El mercadillo de Navidad más bonito de Europa está en la 'Capital de la Navidad': un árbol de 30 metros, 300 casetas y más de 400 años de historia
Es el mercadillo navideño más antiguo de Francia y uno de los más impresionantes de toda Alsacia.

La competición entre los mejores mercadillos de Navidad es dura, pero lo de Alsacia es de otro nivel. Y es que la región, ese pedacito del noreste de Francia que limita con Alemania y Suiza, cuyos pueblos medievales parecen recién salido de un cuento, saca toda su artillería cuando se trata de presumir de ambiente navideño.
Que se lo digan a Colmar, que durante estos días se convierte en un escenario que no parece real. A pesar de todo, es la capital de Alsacia, Estrasburgo, la que más visitantes atrae: cada año cerca de dos millones de visitantes viajan hasta ella para descubrir el paraíso navideño. Y no es para menos, porque con el tiempo se ha ganado el sobrenombre de la Capital de la Navidad.
El mercadillo de Navidad más antiguo de Francia
Más allá de las lucecitas y la decoración tan típica de estas fechas, es una cuestión de tradición. Porque el mercadillo de Navidad de Estrasburgo es el más antiguo de Francia, más incluso que el que se hace desde hace siglos en París.

Se dice que surgió en 1570, en plena Edad Media, bajo el nombre de St. Klausenmarkt para rendir homenaje a San Nicolás el 6 de diciembre. Eso en el fondo, porque en la forma se trataba de un día en el que se ofrecían regalos a niños y niñas, y el mercadillo era el lugar ideal para adquirir aquellos souvenirs medievales.

Con el tiempo, y la llegada del Protestantismo, el mercadillo pasa a convertirse en el mercado del Niño Jesús (Christkindelsmärik). Con el cambio de religión cambia hasta de fecha y de ubicación: lo retrasan hasta unos días antes de Navidad y se lo llevan a los pies de la catedral.

Uno de los mercadillos más bonitos de Europa
Casi cinco siglos después, el Mercado de Navidad de Estrasburgo sigue siendo la joya de la corona entre los mercadillos navideños franceses, y uno de los más antiguos de Europa.

La plaza Broglie, junto a la Ópera, es el núcleo duro de las celebraciones (hasta allí se trasladó en 1879), pero hoy en día el Mercado de Navidad de Estrasburgo se reparte por todo el centro histórico de la ciudad, el Grande Ile, con más de 300 casetas que recorren desde las callejuelas del centro a sus plazas más emblemáticas.
Artesanía tradicional, decoración típicamente navideña, productos gastronómicos y mucho vino caliente especiado para hacer frente a las bajas temperaturas desde el corazón de Europa.

Un árbol de Navidad de más de 30 metros de alto
Durante las cuatro semanas que permanece abierto el mercadillo, la ciudad de Estrasburgo adquiere una dimensión mágica total. Y el abeto que se instala en la plaza Kléber es uno de los grandes símbolos: con sus más de 30 metros de alto, es el gran embajador de la Navidad alsaciana.
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