Guía para ir a Menorca y no pisar la playa: cinco paraísos de interior

Desde los pueblos menorquines más auténticos hasta el punto más alto de la isla y su impresionante mirador

Cerca de S’Albufera des Grau -  Menorca interior

Cerca de S’Albufera des Grau -  Menorca interior

/ Kris Hoobaer

Hablar de Menorca no es simplemente hablar de su litoral plagado de playas de aguas turquesas y pueblos marineros. También merece su mención el sorprendente interior de la isla balear, donde también abundan las poblaciones de esencia menorquina y una naturaleza desbordante.

1. Alaior

Alaior, edificado alrededor de la antigua colina de Ihalor, fue fundada en el año 1304. En el pueblo destaca la parroquia de Santa Eulàlia, con su estructura reedificada en el s. XVII con inspiración barroca, y desde la cual podemos llegar al Parc Munt de l’Angel, un mirador desde donde contemplar unas espectaculares vistas del entorno.

Alaior, Menorca interior

Calles de Alaior

/ Rudi_Lange / ISTOCK

Así, el casco antiguo de Alaior esconde numerosas sorpresas arquitectónicas como la capilla del Rosario, el patio de Sa Lluna, el palacio Can Salort o la ermita de Sant Pere y su plaza arbolada. Además, para conocer la realidad cultural del pueblo la mejor opción es acercarse al espacio cultural Rotger o al centro de cultura de San Diego.

2. Es Mercadal

Es Mercadal es el centro geográfico de la isla, y gracias a sus calles de edificios bajos y de gran sencillez estética, el pueblo aún conserva intacta su esencia rural. Su núcleo urbano está construido a partir de la Iglesia de Sant Martí y de un antiguo molino reconvertido hoy en día en un restaurante donde degustar la gastronomía menorquina más típica.

Es Mercadal, Menorca interior

Calles de Es Mercadal

/ beingbonny / ISTOCK

Aquí podemos encontrar algunos puntos de interés como Cas Sucrer, la tienda de dulces artesanales por excelencia de la isla o el Aljub, una impresionante cisterna construida durante la dominación británica para el almacenamiento de las aguas pluviales.

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3. Monte Toro

El Monte Toro es el punto más alto de Menorca con 358 metros, y al encontrase en el centro de la isla, desde su cima se puede divisar todo su contorno. Incluso, si las condiciones meteorológicas son favorables, se puede llegar a ver su vecina Mallorca. Así, es el lugar perfecto para contemplar el atardecer en todo su esplendor.

Monte Toro, Menorca interior

Vistas desde el Monte Toro

/ Callum_James_Cole / ISTOCK

Además, en la cima del monte, se encuentra el Santuario de la Virgen de Monte Toro, construido en el siglo XVII sobre una iglesia gótica, y un enorme cristo. Un verdadero centro de espiritualidad y peregrinación.

4. S’Albufera des Grau

S'Albufera des Grau es uno de los espacios naturales principales de la isla, y es que es el parque natural más importante de Menorca. En sus 5.100 hectáreas podemos encontrar cientos de especies animales y vegetales, donde destacan las aves acuáticas como las garzas y las y rapaces como el águila pescadora.

Albufera des Grau, Menorca interior

S'Albufera des Grau

/ zhekos / ISTOCK

En el espacio de la albufera hay desde zonas húmedas hasta bosques de acebuches y estanques temporales. De modo que es el lugar perfecto para hacer una ruta de senderismo en plena naturaleza; para ello, se pueden realizar recorridos que partan del Centro de Recepción Rodríguez Femenias o bien desde el cercano pueblo de Es Grau.

5. Barranc d’Algendar

El Barranc d’Algendar es el barranco más grande e importante de toda Menorca y se extiende desde la localidad de Ferreries hasta la playa de Cala Galdana. Tiene una longitud de 7 kilómetros y sus espectaculares paredes verticales superan los 80 metros de altura en algunos puntos.

Barranc d’Algendar, Menorca interior

Barranc d’Algendar

/ Ben Salter

El barranco se puede recorrer en una excursión de cuatro kilómetros hasta un mirador desde donde contemplar la inmensidad de la formación rocosa y el torrente que atraviesa su fondo. Asimismo, podemos encontrar dos cuevas con restos de actividad humana de la época talayótica, la cueva Murada y la cueva del Càrritx.

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