La mejor ciudad para viajar este verano: tremendamente bonita y poco masificada
Playas turquesas, parques naturales impresionantes y hasta una pequeña ciudad nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO. Así es el destino que nadie conoce, pero al que vas a querer viajar este verano.

Hay un lugar en Bulgaria que es uno de los destinos más imprescindibles si este verano quieres pasar unas vacaciones con mi sello de calidad por excelencia, las 3 "b": bueno, bonito y barato. Y a esto último podemos añadirle que encima no es un destino nada conocido para las vacaciones europeas, por lo que puedes ir olvidándote de la masificación típica de las playas en verano.
Paraíso de un azul turquesa increíble, es una ciudad con un legado histórico increíble y también es la oportunidad de escapar del bullicio del resto del mundo perdiéndote en la frondosa naturaleza. Te cuento todo lo que no puedes perderte de esta ciudad, una joya escondida en el Mar negro que se consolida como la ciudad más importante de la costa sur de Bulgaria.

Esencia costera pura, un secreto del Mar Negro
Al este de la República de Bulgaria, en la Europa Oriental, hay una ciudad portuaria que apenas ha visto como el turismo ha puesto el radar sobre ella. Es una pena, porque la historia sí que ha hecho mella en ella, moldeándola hasta lo que hoy conocemos como Burgas— que no tiene nada que ver con Burgos, aunque solo se diferencie una letra en su nombre—la cuarta ciudad más poblada de Bulgaria, y quizás la más desconocida.

De los romanos y griegos seguro que has oído hablar hasta la saciedad, pero el primer pueblo que habitó estos lares no fue tan famoso como estos dos últimos. Antes de pasar por las manos de los de siempre, el pueblo que se estableció en estas costas fue el de los Tracios, una civilización que ocupo durante el III milenio a. C lo que hoy entendemos por Grecia, Bulgaria y Turquía.

Y fueron los tracios los que descubrieron los beneficios de aquellos lagos salados que había en la zona. Las máquinas que usaban para recoger la sal son las más antiguas encontradas en todo el Cáucaso. Como buena ciudad portuaria, el comercio es el que le da el impulso para llegar a ser una de las zonas más importantes en los próximos siglos. Ahora es una gran desaparecida en el turismo europeo, y en ella podemos encontrar auténticas maravillas.

Que ver en Burgas, lo más imprescindible
Aunque la ciudad es bastante moderna, mantienen algunos edificios antiguos que son como pequeños regalos en tu paseo por el centro. Sin duda el parque marítimo es uno de los lugares más visitados de Burgas. Un gran paseo de 5 kilómetros que bordea la playa y en el que puedes encontrarte con multitud de esculturas, fuentes, parques, cafés y flores. Puedes llegar a encontrarte hasta la casa de los Hobbits... Todo perfectamente cuidado.

Uno de esos edificios que vas a querer visitar es el de la estación de tren. Es una de las primeras que hubo en Bulgaria, que fue construida en 1903 y tiene una arquitectura neobarroca preciosa. Aunque la arquitectura que más encontrarás será la influenciada por el régimen comunista, ya que en la segunda guerra mundial tras la derrota del ejército alemán en Bulgaria se instauró aquí este régimen.

Andando también puedes llegar hasta alguno de los tres grandes lagos que rodean la ciudad. Sí, esos de sal. Puedes incluso darte un baño de agua y sal si te apetece. Hay una zona adaptada para ello con unas duchas de agua dulce para cuando salgas del lago. Y si tienes suerte y vas en época migratoria podrás llegar a ver flamencos que te acompañaran en el baño.

Un plus a tu viaje: hay una ciudad Patrimonio de la Humanidad dentro de la provincia de Burgas
Alejándote muy poco de Burgas, vas a encontrarte con Nesebar, una ciudad nombrada patrimonio de la humanidad por la Unesco debido a su importancia histórico. Aunque hay construcciones nuevas, el interés turístico aquí reside en la antigua ciudad de Nesebar, de la cual se conservan multitud de edificios de las épocas en las que Grecia y Roma dominaron la zona.

Iglesias, acrópolis, templos y hasta un ágora. Viajar hasta aquí será casi como cambiar de época. No te pierdas la parte moderna tampoco, con sus resorts, playas y pequeños puertos pesqueros que mantiene la esencia de antaño.

Hay que empezar a buscar lugares fuera de los típicos destinos de vacaciones a los que va todo el mundo. El mundo es muy grande y hay muchas cosas que ver, ¡aventúrate a ello!
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