Los Navigli en Milán

Hasta mediados del siglo pasado, una red de canales navegables conectaba el centro de Milán con los lagos y ríos de los alrededores y, finalmente, con el mar. Aún se aprecia en la Dársena, el lugar donde convergen el Naviglio Grande y el Pavese, un ambiente portuario de hombres que vociferan de una orilla a otra del canal. Poco a poco, y de manera natural, el barrio de los Navigli se ha ido convirtiendo en un epicentro de la vanguardia, el diseño y la cultura alternativa milanesa. Los márgenes del Naviglio Grande, antaño frecuentados por mulas que tiraban de las barcazas, son, de noche, una animada zona de bares y restaurantes.

De día destacan tiendas tan peculiares como Elizabeth the First (Alzaia Naviglio Grande, 44) , una boutique con dos colecciones: la clásica, con vestidos y accesorios vintage de los años 40 a 70 firmados por Gucci o Valentino, y la Ethno vintage, con ropas tribales del Asia central y oriental. En L''Hub (Ripa di Porta Ticinese, 69) apuestan por el reciclaje de excedentes de la industria textil para crear piezas originales. También organizan talleres en los que transformar las propias prendas. Más convencional, pero también muy moderna, Made in the Shade (Ripa di Porta Ticinese, 53) vende sus propias marcas de ropa, muy solicitadas por esos visionarios de la moda urbana que son los japoneses.

El arte y el diseño se viven también a pocos pasos del canal, en la antigua zona industrial de Tortona. La Galvanotécnica Bugatti (Via Gaspare Bugatti, 7) es una fábrica de principios del siglo pasado reconvertida, con sumo gusto y respeto, en un espacio donde se celebran todo tipo exposiciones y eventos. Cerca de allí, la Design Library (Via Savona, 11) alberga una biblioteca donde consultar miles de libros y publicaciones sobre diseño y tomar algo en su minimalista café-restaurante. Prueba de su éxito es que ha abierto una sucursal en Shanghai.

La oferta gastronómica de los Navigli incluye viejas trattorias de toda la vida y restaurantes innovadores. Entre estos últimos, la Osteria di Porta Cicca (Ripa di Porta Ticinese, 51) reinterpreta clásicos de la cocina italiana en un ambiente romántico. Más tradicional es Le Vigne (Via Paoli Pasquale, 2) , que cambia su carta cada mes para incorporar productos de temporada. La tradición milanesa de lahappy hour (comida y buffets que acompañan las primeras copas de la tarde-noche) puede disfrutarse en la enoteca Viola (Via Pavia, 6/2) con una de las ofertas más variadas.

De noche, multitud de bares y cafés ofrecen buena música y diseño, aunque pocos tienen la solera de La Corte dei Miracoli (Via Mortara, 4) , un barroco café-teatro donde se juntan los mejores humoristas. Por su parte, Connie Douglas (Via Bordighera, 15), se rinde a los encantos del burlesque en un local con jardín y piscina y estilo americano de los 40.

Otros secretos a voces de los Navigli

El último domingo de cada mes (excepto en julio) se celebra, en el Naviglio Grande, el mejor mercado de antigüedades de Milán, tanto por la cantidad como por la calidad de la oferta. Cerca de allí, el Corso di Porta Ticinese comienza a ser considerado un Soho milanés y alberga un "quién es quién" de las mejores marcas en moda urbana, además de tiendas independientes.