Takeshi Hosaka es un afamado arquitecto japonés de 45 años que dirige un estudio de arquitectura en Tokio. Vivía junto a su mujer en una casa que él mismo diseñó, la Love House en Yokohama, pero decidió construirse una más cerca de su lugar de trabajo en la universidad de Waseda Art and Architecture, donde da clases. ¿El problema? Que el terreno del que disponía en el barrio de Bunkyo, en Tokio, tenía solo 31,43 metros cuadrados, de los cuales 18,84 eran edificables.

Él mismo cuenta que su mujer estaba leyendo en aquel momento un libro sobre el periodo Edo japonés, en el que narraban cómo cuatro personas vivían en una casa de 9,6 metros cuadrados llamada Nagaya, casa que tenía una sola estancia. Ella misma le dijo a Takeshi: "Entonces, ¡18 metros cuadrados son muchos para nosotros dos!".

Takeshi se fijó en otros diseños famosos de la historia de la arquitectura como, por ejemplo, la famosa cabaña de madera de Le Corbusier, de tan solo 16,85 metros cuadrados.
La nueva construcción de 18 metros cuadrados de Takeshi recibe el nombre de Love2 House (LoveLove House), la completó el año pasado y tiene una conexión directa con la naturaleza y la ciudad. Takeshi vio que durante los tres meses de invierno no da la luz solar directamente en la casa, pero lo solucionó creando un techo curvo que se abre para captar lo más posible la luz del sol.

Dentro, solo tres zonas: comedor, cocina y dormitorio, y siete paredes que las separan. En algunas zonas, las paredes se reducen unos 15 milímetros para instalar estanterías. La puerta que da a la calle es de cristal, lo que facilita la comunicación de la pareja con los viandantes. La intención de Takeshi era comunicarse con sus vecinos.

Takeshi y su mujer se enamoraron tanto de la LoveLove House, que ahora solo vuelven a la Love House algunos fines de semana y la utilizan como estudio. "LoveLove House se creó luchando contra la infinitud de las pequeñas cosas", dice Takeshi.

LOVE HOUSE
No más grande es la Love House, en Yokohama, cuyo terreno también es de unos 33 metros cuadrados, 18,96 edificables. Su fachada tiene 2,7 metros cuadrados. Dentro, dos plantas unidas por una escalera en curva. El techo, también en curva y abierto, permite entrar la luz… y la lluvia.

No hay televisión, pero ya es suficientemente entretenido ver cómo la situación es diferente cada día, según llueva, haga viento o no. Creada también por Takeshi Hosaka, se terminó en julio de 2005.

En las noches claras se puede disfrutar de la luz de la luna, que entra en la casa iluminándola por completo.
