Oaxaca, en México, es un paraíso en la tierra

Oaxaca, en México, es un paraíso en la tierra

/ Ryan Loughlin para Unsplash

Puerto Escondido, el alma bohemia de México

En Puerto Escondido, los días empiezan en alguna cafetería entre palmeras y siguen al ritmo de las olas. Aquí la oferta gastronómica está capitaneada por el restaurante Almoraduz, el cual ofrece una deliciosa cocina que reinterpreta los sabores oaxaqueños desde una versión contemporánea. Las enchiladas con mole costeño son su plato estrella.

Oaxaca, México, es un paraíso en la Tierra

Oaxaca, México, es un paraíso en la Tierra

/ Istock / Oleh Slobodeniuk

Las playas de Puerto Escondido atraen a surfistas de todos los niveles. Carrizalillo, con oleaje suave, es idónea para quienes se inician en este deporte. Más tranquila es Playa Manzanillo, con relajadas olas de espuma. Hacia el sur, Zicatela conquista a expertos surfistas gracias a sus olas bravas y la energía que emana de sus calles de arena. Los restaurantes de Zicatela ofrecen una gran variedad de gastronomía internacional. Los sabores tailandeses se pueden degustar en Thai Garden, los peruanos en Chicama, los japoneses en Sommo y los locales en Atarraya.

Este lugar es también una estupenda opción para alojarse, con una sugerente propuesta que cautiva por su arquitectura minimalista, con la que seguir meciéndonos en la calma del Pacífico. Entre las opciones destaca Casa TO, que fusiona elementos brutalistas con la calidez tropical, siempre siguiendo apacibles líneas geométricas. Sus muros de hormigón dibujan paredes vacías entre las que se cuela una alargada piscina que acapara infinidad de imágenes en Instagram.

Casona Sforza es otro fascinante ejemplo arquitectónico sostenible en el que entregarse al descanso en Puerto Escondido. Diseñado por el arquitecto Alberto Kalach, sus arcos, formas orgánicas y techos abovedados homenajean a la artesanía local. Las estancias también están decoradas con materiales naturales tejidos a mano para apoyar y dar voz a la cultura de Oaxaca. Pero la experiencia de alojarse en Casona Sforza no está completa sin probar la cocina de La Bóveda, donde los chefs Andrés Trujillo y Vanessa Franco elaboran extraordinarios menús, con grandes dosis de originalidad, a base de ingredientes de temporada.

A unos kilómetros al norte de Puerto Escondido, San Pedro Mixtepec aguarda con una experiencia inolvidable, el desove de tortugas marinas. Son miles las tortugas que llegan a estas playas para depositar sus huevos. Varias organizaciones se encargan de protegerlos hasta que eclosionan. Cada atardecer, en la Playa Bacocho, es posible participar en la liberación de tortugas golfinas. Una emocionante forma de aprender sobre la importancia de su conservación. Muy cerca de este arenal salvaje se localiza la Fundación Casa Wabi, un centro de arte contemporáneo en el que la comunidad local es parte fundamental en la producción de las obras.

El balcón del Pacífico

El espíritu bohemio se palpa en cada rincón de la costa de Oaxaca, desde sus establecimientos, donde maridar cócteles con platos de cocina internacional y buena música a parajes naturales como Punta Cometa. Este saliente rocoso se adentra en el mar, marcando el mayor saliente de México en el Pacífico Sur. Considerado lugar sagrado por los pueblos indígenas, es el sitio indiscutible para presenciar los mejores atardeceres mientras caminamos por su cima o nos sentamos junto a la multitud a esperar a que el sol se funda con el mar, allá ante esa magnética costa abrupta.

Oaxaca, México, es el paraíso en la Tierra

Oaxaca, México, es el paraíso en la Tierra

/ Istock / Alfredo Matus

Es precisamente este enclave mágico el que hace de Mazunte el núcleo espiritual de Oaxaca, con varios centros de yoga, atractivas iniciativas de sostenibilidad y temazcales, los ancestrales baños de vapor con fines terapéuticos y espirituales. Además, este pequeño pueblo está perfilado por largas playas donde el oleaje, algo menos agitado, invita al baño. Continuando ruta hacia el sur encontramos Zipolite, con sus arenales nudistas y más atardeceres ante los que seguir cayendo rendido a los encantos de este santuario místico de México.

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