Menorca más allá de sus playas: ocho cosas que hacer en la isla del azul imposible
Planes apetecibles en la más auténtica de las Islas Baleares
Aunque es cierto que lo que más seduce de Menorca es su constelación de calas, aunque nada puede compararse a esas aguas en las que caben unas mil tonalidades del azul y que están, además, enmarcadas por telones de pinos, encinas y acebuches, hay mucho más que hacer en la más salvaje del archipiélago balear.
Dejamos a un lado la esencia del Mediterráneo más puro, materializada en sus 216 kilómetros de costa y sus más de 70 playas, para descubrir otros planes apetecibles en la isla que nada tiene que envidiar a la sensualidad del Caribe.
Pasear por Ciutadella
La ciudad más bonita de la isla goza de interés cultural, con la catedral de Santa María o el convento de San Agustín, todo muy bien conservado, impecable, lo que le ha valido el título de conjunto histórico-artístico. Además tiene un agradable puerto flanqueado de terrazas y pintorescas tiendas al estilo italiano.
Recorrer en bicicleta (o a caballo) el Camí de Cavalls
Es el camino por excelencia de Menorca, que permite dar toda la vuelta a la isla por el litoral. Una ruta homologada de gran recorrido (GR 223), en la que no sólo se cruzan las mejores calas sino que, además, se atraviesan imponentes barrancos, bosques y campos. Cuenta con veinte etapas a lo largo de un sendero que está perfectamente señalizado durante todo su trayecto con estacas cuadradas y paneles informativos. Si eres amante del senderismo y prefieres hacerlo a pie, tendrás que disponer, al menos, de una semana.
Subir al castillo de Santa Águeda
Aunque se trata de un monumento en ruinas, su posición a 264 metros sobre el nivel del mar le confiere unas vistas maravillosas. Está en la carretera de Mahón a Ciutadella.
Curiosear en Mahón
Es la otra ciudad principal, que goza de un bonito centro histórico dominado por la iglesia neogótica de Santa María y repleto de palacios burgueses y aristocráticos. Hay que descubrir sus animados mercados donde locales y turistas adquieren los productos de la tierra: El del Claustro y la Pescadería Municipal, ambos espacios gastronómicos en los que hacer la compra pasa por tomarse unos vinos.
Recorrer el barranco de Binigaus
Bonita excursión de naturaleza que empieza en la localidad de es Migjorn y termina en la playa de Binigaus. Un barranco que atraviesa diversas cuevas, como la famosa la Cova des Coloms (también llamada La Catedral).
Descubrir, de día o de noche, la Cueva d’en Xoroi
Esta gruta natural de Cala en Porter, en la costa sur, es de día un agradable bar donde poder ir con niños a tomar una cerveza con vistas fantásticas, mientras que por la noche se convierte en una de las discotecas más famosas de Menorca.
Acercarse al pueblo de Binibeca
Aunque se trata, más bien, de un emplazamiento turístico (fue creado a principio de los años 70 para recrear una villa de pescadores) la belleza de su laberinto de calles y sus casas encaladas es irreprochable.
Visitar la naveta Des Tudons
Es el monumento prehistórico más importante de las Islas Baleares y data del año 1000 a. C., con lo que se cuenta entre los más antiguos de Europa. El nombre le viene dado porque su forma recuerda a una nave invertida y para su construcción no se empleó ningún tipo de cemento sino son tan sólo piedras encajadas. Esta joya es solo una muestra de la cultura talayótica de la isla, cuyos abundantes vestigios sorprenden a cada paso: taulas, talayots, menhires… Se encuentra en el km 40 de la carretera de Mahón a Ciutadella.
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