Nadie visita este destino de Europa, pero es uno de los más baratos y bonitos de 2025

En torno a unas 7 horas de avión separan España de Georgia, país soberano que, hasta 1991, formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Y, precisamente su ubicación estratégica, entre Rusia, Turquía, Armenia y Azerbayán ha sido clave en el devenir de las grandes civilizaciones. Desde su capital, Tiflis, hasta sus impresionantes paisajes montañosos, Georgia ha sido un crisol de influencias, tanto europeas como asiáticas, que le han permitido desempeñar un papel esencial en el comercio, la política o la cultura.

En la antigüedad, Georgia formó parte de la Ruta de la Seda, el corredor comercial que conectaba Asia con Europa y que permitió que se produjera un intercambio cultural y económico que enriqueció al país a lo largo de los siglos. También es interesante saber que el país cuenta con 4 bienes inscritos en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO: el monasterio de Ghelati, los monumentos históricos de Mtskheta, el Alto Svaneti y los bosques pluviales y zonas húmedas de la Cólquida.

A pesar de su pequeño tamaño, Georgia alberga una variedad impresionante de paisajes, desde las cumbres nevadas de los Cáucasos hasta las colinas cubiertas de viñedos que se extienden por la región de Kakheti, famosa por ser una de las zonas vinícolas más antiguas del mundo. Y lo que más sorprende es que, el pasado año, solo visitaron el país algo menos de 4 millones de viajeros. Muy pocos, si se comparan, por ejemplo, con los 94 millones que recibió España.

Descubriendo Tiflis: su capital

La capital del país, Tiflis, es el lugar perfecto para comenzar la aventura. Esta ciudad, situada a orillas del río Kura, cuenta con una arquitectura única, mezcla de influencias persas, rusas y europeas. Pasear por su casco antiguo es como viajar en el tiempo, ya que descubriremos callejuelas estrechas, plazas de cuento y una impresionante iglesia ortodoxa en cada rincón.

Ahora bien, Tiflis no solo es una ciudad llena de historia, sino también de contrastes. La parte moderna nos ofrece edificios contemporáneos y museos innovadores, que ofrecen un espectacular contraste con las antiguas fortalezas y los monasterios que dominan el horizonte. 

Más allá de su capital, Georgia también es un paraíso para los amantes de la naturaleza. Las montañas del Cáucaso, que atraviesan el norte del país, ofrecen algunas de las vistas más espectaculares de Europa. Además, si te gusta el senderismo, Georgia cuenta con infinidad de rutas que se adaptan a todos los niveles. Y, en invierno, las estaciones de esquí de Gudauri y Bakuriani son perfectas para los amantes de los deportes de nieve.

Pero Georgia no solo tiene montañas. También ofrece al explorador playas tranquilas en la costa del mar Negro. La región de Batumi, por ejemplo, es famosa por su clima subtropical y su arquitectura modernista, un tesoro para aquellos que buscan un ambiente playero alejado de multitudes.

La música, el baile y las tradiciones también son parte fundamental de la cultura georgiana. El canto polifónico, reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es una experiencia única que se puede disfrutar en cualquier pueblo o ciudad. Además, el vino georgiano, considerado uno de los más antiguos del mundo, es una verdadera joya. La región de Kakheti, conocida como la ‘cuna del vino’, invita a los viajeros a descubrir bodegas y participar en catas que ponen en valor miles de años de tradición vinícola.

Georgia: destino asequible en 2025

Uno de los aspectos más atractivos de Georgia para los viajeros es su increíble relación calidad-precio. En comparación con otros destinos europeos más populares, como Francia o Italia, Georgia es sorprendentemente asequible. El viajero puede alojarse en buenos hoteles de 3 y 4 estrellas por menos de 50 euros o comer un menú del día por menos de 10 euros. El transporte público también resulta bastante barato y, además, es bastante eficiente.  

A pesar de que Georgia es todavía un destino poco explorado por la mayoría de los viajeros internacionales, su popularidad está creciendo como la espuma, especialmente entre los viajeros más aventureros. Sus precios y su belleza natural y cultural lo convierten, sin duda, en uno de los destinos tendencia en este 2025 y enclave perfecto para todos aquellos que busquen un viaje auténtico y asequible.