Leyendas de Estambul: la Torre de la Doncella

Faro, hospital, aduana... los usos de esta torre del Bósforo han sido muchos y muy variados a lo largo de su historia.

Torre de la Doncella, Estambul
Torre de la Doncella, Estambul / Vincent_St_Thomas

Frente a las costas del barrio de Üsküdar de Estambul se levanta uno de los símbolos de la ciudad turca, la Torre de la Doncella, Kız Kulesi en turco. Esta edificación debe su nombre a una antigua leyenda que cuenta que fue levantada por un emperador con el objetivo de salvar a una de sus hijas predilectas de una muerte segura.

Al nacer ésta, el oráculo le vaticinó una muerte por picadura de serpiente antes de cumplir los 18 años. Para protegerla, levantó la Torre de la Doncella, donde la niña vivió sana y segura durante toda su infancia. El día de su 18 cumpleaños, el padre, sintiéndose a salvo de las palabras del oráculo y para celebrar la supervivencia de su hija, le regaló una gran cesta de frutas exóticas en cuyo interior viajaba un áspid que mordió a la joven al coger una de las frutas, cumpliéndose así la profecía.

Sea cierta la leyenda o no, lo que sí lo es, es que la Torre de la Doncella es uno de los edificios más antiguos de Estambul. Llamada también, pero errónamente, Torre de Leando, en referencia al mito de Hero y Leando, el germen se encuentra en una torre de madera protegida por una muralla de piedra construidas en el 1.110 por el emperador bizantino Alejo I Comneno con el objetivo de controlar el tráfico de los barcos. Aún hoy, se pueden ver los restos subterráneo de esa muralla. Durante la Edad Media, esta torre albergo una guarnición bizantina y fue utilizada como atalaya por los otomanos hasta que el terremotodo de 1509 la desturó. Levantada de nuevo, se incención en 1721, cuando fue nuevamente reconstuida para ser utilizada como faro durante años.

Ya en el siglo XIX, este lugar fue usado como hospital de cuarentena y restaurada a menudo durante todo el siglo XX debido más incendios y terremotos. Actualmente, la torre es una cafetería y restaurante a los que se puede acceder en barcos privados.

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